Conocí a Lucy en el trabajo, a simple vista era una chica tímida, con una pinta del típico fetiche de secretaria a la antigua o de bibliotecaria reprimida… con lentes gruesos, piel clara casi pálida, vestida como persona mayor… a simple vista no llamaría mucho la atención, era un prototipo de Betty la fea, solo que reservada, seria.

Pero justamente esta apariencia fue la que, en un momento de relajo del estrés del trabajo, hizo que a manera de juego me fije más en su apariencia… no tanto en lo que uno ve rápidamente… sino en los detalles: tenía ojos grandes, labios gruesos, un cabello ondeado que si lo llevara suelto llamaría más la atención.

Era alta, poco más de 1.70m. Sobre sus formas no podía decir mucho porque ,como dije, solía vestir como para no mostrar mucho, pantalones sueltos, faldas debajo de la rodilla… llegue a pensar que pertenecía a algún culto religioso que le impedía mostrar más de la cuenta.

Sin embargo un buen observador podía apreciar que, a pesar de su silueta delgada, sus curvas se formaban en la tela… no era voluptuosa pero tendría figura esbelta seguro, le había visto alguna vez cargar con una mochila, típica de las que van al gimnasio tras el trabajo.

Con el tiempo, a través de una amiga en común llegue a conocer a Lucy, tenía su gracia y se fue soltando, pero igual se la veía hermética y hasta misteriosa… esta llegue a teorizar que vivía con 40 gatos, estilo gatubela, o que tendría una vida secreta más llamativa de lo que aparentaba y que se reprimía para que no la descubran.

Un tiempo en note que empezó a vestirse mejor, colores más vivos, vestidos no ceñidos pero entallados, faldas razonablemente sobre las rodillas, algunos tacones y algún rastro de maquillaje… un cambio, no muy radical, pero sí muy positivo a comparación de lo de antes.

Luego me entere que estaba saliendo con un chico del área administrativa donde trabaja, Sergio, tenía una pinta de nerd ese muchacho, pero bueno… ella también… así que se los veía bien y me alegre por ella, que ahora la veía soltarse un poco más.

Alguna vez la encontré saliendo por la cochera, le pase la voz, si la podía jalar en mi auto… me miro un poco avergonzada y se negó gentilmente. Pensé que era por un tema de desconfianza o de respetar a su reciente enamorado y no generar comentarios, lo que no me pareció mal que cuidara su imagen en el trabajo, con tanto chismoso mal intencionado.

Un día fui a una reunión con un colega, que era bastante hablador. Resulto, que entre chisme y chisme que me contaba de las chicas de la oficina, me comento que conocía a Lucy de la universidad, que con unos tragos podía ser muy desinhibida, coquetear con chicos y hasta aceptar propuestas de chicos para irse a la cama.

Bueno, dicen que las que parecen tranquilas son las peores, pero… ¿hasta qué punto creerle a este hablador?. En la universidad me toco un compañero charlatán que presumía haberles hecho de todo a las chicas más tranquilas, pero cuando ellas se enteraron termino más abofeteado. Entonces como confiar en las habladurías.

Poco después salimos en grupo de amigos a tomar unos tragos y si note a Lucy más extrovertida, más conversadora y alegre con unos tragos, un poco picara… me dije una cosa es esto, pero otra es llegar a mas…

Luego por temas de trabajo nos tocó un viaje corto a otra ciudad. Al salir a cenar y andar conociendo la ciudad de noche, fuimos conversando más y haciéndonos amigos. Así que en confianza le dije para tomar algo… me miro desconfiada y amablemente se rehusó, supongo que era respeto por el enamorado. Se excusó que al día siguiente teníamos reunión temprano y no era para pasar mala noche.

Bueno mi propuesta en realidad no fue tan de mala fe o esperando verla transformarse en ninfómana. Aunque si estaba comenzando a sentir curiosidad por lo que me comentaron y por descubrir más de esa chica desinhibida que vi en esa reunión de amigos.

La siguiente vez que salimos en grupo, por coincidencia nos quedamos al final. Ya había oído que vivía en una zona céntrica algo peligrosa. Lucy decía que no tenía problemas en irse sola, que ya la conocían en su barrio y que no pasaría nada. Aun así como caballero me ofrecí a acompañarla en el taxi y luego ir a mi casa. Eso sí me acepto.

Más bien me sorprendía que ella iba sola a las reuniones. Conocía a su enamorado Sergio, era de mi universidad, más joven que yo. Era bastante tímido pero buena gente y soltaba sus bromas, me hacía recordar a mí unos años atrás.

Volviendo al relato, Lucy y yo estábamos medio ebrios en el taxi, le dije que esperaba que les vaya muy bien porque eran una linda pareja. Cuando me di cuenta, tenía la cabeza de Lucy sobre mi hombro, y sus manos estaban cerca de mi entrepierna y me sonreía como una niña contenta por mis buenos deseos hacia ella.

– Ok… me dije… se va soltando la niña…

Pero llegamos a su casa. Al despedirse, me dio un beso muy cerca a mis labios…

– Esteee, nooo… estoy malinterpretando seguro, deben ser los tragos y las cosas que me dijeron, quizás solo ya no somos conocidos sino amigos y hay más confianza… pensé.

Y si, hubo más confianza, cuando nos encontrábamos en los pasillos, conversábamos y reíamos. Veía que Sergio se ponía algo celoso. Pero Lucy le daba su lugar, lo tomaba del brazo para que vean que era su pareja y para calmar sus celos.

Hasta que, nuevamente por temas de trabajo, volví a viajar con Lucy, serian 3 días y 2 noches fuera. Esta vez vino Sergio a despedirla al aeropuerto y me la encargo bien, le dio un gran beso frente a mí, como marcando territorio.

Lo bueno es que en el trabajo todos sabían que yo también tenía enamorada, de muchos años, me consideraban casi casado, porque cometí el error de mencionar que estaba conviviendo con mi pareja… pero no quise decir que no funciono y que llevaba un par de meses solo.

Al poco de subir al avión, conversar y reír, Lucy en confianza, se quitó los lentes, me tomo del brazo y se acurruco en mi hombro, muy cariñosa. Voltee y le di un beso en la frente, me sonrió con los ojos cerrados, nuevamente como niña… entendí que deseaba dormir…

– ok… otra vez esto… tranquilo… no mal interpretes… esto recién empieza… no te ganes líos por el resto del viaje… me decía para calmarme.

Tenía la respiración un poco agitada, después de romper con mi novia, este contacto lo sentía como una insinuación. Pero era muy pronto para abalanzarme, si me equivocaba seria malograr el viaje, así que tendría calma y esperaría otra señal. Yo también intente dormir.

Al llegar y despertar, siguió siendo cariñosa… ya no parecía un viaje de trabajo, sino un viaje de pareja… como teníamos la tarde libre y yo conocía la ciudad, la lleve a conocer algunos sitios… a la espera que en algún momento me diera otra señal… pero nada…

Salimos a cenar y esta vez sí acepto unos tragos, se soltó un poco más. Al volver al hotel… cada quien a su habitación… yo estaba en el tercer piso y ella en el cuarto piso, su habitación justo encima de la mía… apenas podía escuchar sus movimientos.

– Mierd… no hubo otra insinuación, al menos no metí la pata en el avión. si la besaba hubiera sido un gran error. Bueno, será una paja más… pensé.

Me acomode en la cama, resignado a ver la tele o colgarme del wifi del hotel y buscar un video porno para pajearme… pero justo en ese momento recibo un watsapp.

– Gracias por mostrarme la ciudad… la pase genial… me decía Lucy.

– No te preocupes… en otro tiempo libre te muestro mas (mi verga por ejemplo le quería decir, pero era muy mandado).

– Oye… como que hace un poco de frio… me dijo siguiendo la conversación.

– Si… ¿sabes que es bueno para eso?… le dije.

– ¿Qué cosa?… pregunto intrigada.

– El calor corporal… le dije.

Me sorprendí de escribirle con tanta soltura, coquetearle así, mejor dicho insinuarme, cosa que no había hecho antes… quizás los tragos, lo que creí fue una insinuación suya en el avión, o el cariño con que me trato toda la tarde… y el hecho de estar solos, más las cosas que oí de ella… más el morbo que me estaba causando Lucy, su apariencia… era todo eso sumado…

Hubo una incómoda pausa… pensé que lo había echado a perder, que me había apresurado, solo rogaba que no lo tomara a mal, que lo tomara a broma… comencé a pasearme como león enjaulado en la habitación… hasta que oí que había recibido otro mensaje… me apresure a mi celular verlo…

– Sube…

Mensaje conciso, sin dudas… me apresure en subir, en el camino dude, pero era otra señal, otra insinuación o me llamaría la atención por coquetearle sabiendo que tenía enamorado… podía esperar… estaba con la adrenalina a mil… toque la puerta y abrió…

Bueno… mato mi fantasía de encontrarla en ropa interior sexy dispuesta a todo… más bien Lucy estaba con una pijama polar de color rosado, que la cubría todo… me invito a pasar…

Empecé a dudar, hasta ahora se comportaba como una niña que se acurruca con su padre, inocente… quizás yo estaba mal interpretando sus reacciones. Lo cierto es que me invito a echarme y cubrirme con las sabanas. Nuevamente Lucy se acurruco a mi lado mientras veíamos la tele… nuevamente como en el avión, voltee a besarle la frente,

– Mi última jugada, si no pasa nada o me cree su papa o estoy en la friendzone… pensé.

En realidad a estas alturas yo estaba con la sangre hirviendo, me la quería follar a como dé lugar, pero era una compañera de trabajo, el lio que se armaría si me acusaba de propasarme, de acoso… por suerte al verme dudar… fue Lucy quien tomo la iniciativa.

Tras el beso en la frente, ella emitió unas risitas, luego espero un rato, al no verme avanzar más… Lucy pego su rostro al mío sonriendo, cuando voltee nuevamente, ella se me abalanzó y me beso… al poco rato sentía su lengua en mi boca.

No me dio tiempo de reaccionar, al darme cuenta, su mano ya se había metido en mi buzo y tenía apresada mi verga. Al sentirla dura, ahogo una risita coqueta de felicidad entre los besos que me daba… y empezó a pajearme…

Aquella chica tímida que hace meses apenas me miraba, ni me hablaba y se vestía atroz, ahora estaba desbocada como una fiera sexual. No me daba tiempo de reacción, apenas alcance a empujar las cobijas de la cama, para hacernos espacio…

Una vez que vio me verga al descubierto… sus ojos se abrieron más, maravillada, ansiosa… lo siguiente que recuerdo fue que se abalanzó sobre mi pene y lo comenzó a mamar como toda una experta… con un frenesí… ahogaba jadeos y gemidos entre su garganta y mi verga.

Yo complacido, solo atine a acariciar su largo y ondeado cabello… mientras ella jaloneaba mi ropa interior y mi buzo para descubrir más mi pene, que era el objeto de su delirio…

– Te la quería mamar desde el avión… uhmmm… me dijo excitada.

Supongo que noto en el avión, que su cercanía hizo que tuviera un amago de erección y eso la había excitado, optando por hacerse la dormida para controlarse… pero ahora, en privado, daba rienda suelta a sus deseos… y lo hacía muy bien, sus gruesos labios y mojados acariciaban deliciosamente mi verga…

Al menos, me ahorre la paja… pensé… creía que Lucy no se atrevería a mas, por ser la primera vez que llegábamos a esto… más aún si la veía aferrada a mi verga como sanguijuela… quizás intuyo mis pensamientos…

Sin dejar de pajearme, se dio maña para quitarse la parte superior de la pijama, sus blancos y medianos senos estaban henchidos de la excitación, sus pezones erizados… luego jaloneo mi pantalón de buzo para quitármelo, yo la seguía como podía…

– Quitatelo ya… me pedia ansiosa.

Mientras terminaba de quitarme la ropa, ella hacía lo propio con su pijama, estaba de espalda a mi, solo le quedaba su pequeña tanga negra medio translucida… para haber sido reservada en su ropa, era bastante sensual su ropa interior… eso me excito más…

Yo seguía echada, mientras ella estaba arrodillada, pugnaba por sacarme el pantalón por mis pies… mi morbo hizo que dejara de ser un espectador y fuera más activo en este encuentro… la jale de la cintura, saque a un lado su tanga… e intente hacer diana en su vagina…

– ¿Queee?… Uhmmm… ufff… gimió Lucy complacida.

Mi verga deslizo rápidamente por su interior… estaba hiper lubricada, fácilmente le entro media verga, mientras sus piernas temblaban, termino por forcejear lo que le quedaba de estrechez, hasta queda empalada…

Un temblorcillo le recorrió la columna, podría jurar que había llegado a un orgasmo solo con esa sorpresiva penetración… luego de disfrutarlo unos instantes, sin decirle nada, ella se acomodó, como arrodillada dándome la espalda, ladeo sus piernas en mi cintura y comenzó a saltar ella misma, yo la tenía asida por la cintura…

– Ohhh… siiii… al finnn… exclamo complacida.

Parecía que me tenía ganas hace un tiempo, quizás desde el taxi que compartimos cuando la lleve a su casa o desde el último viaje… como sea… ya la tenía enganchada y ella misma se infringía castigo, al poco rato otra vez la vi estremecerse… vaya esta mojigata se las trae…

Pero yo no quería ser un accesorio que ella usaba, quise ser más proactivo, me tocaba a mi tomar el control… la fui empujando hacia adelante, hasta que sin separarnos mucho, fuimos adoptando la posición del perrito…

– Uyyy… q ricooo… perrito… uhmmm… gimió excitada.

Esta vez yo comencé a bombearla, sintiendo sus nalgas rebotar con mi ingle, mientras veía sus cabellos ondeados volar en el aire… mucha tentación, me dije, la tome del cabello con una mano y con la otra la cintura y empecé a cabalgarla.

– Siiii asiii… dameee… ayyy…. Uhmmm… jadeaba lujuriosa.

En la cabalgata que le daba, mi fije en su arrugado anillo, lo vi algo dilatado, palpitante… introduje un dedo sin mayor resistencia de su parte… creo que la excito más… otro temblor la invadió de pies a cabeza, ¿otro orgasmo? O era un tic nervioso…

Fui cambiando de dedo, con tal de probar su flexibilidad… hasta que metí el dedo gordo, hubo poca resistencia… Esta chica parece que es más experimentada de lo que aparenta, parecía haber jugado con su ano… quizás si le meto la verga no opondría mayor resistencia…

Hice el ademan, saque mi verga de su vagina y la dirigí a su ano…

– Nooo… por ahí nooo… se quejó… poniendo su mano, cubriendo su guarida.

– ¿Por qué no?

– Eso está reservado… se excusó un poco apenada de no satisfacerme.

Entendí que lo reservaba para Sergio, aunque dudaba que el pensara en esas cosas, o se lo llegara a pedir… en fin, intente no hacerme problemas por eso… total, me estaba tirando a su enamorada… era la primera vez que hacia cornudo a alguien…

Habíamos llegado más lejos de lo que imagine… estaba bien disfrutando de sus atributos que escondía al mundo, para ser la primera vez no quería abusar de su confianza o insistirle… Lucy la mamaba fenomenal, besaba tan bien, gemía y pedía tan rico… que esperaba que no fuera la última vez… al menos en ese viaje…

Si tenía suerte podía deleitarme con ella más, y en algún momento me dejaría pase libre para disponer de todo lo que quisiera… así que para que apresurar las cosas y ganarme su desconfianza… respete sus límites… y disfrute su entrega…

Volviendo al encuentro, tras esa negativa, ella decidió cambiar de posición, quizás sentía que era mucho riesgo dejarme su ano a mi vista, mucha tentación… se acostó boca arriba, abriendo las piernas para recibirme al estilo antiguo, el buen misionero…

Lo bueno de esta posición es que sentía sus senos, ir y venir con su respiración excitada, sentía sus labios, sus húmedos besos con lengua… podía tomar y acariciar sus cabellos… veía su rostro excitado, era una linda mujer a decir verdad…

– Ay que rico me cogesss… uhmmm… me decía estremeciéndose otra vez.

Me aleje un poco para contemplarla más, recién me pude percatar que su vagina estaba depilada… lista para ser apreciada y abusada… esta muchacha que hasta hace poco consideraba casi una monja, resultaba ser una caja de sorpresas.

Le puse sus piernas sobre mis hombros y levante un poco sus caderas y la fui penetrando armónicamente, subiendo y bajando su cintura… ella se alocaba en cada penetración, sus manos ladeaban su cuerpo, arañando las sabanas.

– Siii… asiii… uhmmm…

– Uy que ricooo…. Ya casiii… le adverti…

– No esperaaa… me pidió extasiada.

Aguante un poco mas, intente pensar en otras cosas, como, como en su enamorado que lo consideraba buena persona y yo acá tirándome a su novia… pero en realidad ella tiraba bien rico, mejor que otras chicas de mejor facha…

Lucy era diferente, tenía una entrega, una desinhibición, una forma de besar, de gemir, que parecía disfrutar en todo momento, de cada detalle, de cada penetración… como si fuera la última vez que se la cogerían… eso era excitante…

– Ouuu… uhmmmm…. Ahhh… exclamo en otro brusco orgasmo.

– Yaaa… se viene… le adverti..

– Siii… sobre mi… me pidió.

Saque mi verga y en segundos comenzó a escupir tibio semen, esparciendo mis líquidos por su vientre, llegando a sus senos y casi a su rostro…

– Ohhh… ufff…. Exclame aliviado, me había venido como caballo.

Ella deshecha me sonreía con toda mi leche esparcida en su cuerpo, veía como se resbalaban mis líquidos, mientras su pecho subía y bajaba por la agitación… en un momento me jalo para besarme como en agradecimiento.

Luego nos echamos cansados uno al lado del otro… sin darme cuenta, en pocos instantes me quede dormido… gratamente complacido, agotado por el cansancio físico y emocional, de haber ideado como insinuarme sin ser obvio… pero al final todo se dio…

Ese sería el inicio de una serie de encuentros cada vez más locos y excitantes como no había tenido antes, sin límites, cumpliendo uno al otro las más secretas fantasías… motivo por el cual, como imaginaran, Lucy adopto el apelativo de Lub…

Pero eso… eso es otra historia…

Continuara…

Para contactar con el autor:

AdrianReload@mail.com

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