La tarde empieza a dar paso a la noche y el tráfico en la ciudad se despeja, el auto deportivo de Susan avanza sin obstáculos en dirección a casa, el día a sido largo y complicado, demasiadas cosas en muy poco tiempo. Al llegar a un semáforo el móvil empieza a sonar, Susan toma la llamada y contesta.

– “Hola…”

Nadie contesta, por lo menos ninguna persona responde, pero un sonido parecido al de una máquina de fax llega por respuesta. Espera unos momentos, al final la comunicación se corta sin más. El semáforo cambia a verde y ella avanza con el tráfico, pero decide estacionarse al borde de la vía, apaga el auto y espera un momento mirando el móvil.

Un momento después el móvil vuelve a sonar, ella intenta contestar pero el sonido vuelva a aparecer, esta vez Susan siente como todo a su alrededor empieza a desaparecer, una oleada de calor empieza a invadirla y su vagina se humedece, sus pezones se ponen duros y en sus senos un hormigueo la empieza a excitar. La llamada dura aproximadamente un minuto y medio, parpadea un momento y encendiendo el auto, luego se dirige de vuelta a la ciudad y minutos después llega a una prestigiosa boutique de una selecta área comercial.

Al entrar puede ver a cuatro o cinco clientas que junto un número igual de empleadas escogen prendas de ropa interior, una de las chicas avanza hacia ella y mientras avanza Susan no puede dejar de mirar sus piernas cubiertas de medias de seda, puede verse el liguero que las sostiene bajo una minifalda a juego con una blusa de seda que con dos botones abiertos deja apreciar un hermoso par de senos contenidos en un sostén de encaje.

– Bienvenida Madame, ¿En qué podemos ayudarle?

– Buenas, estoy buscando Miss Massiel.

– Un segundo por favor, le diré que usted le busca… algo que pueda ofrecerle mientras espera.

Diciendo esto la chica toma un teléfono interno y mientras marca le sonríe provocativamente a Susan, ella no puede quitar los ojos de aquella chica de labios tentadores. Un momento después una joven de unos 23 años aparece desde el fondo de la tienda y sonriéndole a Susan hace una seña a la chica y les deja a solas.

– Bienvenida Sra. Baxter, es un honor tenerle en mi tienda.

Susan observa la recién llegada, su ropa es muy parecida a la de la primera chica pero este modelo es mucho más provocativo que el anterior, su cuerpo y su rostro son más delicados y el conjunto completo hacen de ella una delicia para la vista, con voz nerviosa y algo entrecortada Susan contesta

– Me han enviado a recoger un paquete.

– En ese caso acompáñame a los probadores VIP Sussy, estaba esperando por ti…

Diciendo esto ambas mujeres se dirigen al final de la tienda y mientras caminan Massiel coloca una mano en la espalda de Susan y poco a poco se desliza hasta el trasero de Susan que se estremece al ser acariciada. Al llegar al privado Massiel cierra la puerta y sin mas toma a Susan, con una mano en la espalda y otra en su trasero, mirándola fijamente la besa delicadamente, a lo que Susan responde, las lenguas de ambas mujeres se pelean en sus bocas, en segundos Massiel la desnuda casi por completo, alejándose de ella recoge un collar de cuero de un estante y lo coloca en el cuello a la excitada Susan. Ella sigue de pie solo vestida con su ropa interior, sus zapatos de tacón y su nuevo collar de cuero. Massiel le acaricia los senos y mirándola a los ojos le dice.

– Desnúdate.

Susan termina por quitarse todo y sigue de pie frente a Massiel que sentada en una butaca frente a ella le observa desnuda en medio del cuarto.

– Eres muy hermosa, esos senos son más grandes de lo que esperaba, recoge lo que hay detrás de ti y úsalo.

Susan toma un paquete y empieza a vestirse con un sostén de encaje negro a juego con un par de medias de seda que sostiene en su sitio con unos ligueros negros y cambiando de zapatos se coloca un par de tacones de aguja de 3.5 pulgadas, mientras se viste siente con Massiel se acerca lentamente a sus espaldas, acariciándola desde atrás la toma por los senos y empieza a besarle el cuello, no deja de temblar y gemir.

– Estas perfecta Sussy, justo como tienes que estar vestida.

– No… No encuentro las bragas…

– No te preocupes Sussy, tu nunca más necesitaras bragas

Diciendo esto desliza dos dedos en el encharcado coño de Susan que empieza a gemir al sentir como entran y salen esos dedos, los besos y las caricias en sus senos la llevan al borde del orgasmo, justo en ese momento siente como Massiel coloca una cadena en la argolla del collar de cuero.

– A cuatro patas Sussy

Cae a cuatro patas y gateando junto Massiel la lleva hasta la butaca donde sin decir nada mas abre las piernas dejando a la vista de Susan su coño que inmediatamente empieza lamerlo y a adorarlo como la mas experta.

– Asiiiii Sussy… asi muy bien continua… te encanta obedecer, obedecer es placer Sussy…

Unos minutos después Massiel se corre en la cara de Susan llenándola de sus jugos, y al reponerse del orgasmo ayuda a Susan a terminar de vestirse y retocar el maquillaje. Ambas salen del privado y acompañándola a la puerta de la tienda se despiden.

Susan toma su auto sintiéndose tan excitada y caliente, sale del área comercial, en su mente no deja de escuchar a Massiel decir “obedecer es un placer”, con eso en la cabeza y aun saboreando los jugos vaginales en su boca llega a un exclusivo restaurante de la ciudad, al entrar un mesero la recibe.

– Bienvenida Madame

– Soy Sussy y vengo… a entregar un paquete…

En un privado del restaurante la joven pareja formada por la Sra. y el Sr. Loggan, dueños de la Corporación Loggan Aeroespacial, celebran su tercer aniversario de bodas en una intima y romántica cena, intima hasta que un camarero entra acompañado de una bella mujer, dejando a los tres solos cierra la puerta del privado.

– Soy Sussy y vine a entregar un paquete

– Parece que mi regalo ha llegado por fin, feliz aniversario querida.

La Sra. Loggan sonriendo se le acerca, camina alrededor de ella la observa detenidamente, con un gesto invita a su esposo a mirar de cerca a la recién llegada. El Sr. Loggan llega junto a ellas y le dice al oído a Sussy.

– Quiero ver el paquete.

Ella se quita el traje ejecutivo y solo se queda con su nuevo juego de encaje, de pie en medio de los esposos que inmediatamente empieza a acariciarla y besarla.

– Es hermosa, parece una muñeca… que labios deliciosos tiene amor.

– Es una muñeca, una muñeca para coger, y es toda tuya… ya viste estos senos linda, se que te gustan grandes.

– Me encanta amor.

El Sr. Loggan se coloca a sus espaldas, tomándola de sus senos le besa el cuello y con sus dedos libera los pezones de Susan, la Sra. Loggan se le acerca por de frente y por invitación de su esposo comienza a besarle los senos, mientras con sus manos acaricia su trasero y su coño, su lengua recorre en forma espiral su seno hasta llegar a su pezón y con su boca lo captura para empezar a mamarlo y delicadamente morderlo. En ese momento Susan deja escapar un gemido que se apaga con un beso de lengua que le coloca el Sr. Loggan. La Sra. Loggan observa a ambos besarse mientras ella sigue el ataque a los endurecidos pezones.

– ¿Me quieres poner celosa mi cielo?

Liberando los senos de Susan, con sus dos manos la toma por el rostro y le planta un beso y su lengua sin obstáculos empieza a sondear la boca de Susan que no puede controlar su excitación y acaricia a la chica mientras siente el endurecido pene del hombre que le acaricia las nalgas, con una mano sostiene el pene y con la otra empieza a bombear el coño de la chica. Finalmente el beso apasionado termina y Susan siente la fuerte mano del Sr. Loggan presionarle el hombro y entiende el mensaje cayendo de rodillas entre los esposos que empiezan a besarse apasionadamente, mientras ella inicia a lamer y mamar su verga y su coño en un ritmo intercalado para no desatender a ninguno.

Unos minutos después una ya desbocada Susan esta a cuatro patas manando la verga del hombre y recibiendo embestida tras embestida en su coño por parte de una excitada Sra. Loggan, que con un pene de plástico sujeto a sus caderas por un arnés le llena el coño mientras le dice lo puta y zorra que es al estar a cuatro patas como una perra siendo usada por ellos, ellas solo es la perra y ellos son sus dueños. Es la tercera vez que ambos esposos intercambia posición usándola.

– Esta perra tiene una boca deliciosa, ya casi no puedo aguantarlo.

– No te corras en la boca de esta perra, sigue gimiendo querida, sé que te encanta que te usemos, quiero que me llenes a mi corazón lo quiero dentro de mi.

– No te preocupes ella no se merece lo que te pertenece por derecho.

Diciendo estos la chica se aparta de Susan y quitándose el arnés deja expuesto su coño para que su excitado macho la penetre olvidando a Susan que aun no llega a correrse, ambos se entrelazan y mientras una celosa Susan gatea hasta ellos los observa llegar al clímax entre gemidos y gritos, luego de unos momentos que parecen interminables ambos esposos se mueven y levantándose se besan y abrazan frente a ella que espera a cuatro patas.

– ¿Qué esperas para empezar a limpiarnos?

Ella inicia a lamer sus sexos limpiando con su lengua los rastros se semen y fluidos vaginales mientras los esposos arreglan sus ropas, la velada termina con ambos esposos sentados a la mesa degustando sus postres y su ultima copa de vino. Mientras Susan sigue a cuatro patas bajo la mesa con un vibrador insertado en el culo y lamiendo los pies de sus dueños.

Poco a poco despierta y para su sorpresa se encuentra sentada en su despacho totalmente desnuda y conectada a electrodos desde donde salen cables que van conectados a una batería de computadoras y monitores a su alrededor, dos vibradores siguen insertados en su culo y coño pero las ataduras han desaparecido, observa todo como si fuera la primera vez que esta en su propio despacho, recorre la habitación buscando algún rastro de sus dueños, intenta levantarse pero se siente mareada y atontada, se inclina un poco hacia adelante y observa el suelo cubierto de una gruesa lona de plástico, la cual esta humedecida y salpicada de sus jugos vaginales y otros fluidos, al inclinarse siente que su equilibrio cambia pues sus senos parecen haber aumentado dos o tres tallas, sorprendida los observa y sin pensarlo los acaricia con sus dedos y siente lo sensibles que están, inmediatamente una oleada de calor la recorre haciéndola gemir levemente y el vibrador en su coño empieza a funcionar.

Su cuerpo empieza a reaccionar y recostándose hacia atrás deja que sus manos acaricien sus senos y que su coño vibre haciendo que su cuerpo se empiece a contorsionar por la excitación, una mano se desliza a su coño y la otra continua en sus senos, en su mente no hay nada más importante que obedecer, sentir placer, llegar al orgasmo, ella necesita correrse, ella necesita correrse y sentir placer al obedecer.

Susan se deja llevar por el ataque sexual sistemático al cual sus manos la someten, cerrando sus ojos intenta imaginarse de rodillas frente a un macho, un macho que la domina y la somete, ella necesita obedecer a su dueño, ella no es más que un juguete sexual… ella necesita correrse y sentirse como lo que es, como una…

– Hola Sussy Pussy me encanta que estés ya despierta.

Susan abre sus ojos y una sonriente Helen aparece ante ella de pie a su lado mirando como no puede detener su cuerpo y sus manos que ya a estas alturas mantienen de rehén a la parte pensante de su cerebro.

– Soy… soy una… aaaaaah…. Soy una perra…

La sonrisa de Helen no puede ser descrita al acariciar con su mano el cabello castaño de la nueva Susan mientras le comenta.

– Claro que lo eres Sussy Pussy, has sido una buena chica, buena chica… me encanta como todas al final terminan por romperse.

Helen ayuda a Sussy a levantarse y la lleva al baño privado donde empieza a asearla, sin perder la oportunidad de besarla y acariciarla sin la menor resistencia, al volver a la oficina con una desnuda Susan caminando como mascota obediente tras de ella, encuentran a Tara limpiando la oficina y empacando los dispositivos, al verla Susan siente un ataque de vergüenza y baja sus ojos al piso, Helen la toma por un mano y la coloca frente al escritorio, la inclina sobre el y ella responde colocando los codos sobre la cubierta del escritorio y separando las piernas, Tara entrega un vibrador a Helen que con una rápida lamida lo humedece y lo empieza a insertar en el coño empapado de Sussy, Tara coloca un paquete de documentos frente a Sussy y extrañamente las palabras escritas en los documentos no las puede leer, Helen empieza a meter y sacar el vibrador y ella empieza a temblar.

– No te preocupes si no puedes leer lo que dice allí, tuvimos que desechar algunas de tus habilidades para hacer de ti una buena chica, solo dejamos las que nos son necesarias, solo pon tu firma en los documentos…

Helen apaga y detiene el vibrador, Tara entrega un bolígrafo a la excitada Susan que sin otra orden firma los documentos que Tara va colocando frente a ella, al terminar Tara cierra la cartilla de documentos la coloca en un sobre y lo entrega a Helen que sonriendo le dice a Susan desde su espalda.

– Buena chica Sussy Pussy, buena chica ahora eres oficial y legalmente nuestra, toda nuestra.

Sin más por decir Helen introduce el vibrador y le besa la espalda mientras Tara acaricia sus senos y la besa apasionadamente haciéndola estremecer. Minutos después Helen sentada en una butaca observa a Tara sentada en el escritorio con las piernas separadas y la cabeza de Susan entre ellas, ambas se detienen al escuchar el timbre del teléfono, con un gesto de manos Tara se levanta y tomando a Susan le dice al oído.

– Posición de obediencia Dos.

Sin el menor pensamiento el cuerpo de Susan cae de rodillas con sus nalgas descansando en sus talones, sus piernas ligeramente separadas, sus manos entrelazadas a su espalda erguida levantando sus grandes y hermosos pechos, su cabeza inclinada hacia el frente con la mirada clavada al piso.

Tara contesta la llamada.

– “Baxter Health Care & Spa, Oficina de la Dra. Baxter”

– “Soy Samantha Baxter, comunícame con mi madre”

– “Un segundo Señorita Baxter, la comunico”

Tara presiona el botón de espera y voltea a mirar a la sumisa Susan y a Helen de pie a su lado. Helen se coloca frente a Susan y tomándola por la barbilla la obliga a mirarla

– Lo harás tal como te he ordenado verdad querida, serás una buena chica por que tú quieres obedecer.

– Así lo hare mi señora…

Con esto Tara entrega el auricular a Susan y esta con una mano lo sostiene y con su mano libre se inserta dos dedos en su coño, empieza a masturbarse mientras contesta.

– “Hola Sammy, ¿como va el viaje?”

– “Hola mom, todo bien, estaremos de vuelta mañana”

– “Excelente cariño… enviare a mi asistente a recogerlas al aeropuerto…”

– “Hazme el favor de no enviar a nadie como el ultimo idiota que enviaste por nosotras, no quiero pasar todo el camino intentando hacerle entender a alguien que no quiero hacer amigos ni ser sociable con empleados”

– “Sí… cariño… enviare…”

– “¿Te pasa algo, te escucho algo extraña?”

– “Dame un momento”

Tara acciona el botón de espera y Helen la toma por un brazo levantándola bruscamente, mete uno mano en su propio coño desliza sus dedos dentro y luego los coloca en la boca de Susan y la desvalida Susan los empieza a lamer con desesperación, sus ojos se ponen vidriosos y su rostro se relaja. Helen con una mano la toma por el cuello y hace una señal a Tara, mientras le susurra al oído a Susan, Tara acciona el botón y Susan repite como un marioneta lo que Helen le susurra al oído.

– “Lo siento querida una llamada en la otra línea”

– “¿En serio estas bien, estas ocupada?, estas muy rara”

– “Tranquila querida solo trabajo, enviare a mi asistente Tara por ustedes, te veré mañana en la cena que organicé para ustedes, debo dejarte”

– “Bueno esta bien te veré mañana, adiós”

– “Hasta pronto Sammy”

– “Deja de llamarme Sammy ya no soy una niña”

Con esto la llamada se cierra y una sonriente Helen comenta.

– Claro que no eres una niña Sammy pero pronto dejaras de ser una mujer y tu me vas a ayudar Sussy Pussy. Has sido una mala chica, mala chica, unas horas más y acabaremos con eso que queda en tus sesos.

Al día siguiente una sonriente Susan conversa con sus hijas sentadas a la mesa de su mansión, Susan se escucha responder a si misma, pero sus palabras no son suyas, siente como si alguien mas las dijera por ella. Las chicas le comentan sus aventuras en España, Alemania y Francia, obviamente evitando mencionar las fiestas, drogas y alcohol en todos esos países, Samantha le habla de unas montañas al norte de Alemania pero Susan solo pude mirar sus labios tentadores y sus pechos generosos cubiertos con una ligera camisa de lino, al otro lado Melissa la menor de sus niñas es casi un clon de su madre, de cabellos castaños y a diferencia de su hermana con menor busto pero de cabellos rizados, ríe al escuchar el relato de su hermana al contarle a su madre como Melissa ridiculizo a una empleada del hotel en Alemania, en el fondo de la mente de Susan un temor crece mientras observa como Rossana sirve los platos y llena las copas de cristal con bebidas que las chicas toman sin siquiera reparar en la presencia de Rossana, Susan mira sonriendo como las chicas terminan sus bebidas cargadas con un poderoso somnífero, las conversación poco a poco empieza a hacerse mas pausada y termina cuando Melissa torpemente intenta cortar una pieza de carne y deja caer sus cubiertos al suelo, Samantha la observa atontada y al intentar preguntar si se encuentra bien termina con su cara enterrada sobre el plato de ensalada de lechuga colocado frente a ella.

susan observa sentada sin moverse a sus dos hijas aturdidas en la mesa, mientras Rossana abre una gaveta en una mesita cercana sacando un collar de cuero y una cadena que le coloca en el cuello, lo que hace que Susan se excite completamente esperando con ansias llegar al tan anhelado orgasmo, Rossana se quita la falda y coloca su coño al alcance de la cara de Susan.

– Has sido una buena chica Sussy, ambas hemos sido buenas chicas, lámeme el coño y dame mi recompensa.

Minutos después ante un aturdido publico Rossana termina por correrse en la cara de Susan, sin poder aguantar mas Susan siente como todo a su alrededor se nubla y pierde el conocimiento.

Vagos recuerdos llegan a la mente de Susan mientras esta de pie en la estancia de su mansión frente a la puerta principal, esta vestida con un fetichista traje de empleada francesa el cual casi no cubre sus ahora mucho más grandes pechos, una tanga negra se le encaja en la raja que divide sus nalgas y sus pies están encapsulados en unos zapatos de tacón de aguja de por lo menos 4 pulgadas, casi se sostiene en pie solo con sus dedos pulgares, el collar de cuero que Rossana le colocara la noche de la cena la hace sentirse mas humillada que de costumbre, y al recordar la cena a su mente vuelven borrosos recuerdos de sus hijas siendo llevadas a una camioneta negra en el garaje de su mansión, luego otro borroso recuerdo la invade al estar de pie mirando a través de un cristal frente a un cuarto de cirugía observando a sus hijas atadas a sillas parecidas a las que usan los dentista, sus cabezas y cuerpos cubiertos con electrodos, sus coños y culos llenos con vibradores, su cuerpo se excita al ver como ambas chicas se contorsionan al recibir placer y ser condicionadas, sus jóvenes cuerpos y sus cerebros son bombardeados sin tregua hasta que llegan al orgasmo una y otra y otra vez, una envidiosa Susan las observa correrse y no puede dejar de mirar esos pechos que parecen haber crecido dos o tres tallas en los últimos cuatro días.

El sonido de la puerta de entrada la vuelve a su sumisa realidad, Rossana camina a la puerta y el recién llegado entra tomando a Rossana por la cintura y colocándola contra la pared le planta un apasionado beso y sin mas le saca un de sus senos fuera del costoso traje de seda que antes fuera de Susan, con su boca atrapa el pezón y los gemidos de Rossana llenan la habitación, Susan empieza a sentir como sus jugos corren por sus piernas mojando las bragas y medias, el hombre suelta a Rossana que le informa.

– Bienvenido señor, todo esta listo. Sussy esta condicionada como la perra que siempre a sido.

Ambos se acercan a ella que no deja de temblar por las ganas de ser usada por esa hembra y ese macho, su mirada se clava en el suelo y siente como ambos se colocan a su lado, el hombre la toma por la barbilla y la obliga a mirarlo, ella sigue mojando sus bragas y medias cuando el aroma de su macho la embriaga, el hombre desliza el cierre de su pantalón y se saca la verga mientras la coloca a ella contra la pared, luego la presiona con su cuerpo deslizando su dura verga dentro de Susan que siente que esta a punto de estallar, el hombre empieza a bombearla con más y más fuerza y Sussy no puede conterse, el hombre la toma por los cabellos y mirándola a la cara le dice.

– Dime lo que eres.

– Soy aaaag soy una perra sumisa que te pertenece.

El hombre le sonríe mientras la mantiene penetrada.

– Has sido una buena chica estas semanas, igual que Rossana debes tener una recompensa… correte para mi puta.

Ante esta orden la mente de Susan termina por desconectarse cuando oleada tras oleada de placer la invaden. Meses de ganas, terminan y se corre tantas veces que pierde la cuenta y en su aturdido cerebro los últimos rastros de la mente consciente de Susan terminan por desaparecer dando paso a Sussy Pussy.

Al volver a la realidad una feliz y realizada Sussy siente como Rossana la hace caminar a la alcoba principal siguiendo al hombre que ahora es su dueño, ella necesita complacerlo y demostrarle lo obediente y dócil que es. Al entrar los tres en la habitación pueden ver frente a la cama matrimonial a Samantha y a Melisa que a cuatro patas están conectadas entre si por un dildo doble que tienen insertados en sus culos, ambas chicas se mueven acompasadas para penetrarse una a la otra, ambas visten exclusiva y delicada lencería roja y negra, con sostenes de media copa que casi no logran sostener sus deliciosos senos, medias a juego y ligueros. Rossana avanza hacia ellas y acciona un botón en medio de los dildos que los hace soltarse, les ordena ponerse de pie y ambas chicas con la mirada perdida son acariciadas por Rossana en medio de ellas.

– Tal como lo pediste señor condicionadas justo como su madre, ¿qué te parecen?

Las chicas dejan escapar gemidos de placer cuando las manos expertas de Rossana les acarician sus delgados y atléticos cuerpos haciéndolas estar más excitadas y húmedas si eso es posible.

– Excelente, me parece excelente, ven aquí Sussy.

Sussy camina hasta su dueño y observa a las chicas semidesnudas frente a ella, ya no son sus hijas son dos perras justo como ella lo es. En ese momento un móvil empieza a sonar y el hombre toma la llamada.

– “Hola Mr. B lamento si estoy interrumpiendo algo importante”

– “Hola Robert, descuida aun la fiesta no ha comenzado, me parece que has hecho un excelente trabajo”

– “Nada de eso señor, no hubiéramos podido lograrlo en tan poco tiempo sin su colaboración con los nanos, han sido más efectivos de lo esperado… por cierto Mr. L ha hecho una oferta importante para una velada familiar”

Mientras conversan Rossana hace que ambas chicas se coloquen una frente a la otra y les ordena besarse, a lo que sin vacilación ambas chicas se acarician y besan apasionadamente, sus lenguas juegan a entrar y salir de las bocas de ambas mientras sus pechos se aplastan entre si, luego de un momento Rossana les dice algo al oído y ambas chicas caen de rodillas una a cada lado de la cama con sus nalgas sobre sus talones su cabeza inclinada hacia el frente haciendo que sus cabellos caigan de lado sobre sus pechos que sostienen con sus manos ofreciéndolos generosamente.

Los tres se acercan a la cama entre caricias y besos y el hombre termina la conversación diciendo.

– “Tranquilo Robert, sabre recompensarte con lo que necesites para la nueva fase… ahora si me disculpas tengo una familia que atender, debo ver que pueden hacer mi esposa y mi amante juntas en la cama…. Dile a Loggan que lo pensare”.

PARA CONTACTAR CON EL AUTOR ESCRIBIDLE A:
blackfires@hotmail.com

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