El tráfico se despeja a medida que el auto deportivo se aleja de la ciudad, entrando a un valle rodeado de colinas, mientras avanza, Susan Baxter, revisa sus notas del día en su agenda electrónica, esta mucho más enfadada que lo habitual pues volvía a retrazarse por culpa de la ineptitud de Rossana, su ama de llaves, aun no podía despedirla pues no había encontrado reemplazo, realmente había sido un error contratar a una ama de llaves tan joven pero la muy estupida de Rossana había sido la única en aguantar el carácter de Susan, el mandito dolor de cabeza no desaparece, el auto recorre un largo trecho rodeado de árboles que separa las edificaciones de miradas curiosas.

Susan estaciona su auto y baja de el dirigiéndose al edificio central, es la orgullosa dueña de Baxter Health Care & Spa, la clínica estética mas selecta y prestigiosa de la ciudad, es un complejo de varios edificios completos con habitaciones, salas de descanso, quirófanos y el área administrativa.

Su paso es elegante sobre un par de zapatos de tacón de aguja de 3 pulgadas, sus largas piernas sostienen un cuerpo espectacular trabajado por horas de gimnasio y dietas, un culo en forma de corazón, caderas torneadas y un busto 36c están cubiertos bajo un traje sastre tipo ejecutivo, realmente solo algunas leves líneas de expresión delatan sus casi 40 años, pero ella muy bien sabe que cualquier chica de 20 daría lo que no tiene por verse como ella.

Al llegar a su despacho una nerviosa asistente sale a su encuentro con una cartilla de documentos y una taza de café recién hecho.

– Buenos días Dra. Baxter

– No se que les ves de buenos Tara, pero no te quedes allí como idiota y dime que hay para hoy….

– Lo siento Dra., la reunión con Farmacéutica Fuller se cancelo hace una hora, y solo le queda la consulta de la Sra. Corrales para la evaluación de su membresía…

Mientras Tara camina tras ella, entran al despacho e intenta ordenar sus ideas, se sienta en su escritorio y toma la taza de café que Tara le diera.

– Genial, cancelan una reunión importante y para colmo debo reunirme con la vieja Corrales que solo quiere cirugías para verse más joven que la nueva asistente veinteañera de su marido.

Firmando unos documentos termina su primera taza de café del día, la maldita migraña sigue allí.

– Cancela cualquier cita o reunión de la tarde no estoy de humor atender a nadie.

Tara asiente y rápidamente recoge los documentos, para luego salir de despacho.

Los minutos pasan y poco a poco la migraña empieza a ceder, es hora de una llamada, toma el celular y marca de memoria el numero, inmediatamente la contestadora automática le hace escuchar la grabación de un hombre de voz áspera ”Hola no puedo atenderte ahora… ya sabes que hacer…”

– Ya se que hacer pedazo de imbécil… – cancela la llamada, borra el numero de la lista de discado y cierra el teléfono mas enfadada, piensa para si misma ”para que quiero un gigoló si el estupido no esta cuando lo necesito”

Empieza a marcar otro teléfono cuando escucha sonidos de la puerta, empieza a voltear para mirar directamente a la cara de Tara cuando le grite “Que clase de estupida no entiende cuando alguien dice: no estoy de humor atender a nadie “, pero su irritación se convierte en sorpresa al ver a Tara de pie junto a la puerta con sus manos a la espalda y su cabeza baja mirando fijamente el suelo, pero esto no es lo mas sorprendente, una joven de aproximadamente 24 años camina hacia su escritorio, Susan al verla andar contempla cada detalle de su cuerpo, su cintura estrecha y su caderas, sus senos moverse al caminar, en su rostro sus ojos gris verdosos y sus labios gruesos enmarcados por sus cabellos negros oscuros. No es la primera vez que desnuda a una mujer con la mirada, pero si la primera vez que con solo mirar una sus pezones se ponen duros y su coño empieza a humedecerse, intenta levantarse y se da cuenta de la debilidad de sus piernas, a diferencia de ella, la recién llegada avanza con paso decidido hasta el escritorio y mirándole fijamente le aborda.

– Buenos días Sra. Baxter es un placer por fin conocerla, no se levante.

Aquellas palabras no se escucharon como una amable sugerencia. Susan extendió su mano estrechando la suave y blanca mano de la recién llegada.

– Soy Helen Bells, represento a Industrias Fredensborg, supongo que debe conocer sobre mis clientes, hace poco hicimos un primer contacto…

En ese momento la mente de Susan luchaba por prestar atención a la recién llegada y recordar aquel nombre de la compañía que de alguna forma le es muy familiar, pero esa mirada la hacia sentir como el animalito cegado por las luces del auto que lo golpeara a toda velocidad.

En ese momento ambas mujeres rompen el contacto visual y Helen le dice a Tara que se retire… Susan vuelve del viaje donde andaba su mente y recuerda claramente Industrias Fredensborg, la misma compañía que furtivamente intentara comprar la mayoría de las acciones de Baxter Health Care & Spa, forzando una ‘asimilación’, antes que esto se hiciera efectivo Susan pudo evitarlo. Eso y escuchar a Helen dar ordenes en su propia oficina terminan de alimentar su ira, levantándose sin mirar a Helen que ya esta sentada le dice.

– Le agradecería la visita señorita, pero esta empresa no tiene absolutamente nada que tratar con Industrias Fredensborg, y en lo que a mi respecta esta visita termina ahora.

– Sra. Baxter aun no ha escuchado nuestras propuestas y seria un gravísimo error no escucharme.

Diciendo esto ambas mujeres se levanta Susan se encamina a la puerta con paso vacilante y Helen rápidamente la intercepta, la sujeta del brazo y la hace girar para quedar frente a frente.

– Susan querida, realmente quiero hablar contigo sobre el futuro, necesito que me escuches por que mis propuestas serán muy buenas para ti.

Sus miradas se encuentran nuevamente y Susan siente como Helen la empieza a arrinconar contra la pared, sus cuerpos se van uniendo y Susan puede oler el aroma exquisito del cuerpo del Helen, siente como sus senos se empiezan a aplastar contra los suyos, los pezones duros y las manos de Helen presionando su cuerpo contra la pared la hacen sentir nerviosa y excitada.

– Si… si esta es la forma que Industrias Fredensborg hace… hace negocios… no estoy interesada.

– Tranquila Susan… Tranquila… Se que podemos arreglar esto en los mejores términos…

Diciendo esto Helen suelta uno de sus brazos y empieza a deslizar su mano desde la cintura de Susan hacia arriba hasta encontrar el arco de sus senos y los acaricia delicadamente.

– Suélteme quien cree que soy, si Fredensborg cree que enviándome una puta terminare vendiéndoles mi compañía no saben nada de mi.

– Al contrario Susan sabemos muchas cosas de ti…

Diciendo esto Helen desliza su mano en dirección contraria y encontrando el borde de la falda de Susan lo levanta acariciando su muslo y subiendo en dirección a su coño, mientras besa delicadamente el cuello de Susan provocándole un escalofrío y con satisfacción la escucha gemir por primera vez.

– Así me gusta Susan muy pronto sabrás que esta es la forma que me encanta hacer negocios.

Helen suelta el otro brazo de Susan y la toma por la barbilla mirándola directamente a los ojos ambas mujeres pueden ver la lujuria en sus miradas, Helen le planta un beso y su lengua empieza el asalto a la boca de Susan al mismo tiempo que sus dedos entran con facilidad al húmedo coño de Susan que a modo de respuesta solo emite ahogados gemidos.

Susan solo deja a Helen hacer, el beso se prolonga y los dedos en su coño empiezan a bombearla y para sorpresa de Susan su cuerpo empieza a reaccionar ayudando a Helen que ahora con su otra mano abre la blusa de Susan revelando y soltando sus redondos senos, el ataque de Helen se prolonga y Susan solo sigue allí contra la pared gimiendo y moviendo sus caderas al compás que marcan los dedos de Helen.

– Aaaaa… que intentas hacerme…

– Nada que tu no desees… y créeme que tu lo deseas… lo necesitas… lo deseas…

Sin que pueda contenerse Susan observa a la chica dar un par de pasos lejos de ella, observa a Helen meter las manos bajo la falda y sacarse un par de bragas de encaje negro, en ese momento se da cuenta que su cuerpo sigue moviéndose al ritmo de los dedos que bombean su coño, sorprendida, humillada y excitada comprende que son sus propios dedos los que entran y salen de su coño, no puede creer que ella este de pie contra la pared con sus senos descubiertos, masturbándose frente a una total desconocida.

Helen la observa masturbarse y mientras avanza hacia ella le dice

– Ahora si quieres escucharme Susan?

Una asustada, excitada y humillada Susan asiente con la cabeza y dice

– Agg siiii…

– No se hable más… Ahora te hablare de nuestra propuesta y de tu futuro…

Helen coloca sus bragas húmedas en el rostro de Susan y el olor de sus jugos hacen que la excitación de Susan llegue a limites desconocidos, luego le abre la boca y coloca las bragas dentro de la boca de Susan, que simplemente no lo soporta mas y su cerebro se desconecta de la realidad.

En la mente de Susan se agolpan sensaciones y recuerdos que no sabe que tan ciertos son o cuando sucedieron, se ve a ella arrodillada frente a una chica hermosa mamando y lamiendo su coño, luego con su rostro en el suelo lame un par de zapatos de tacón y observa la puerta de su despacho abrirse, luego lamiendo pies y mirando a Tara entrar con un juego de maletas, finalmente se ve atada a su escritorio boca abajo con sus piernas tocando el suelo, sintiendo una lengua explorar su coño y su ano, luego nada solo oscuridad, placer y oscuridad…

Un murmullo despierta poco a poco a la aturdida Susan que reacciona mirando el techo de su oficina, fue una pesadilla, todo aquello producto de su agotamiento y dolor de cabeza, parpadea un par de veces y luego de un momento intenta levantarse y cae en cuenta que esta atada a la silla ejecutiva de su despacho.

Esta completamente inmovilizada y para su terror desnuda, de su cabeza cuelga una maraña de cables de varios colores, en cada uno de sus senos puede ver pads adhesivos a cada lado de sus pezones, al igual que otro par adherido a cada lado de su vulva, Susan empieza a forcejear por liberarse y escucha crujir el suelo, sobre la alfombra una gruesa lona de plástico a sido colocada.

Al seguir intentando liberarse escucha ruido en el baño privado de su despacho y para su sorpresa ve salir a Helen y esta le sonríe.

– Hola Susan me encanta que estés despierta, no te molestes yo misma hice esas ataduras.

– Maldita loca suéltame de una buena vez… SUELTAME

– Tranquila Susan aquí nadie escuchara tus gritos, no recuerdas que mandaste insonorizar esta oficina para gritarle a gusto a tus empleados.

Susan comprende que esta aislada y atada en su propia oficina, empieza a llenarse de terror al ver la naturalidad con que todo pasa.

– ¿Que pretendes hacer…?

– Pues no quisiera aburrirte con detalles, pero ya que pasaremos un tiempo aquí y tu serás parte importante de la compañía te contare…

Helen conecta electrodos a los pads adhesivos de senos y vulva, todos los cables van conectados a computadoras colocadas en la habitación y monitores.

– Como te imaginaras industrias Fredensborg es la pantalla para una gran operación, nuestros clientes son habitualmente magnates, millonarios y demás personas importantes que requieren el servicio de nuestras profesionales.

– Si manejas un maldito grupo de prostitutas no me interesa… suéltame maldita perra loca de mier…

Helen acciona una orden en el teclado y una descarga eléctrica sacude el cuerpo de Susan que convulsiona sin control, dos segundos después el cuerpo de Susan se relaja y mira a Helen con una mezcla de terror y odio.

– Eso te recordara no interrumpirme… todos nuestros socios podrían tener prostitutas, amantes o parejas ocasióneles, pero esto les trae grandes problemas como chantajes, extorsiones y hasta peor amantes enamoradas, debido a esto nosotros por un módico precio les ofrecemos jóvenes mujeres dóciles y obedientes dispuestas a complacer sus mas oscuras fantasías, sin el menor problema para ellos.

Helen se levanta y se coloca al lado de Susan y mirando sus aterrados ojos y acariciándole los cabellos continúa.

– Aquí es donde entras tu mi querida Susan, la membresía aumenta y exigen variedad en la carta de opciones, así que tu negocio brinda facilidades inigualables para establecer nuestra granja de cría…

Helen se sienta en el regazo de Susan.

– Escogemos mujeres con perfiles psicológicos con tendencia a la sumisión, por medio de nuestras técnicas logramos ‘condicionarlas’ y hacerles cooperar.

– Como… como… puedes ayudarles a hacer algo como eso a… alguien, eres una mujer igual que ellas, cuanto te pagan yo pagare el doble…

– Dinero no, no me pagan, ellos me hicieron darme cuenta del placer que se siente obedecer y lo excitante que es mostrar a otras lo obedientes que pueden ser.

– Que piensas hacerme… estas loca si piensas que me convertiré en una puta como tu…

– Nada de eso Sussy no hay ninguna como yo, la mayoría son condicionadas con una personalidad secundaria adictas al sexo y totalmente obedientes, solo una llamada y ordenes y estarán en cuatro patas donde se les diga y frente a quien se les diga, harán cualquier cosa por complacer a su dueño y sentir placer al hacerlo, luego irán a casa sin el menor recuerdo de ser usadas como putas profesionales, en mi caso mi nueva personalidad asimilo la antigua, así que de ser una aburrida investigadora en neurología ahora me divierto haciendo jalea los sesos de nuestras profesionales.

– Eres una puta enferma… pero creo que no sabes tanto de mi maldita, yo jamás he sido ni seré sumisa… y… y… en algunas horas notaran que no he vuelto a casa y empezaran a buscarme…

Helen se sienta a horcajadas sobre Susan y sosteniendo su cabeza con ambas manos y le sonríe de forma tal que a Susan se le hiela la sangre.

– ¿Quien empezara a buscarte o llamar para decir que no apareces? ¿Tu gigoló Carlo que en este momento estará en alguna playa o un motel cojiéndose a Karen una de nuestras chicas, ella lo mantendrá ocupado por días, o tal vez la servicial Tara que ahora tengo en la recepción masturbándose y desviando tus visitas y llamadas pues ”no estas de humor para atender a nadie”?, ¿Tal vez Rossana que desde hace meses te ha estado drogando cada noche y te hace lamerle el coño y oler mis bragas condicionándote a responder a nuestro aroma, y de paso irritándote al bloquear químicamente tu capacidad de llegar al orgasmo… o tu adorable esposo que esta de viaje volviendo en tres semanas?… y hablando de tu familia…

Helen toma del escritorio una foto donde aparece Susan junto a sus dos hijas y su esposo.

– Mira lo que tenemos aquí, una hermosa familia feliz, dos hermosas nenas y su amoroso padrastro al cual respetan tanto como lo hace su madre que tiene amantes y aventuras… que edad tienen las nenas… 19 y 20 no es así… falta poco para que vuelvan de Europa…

– No metas a mis bebes en esto.

Susan termine por romperse y se suelta a llorar, Helen se levanta y toma un maletín mientras dice:

– Muy tarde Sussy pronto tus nenas sabrán lo excitante que es obedecer, mami ayudara a que aprendan.

– Por favor no… mis niñas no… No dejare que me usen no soy sumisa

– Muy tarde Sussy

Helen saca dos jeringuillas llenas de un líquido azul y se aproxima a la aterrada Susan.

– Que haces no te acerques con eso…

Sin siquiera escucharla Helen toma la jeringuilla y tomando uno de los senos de Susan inyecta todo el contenido dentro del seno.

– Aaaaaa estupida que haces…

Helen toma la otra jeringuilla y repite el procedimiento en el otro seno.

-Aaaaauch suéltame.

– Lo que acabo de inyectar en tus senos son nanobots que usando tus senos como colonia entraran en tu sistema llegando a tu cerebro donde me ayudaran a crear tu nueva personalidad, no tenemos mucho tiempo para adoctrinarte así que usaremos estos, son un prototipo de un nuevo colaborador de nuestra empresa, descuida ya los hemos usado con éxito y muy pronto dejaras de pensar con los sesos y en cambio lo harás con el coño, el culo y este hermoso par de tetas… esto te hará tan sumisa como yo quiera.

Susan siente como un hormigueo empieza en sus senos y poco a poco va sintiéndose mareada hasta que pierde el conocimiento, mientras eso pasa Helen termina de conectar todos los equipos y coloca intravenosas en los brazos de Susan.

– Todo listo ahora solo queda esperar.

Los minutos se convierten en días, el hormigueo en sus senos continua y sus pezones son como un par de rocas, a su cerebro llegan imágenes de hembras siendo usadas por hombres o por mujeres, hembras usadas en calabozos, playas, montañas o en plena calle a la vista de todo el mundo, ella es una de esas mujeres que son usadas, la penetran por el coño pues ya ella no tiene vagina, aprietan sus tetas pues ya no tiene senos, lamen su culo pues ya no tiene trasero, esas palabras describen una mujer y ella es solo una perra.

Los vibradores en su coño y su culo la hacen estremecerse pero no llega a correrse, ella necesita correrse venirse como una puta, sentir como su cerebro se apaga con cada orgasmo, pero no logra correrse, es tan bueno obedecer ella necesita obedecer y sentir placer… y… y… algo anda mal… ella no es una perra… ella es una exitosa mujer de negocios, ella es…

Una encarga eléctrica barre su cuerpo por segundos que parecen años y cuando su cuerpo se relaja siente como quitan de su cabeza unas gafas de realidad virtual, una sonriente Helen le comenta.

– Lo estas haciendo excelente Sussy, esta ves estuviste 45 minutos siendo una puta, pronto estas crisis de personalidad las haremos desaparecer, no te preocupes.

– ¿Por que me haces esto a mí…?

– La respuesta es simple, por que puedo, y por que todas las personas que te conocen piensan que eres una maldita perra, quien soy yo para contradecirles.

CONTINUARA…
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blackfires@hotmail.com

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