me había corrido así que baje a cambiarme de pantalón. ellas también bajaron a cenar al comedor, pero no decían nada. estaban super cortadas. saben que las había visto y ellas a mí con la poya entre las manos.

nadie se atrevía a decir nada. solo mi mujer decía:
– parece que os ha comido la lengua el gato sí que estáis callados los tres. te cambiaste el pantalón, cariño – me dijo mi mujer.
– si me lo manche y me lo he cambiado.
– que tal los estudios -dijo mi mujer.
– bien.
– que estudiáis.
ellas no sabían que decir ellas.
– están estudiando anatomía- salte yo.
– ah pues tu padre sabe de eso podía echaros una mano verdad cariño -dijo mi mujer.
– claro cuando quieran.
– no es necesario mama.
– claro que si cariño. para tu padre no será ninguna molestia. él aprobó la carrera de médico y sabe del cuerpo humano. por cierto, cariño -dijo mi mujer- he quedado con una amiga para salir. vendré tarde. cuida de las niñas y dale una clase. ya verás como con tu padre es más fácil el cuerpo humano.
mi mujer lavo los platos y se fue. yo me quedé con ellas y subí al su cuarto.
– así que necesitáis una clase de anatomía o una buena poya -dije yo- so zorras.
– sé que nos has visto papa comiéndonos el chocho, pero a ti también te hemos visto también meneándotela y corriéndote. así que estamos empate además nos gusta el sexo.
– si lo supiera tu madre que diría. lo más probable que no lo entendiera al igual que tú.
– vamos no es tan malo señor Sánchez además a mí me gusta su poya y no me diga que no se ha puesto cachondo al vernos.
– pero que dices- dijo mi hija- eres una zorra. que quieres tírate a mi padre.
– pues mira he visto su poya y esta para comérsela. menudo poyon y cuanta leche cuando se corrió.
– eres una guarra y luego dices que me amas -dijo mi hija.
– claro que te quiero, pero también me gustan las poyas bien grandes y lechosas.
y sin decir nada se acercó a mí y me bajo los pantalones y me empezó a comer la poya. yo estaba alucinado al igual que mi hija.
– tu eres una puta al final te vas a tirar a mi padre so guarra.
– no cariño no lo vamos a tirar las dos o no me digas que no te ha puesto cachonda cuando ha sacado su poya gorda y grande y ha empezado a echar leche. además, tú sabes lo rico que esta. mira la cara que pone cuando se la chupo. verdad cabron que te gusta -dijo la amiga de mi hija -verdad que nos follaras a las dos y que te pone cachondo follarte a tu hija. hijo puto.
-si zorra si quiero follaros a las dos que seáis mis putas.
– lo ves cielo como tu padre es como tú de guarro -le dijo su amiga a mi hija.
me di cuenta de que, aunque mi hija le gustaba el sexo había sido su amiga quien la había iniciado y la había hecho tan puta como ella.
– mira cariño- dijo Ainhoa- como tu padre me folla. te pone cachonda so puta.
– si si guarra -contesto mi hija- mucho.
– y no te gustaría que te la metiera en el culo y te diera bien mientras yo te como el chocho. vamos so puta que sé que lo estas deseando.
yo alucinaba Ainhoa hacía de mi hija lo que quería y encima le gustaba.
– dele por culo a su hija. ella lo está deseando al igual que usted que desea follarsela a su hija.
yo no podía más cogí a Silvia y se la metí hasta los huevos por el ojete. la poya entro sola sin esfuerzo ninguna me di cuenta de que no era la primera poya que entraba por ahí. ella estaba en la gloria se le iban los ojos del gusto que la daba.
-así así papa rómpeme el culo- que gusto.
Ainhoa se estaba masturbando, viéndonos follar.
– dele bien a la zorra de su hija por el culo le encanta y luego deje que le coma la poya yo a usted. esta tan rica.
mientras follaba a mi hija la dije a Ainhoa:
– ven aquí zorra que quiero comerte ese chocho tan vicioso.
ella enseguida se abrió de piernas y me dijo:
– chúpame el chumino hasta que me lo desgastes.
así que empecé a chupar el chocho a Ainhoa y a joder a Silvia que estaba en el paraíso y me pedía más poya.
– así así papa no pares de follarnos danos mucha poya.
mientras estábamos follando a todo tren no oímos la puerta que había llegado mi mujer y al no vernos ya que se nos había ido el santo al cielo follando subió a la habitación al oír los gemidos y nos pilló en plena faena.
– ahahaha -grito mi mujer -cabron degenerado. como has podido follarte a nuestra hija y a su amiga. eres un cerdo y encima me has puesto los cuernos.
– no mama -dijo mi hija- hemos sido nosotras las culpables -dijo mi hija -le hemos provocado.
mi hija y su amiga le conto el incidente de la puerta.
– sois unas guarras y mi marido un cabron- se puso echa una furia- no le basto yo. que encima quieres follaros a vosotras y me pone los cuernos.
CONTINUARA

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