Recomiendo la lectura de los episodios anteriores para una mejor comprensión de la historia.
   El relato actual ocurre después de que las gemelas Lola y Laura, fueran simultáneamente masturbadas a dos manos por Marcos el novio de la primera, justo al lado de ellos Jesús el papá de las chicas hacia lo mismo pajeando a su esposa Pili desde detrás de ella, con una mano bajo su vestido amarillo y dos dedos en su sexo, hasta correrse todas las mujeres muy rápido y casi a la vez en los dedos de los dos hombres, recordad que tras cambiar unas palabras Pili y Lola enviaron a Laura a hacer lo que quisiera con Paco, que estaba desaparecido desde hacía rato en el servicio de la planta de arriba, lo que allí ocurrió lo tenéis en el capitulo anterior, este episodio sucede al mismo tiempo que aquel y comienza en el momento en que Laura salió del salón…
Lola dejo de mirar la puerta por donde su hermana se había ido y se centro en lo que tenía ante sus ojos.
Pili se arrodillaba en ese momento ante Jesús mientras le desabrochaba la bragueta, ella decidió hacer lo mismo con su chico y ni corta ni perezosa se sentó en el apoyabrazos del sofá a escasos centímetros de la pareja y tirando del cinturón atrajo a Marcos hacia ella, solo cuando lo tenía a colocado a su gusto para que no le impidiese la visión de sus padres procedió a desabrocharle la bragueta, extrajo su miembro de casi 19 cm de largo, de grosor era bastante normalito y con una ligera curva a la derecha, estaba bastante erecto y a estas alturas de su relación ya era de sobras conocido por las tres féminas de la casa, no pudo dejar de compararlo con el de Jesús que era de tamaño medio, pero lo compensaba con un gordo prepucio que parecía el badajo de una campana.
Puso manos a la obra (literalmente) comenzando a masturbar el miembro de su novio, pero no dejando de mirar como el gordo prepucio de Jesús desaparecía entre los labios de Pili, esta lo devoraba con glotonería sacándoselo de cuando en cuando para recorrerlo entero con la lengua, estaba tan distraída que no reparó en que marcos sujetándose la base del pene con una mano, lo orientó hacia su boca al tiempo que con la otra la asía de la coleta, empujando la cabeza bruscamente hacia su miembro, haciendo que este entrase en su boca mientras decía:
–         ¡vamos zorrita, ya miraras después, ahora chúpamela!
Ella no podía ni quería protestar, le iba mucho el rollo duro de su chico y se afanaba en hacer una buena mamada, mientras Marcos sujetándola de la coleta e impulsándose con las caderas la follaba la boca, mirándola y disfrutando morbosamente de la visión de su preciosa chica con aquella camisa tan sexi blanca a cuadritos rojos, se la mamaba como buenamente podía, más bien tragándosela y dejándola salir rozándola apenas con sus gordezuelos labios pintados de rojo como la zorra que realmente era, la operación era dirigida por su mano derecha aferrándola del coletero y sus caderas que impulsaban su polla violentamente hacia su campanilla, observó que las manos de ella se perdían bajo su falda, el muchacho también veía desde arriba como su miembro se manchaba de carmín y baba, el exceso de saliva que salía de la boca de Lola, resbalaba por su barbilla y cuello hasta su escote y mojaba sus pechos que se agitaban por los movimientos y envites haciéndolos brillar con esa humedad, la visión lo excitó aun más de lo que estaba y acelero sus acometidas entre jadeos de gusto, a la vez que ponía su mano izquierda en la nuca de la joven al sentir que le venía la leche, exclamó:
–         Siigueee no paresss zorriiitaaa, toomaaa.
El orgasmo fue muy intenso y la corrida abundante, sus piernas temblaban mientras descargaba y se agarro con ambas manos a lo que pudo, es decir la cabeza de su amada Lola que se vio empujada contra el vientre del Marcos, mientras este soltaba chorretones de caliente esperma que iban directos a la tráquea y el estomago de la chica, la cual al ser medio ahogada por aquella abundancia láctea sufrió un golpe de tos, provocando que parte de aquel esperma salpicara el vientre y vello púbico de Marcos.
Pili no se perdía nada de lo que ocurría, dado que su ángulo de visión mientras mamaba a Jesús se reducía al vientre del hombre, cerró los ojos y sin dejar de chupársela ávidamente a su querido esposo abrió su mente para “ver” que hacían las chicas, percibió a Laura empalada en la magnífica verga de Paco, saltando sobre él y teniendo varios orgasmos que aumentaron la calentura y la velocidad de la mamada que estaba haciendo a su maridito, su propio  clítoris latía ansioso y deseaba ser acariciado, así que sin cortarse se puso la mano derecha bajo el vestido  procediendo a pellizcarlo y sobarlo.
Enseguida disfruto de sus dedos mientras mamaba sin pausa, cambiando ahora su concentración a Lola que estaba situada a su espalda, percibió dentro de su mente como ella era usada por Marcos que la follaba la boca sin tregua, el sentimiento que percibía no era de desagrado sino de excitación, su hija se masturbaba a dos manos mientras el chico usaba la boca para descargarse, de hecho la chica se corrió en el momento en que los chorros de esperma la golpearon su campanilla como si fuera un clítoris, el grado de excitación de Pili era ya inmenso y aunque no se había corrido aun, estaba tan encharcada que parecía tener una fuente de flujo entre sus piernas, pues parte del mismo resbalaba por la cara interna de sus muslos.
Detuvo la mamada aunque Jesús protestó un poco y decidió cambiar de postura, entretanto Marcos satisfecho pero algo cansado se tumbó bocarriba en el sofá, Lola se arrodillo cerca de su miembro que estaba medio fláccido y lo lamio para limpiarle de los restos de esperma que aun tenia, Pili se arrodillo al lado de la chica y procedió a limpiar con su boca los genitales y el pubis del chico mientras su hija se ocupaba del miembro, entretanto Jesús miraba los culos de aquellas dos hembras en celo, decidió quitarle la falda y el tanga a Lola y se puso manos a la obra aprovechando para acariciarla el culete, recordad que los padres no follaban a sus hijas, pero esa era su única limitación dadas las circunstancias “especiales” de ellas.
Al principio solo podían acariciarlas y besarlas, cuando llegaron a la capital no queriendo volver a caer en la actitud escandalosa que los había hecho salir de su ciudad natal, lo hablaron y discutieron a fondo pero siendo conscientes de no podían ni querían reprimirlas en exceso, lo cual no las hubiera favorecido en su búsqueda de tranquilidad y estabilidad dada la union telepática que tenían, la misma conexión hacía imposible ocultarle nada a su madre, así que tras arduas discusiones y negociaciones en la intimad del hogar, los cuatro llegaron a un acuerdo por el cual el sexo oral y la masturbación mutuas habían sido aceptados, pero no la penetración de las hijas por el tema del incesto ó algo peor, aunque ellas hacía tiempo que tomaban sus píldoras anticonceptivas para prevenir riesgos.
Jesús dejo la falda y el tanga de Lola en la mesa y se arrodilló ante los culos de aquellas dos hembras admirándolos y comparándolos a la vez, el de Pili era precioso y de sobras conocido por él, pero a la vez debía admirar que pese a su veteranía resultaba sumamente atractivo y excitante, el de Lola era más juvenil con su piel más suave y su contorno alto, lo notaba duro pero flexible al tacto e igualmente atrayente que el de su mujer, levantó la mirada y las vio allí tan excitantes mientras lamian y chupaban por turno la verga y los genitales de Marcos que decidió actuar de inmediato.
Arrodillado entre ambas puso sus manos en el chochete de las dos mujeres, acariciaba los labios vaginales y presionaba sus clítoris a la vez, seguidamente se inclino a la derecha y paso su lengua por el chochete mojado de Pili, recorriendo desde la parte de atrás de su vagina y fue subiendo despacio por el surco, hasta su agujerito anal sin olvidarse de presionar en la zona perineal con su lengua cada vez que pasaba, repitiendo varias veces aquel recorrido tan excitante y saturándose la lengua del sabor del flujo, la escucho gimotear de placer al sacarse el miembro de Marcos de la boca, entonces cambio de objetivo abandonando su presa pero manteniendo sus dedos hurgando en sus labios y clítoris.
Su cuerpo se inclinaba a la izquierda e hizo la misma operación en Lola, su carne más joven estaba empapada también de ricos fluidos que el saboreo, mientras lamia y hurgaba con su lengua insistió en apretársela contra el ano, advirtió que su dueña llevaba las manos a sus cachas abriéndoselas para facilitar la entrada de su lengua, Jesús se esmeró en el beso negro que estaba haciéndole a la joven sin dejar de tironear y apretar los clítoris de ambas con sus manos, Pili gemía con la boca rellena de la hombría de Marcos, Lola jadeaba de placer y no tardo en correrse gozando entre temblores, caderazos y espasmos mientras Jesús no cesaba de mover ni sus empapadas manos en los coñitos, ni su lengua en aquel agujero.
 Pili no tardo en seguirla, los dedos de Jesús la tenían a tope y además disfrutaba con el miembro de marcos dentro de su ansiosa boca sabiendo aun a semen, entonces tuvo la percepción del orgasmo de su hija Lola estallando en su mente mientras jadeaba lanzándola su cálido aliento contra su cara, aquello la saturo placer y se dejo arrastrar por un crescendo se sensaciones y gozos, empezó a correrse de puro gusto y entonces creyó sentir simultáneamente a Laura corriéndose a la vez en el baño mientras recibía la corrida de Paco en su vientre, aquel sentimiento la arrastro gozosamente en un torbellino de éxtasis orgásmico, haciendo que su orgasmo se prolongara más de lo normal mientras su cuerpo se tensaba temblando entre contracciones, la soberbia emisión de fluidos que soltó empapó sus muslos hasta el suelo.
Pili se quedo allí de rodillas medio grogui por la intensidad de su orgasmo, Jesús con ayuda de Lola la ayudaron a sentarse en un extremo del tresillo mientras que marcos se cambiaba de sitio colocándose en el extremo opuesto del mismo, Jesús se sentó en el suelo al lado de su mujer mientras esta se relajaba y recuperaba, diciéndola:
–         Joder nena, menuda corrida te has dado.
–         Si cielo ha sido alucinante, – dijo Pili, añadiendo:
–         Que sepas que Laura también lo ha pasado bien y no tardara en bajar, por no mencionar la corrida de Lola mientras la metías tu lengua en el culo y nos pajeabas, tengo aun un torbellino de sensaciones, olores y sabores en la cabeza, dadme unos minutos.
La aludida Lola al oír esto, se empezó a quitar la camisa para cambiársela a su hermana cuando bajase y poder subir a tirarse a Paco, mirándola desde el tresillo Marcos la dejo hacer mientras se acariciaba el miembro largo y delgado que no había llegado a correrse en la boca de Pili aunque estuvo a punto, cuando su novia se quedo desnuda ante todos el muchacho dijo galantemente:
–         Lolita cielo, tienes un cuerpazo fenomenal y un polvo divino.
–         Gracias cariño mío, me gusta que te guste.
–         Mira como estoy ¿no te apetece sentarte aquí un poquito mientras baja tu hermana?
–         Puesss… si y mucho, pero he de subir y…
–         Anda tonta, ven y así hacemos tiempo pasándolo bien de paso, te deseo.
Jesús desde el suelo observaba como Pili se recuperaba, pero no se perdía la conversación de ellos así que intervino diciendo:
–         Vamos hija, que trabajo te cuesta darle ese capricho antes de ponerle los cuernos, móntatelo un poco que ahora baja tu hermana y te releva.
–         Está bien pero solo un poquito. – Dijo la joven.
Rápidamente se situó de espaldas a Marcos y abriendo sus piernas las situó por fuera de las de este, flexionándolas y haciendo descender su cuerpo hasta notar el prepucio del chico abriéndose paso en su coñito, el joven admiró las bonitas nalgas de su chica mientras descendían hacia su vientre, luego sintió como el ajustado estuche que era la vagina de Lola engullía su miembro totalmente, aquella deliciosa sensación de suave pero prieta y cálida humedad le envolvía el falo totalmente, ambos gimieron al unísono y la chica comenzó a moverse subiendo y bajando rítmicamente sobre el rabo de Marcos.
Jesús se inclino sobre la cara de Pili dándola un besazo con lengua que pareció durar una eternidad, ambos cerraron los ojos durante aquel momento de amor y cariño, escuchando de fondo mientras tanto el rumor de la tele que quedaba bastante ahogado por los suspiros de la pareja que jodía alegremente a un metro de ellos, al dejar de besarse ella le dijo:
–         Únete a ellos vamos, se ve que lo deseas.
–         No cielo me quedare contigo, en cuanto te recuperes te la voy a meter.
–         Bueno ya estoy bastante recuperada cariñín, -dijo Pili sonriendo- pero míralos follando, ¿te gusta verlos así?
Jesús había visto la lujuria en los ojos de su mujer, siguió aquella mirada y se encontró observando a la pareja, Marcos solo movía las caderas mientras que Lola se había dejado caer contra el pecho del chico y tenía la cabeza caída hacia atrás, se agitaba saltando sobre aquella verga que se clavaba en sus entrañas, las manos de Marcos la acariciaban sus tetas y tironeaban de sus pezones, ella gemía de gusto mientras lo cabalgaba sin pausa.
–         Hacen buena pareja, – dijo Jesús- ella es tan salida como su madre.
–         ¡Zalamero! – dijo Pili- mira el cómo se encorva, debe estar a punto de llenarla de leche otra vez.
En ese momento se oyeron pasos por la escalera y apareció Laura, todos se habían detenido y estaban a la espera pues no sabían si bajaba sola, la joven tras contemplar el cuadro que presentaba la familia dijo a media voz:
–         Tranquilos que bajo sola, tenemos cinco minutos luego me espera en la habitación pero no hagamos ruido pues saldrá al pasillo y podría oírnos.
–         Joder tía ya te vale, me has cortado la corrida. –Dijo Marcos.
–         Yo también estaba cerca. – Añadió Lola, levantándose rápido y dejando el miembro de este brillante de flujos tenso y vibrante en el aire en plan desafiante.
–         Oye tía, no me jodas, ¡no me dejaras así!
–         Tranquilo nene que ahora Laura te lo bajara, ¿no tenias tantas ganas de montarla?
Laura ya se estaba quitando la ropa y pasándosela a su hermana, en menos de un minuto se acerco al joven y le dio unos besos en el tieso ariete que seguía tenso azotando el aire, lo engullo ávidamente y tras arrearle unos cuantas chupadas para limpiarlo del resto de flujo vaginal de Lola, se lo saco para decir:
–         Joroba Loli, como sabes hoy de fuerte.
–         Ya lo sé, es que estoy que ardo de impaciencia por probar lo que tú ya sabes, sin hacer de menos a nadie. – dijo ella.
La chica ya se había puesto la falda y la camiseta, reparando entonces en la mancha de semen de Paco, ni corta ni perezosa la llevó a su boca y la dio un lametazo, probándola como si fuera una experta y ofreciéndosela a Pili que denegó el ofrecimiento con un movimiento de cabeza, lola se volvió a colocar bien la ropa y se quitó el coletero dejándolo sobre la mesa, acto seguido saludo y se dirigió al piso de arriba.
Marcos que era mamado de nuevo por Laura, dijo algo enfurruñado:
–         Ahí va, subiendo los escalones de dos en dos, como si no tuviera bastante con…
–         Yo estaba igual de ansiosa el día que te estrené ¿no lo recuerdas? – dijo Laura tras sacarse el rabo de la boca e incorporarse.
–         Ya lo creo que lo estaba, -Dijo Pili, añadiendo- estaba tan mojada esperándote que había que ir detrás de ella con el mocho, todos los perros del barrio aullaron a la casa durante dos días, por el olor a hembra en celo que iba dejando.
–         A mí me dejo los dedos y la lengua agotados, incluso tuve agujetas por intentar aliviarla, – Intervino Jesús.
–         A su hermana y a mí también nos costó tranquilizarla, estaba como loca por montarte, – Dijo Pili- por cierto maridito mío, si quieres ya estoy bastante repuesta y te necesito dentro.
–         Tus palabras son ordenes mi señora.
Jesús cuya erección había resurgido tras la interrupción y el posterior striptease de sus hijas, se arrodillo delante de su parienta y tiró un poco de sus piernas para que sacase su culito del sillón, cuando la colocó a su gusto se dedico a guiar e introducir el miembro en el suculento, untuoso y afeitado coño de su esposa Pili.
Marcos sumido en la envidia dijo:
–         Vamos Laura, súbete y follame.
–         No cari, mi chico se ha corrido en mi conejo y aun conservo algo de su leche, házmelo por el culito si quieres.
–         Está bien – Dijo el- si es tan gorda como dices te lo habrá cedido y no es que me apetezca bailar el húla-hop en tu chochete.
Laura cambio el sitio con Marcos y se arrodillo en el asiento del sofá, a un metro de sus progenitores que follaban a lo suyo aparentemente ajenos a lo que ocurría, ella bajó el cuerpo haciendo que resaltase su culete ya que en esa postura podía apoyarse en el respaldo con la cabeza y brazos, para aguantar mejor las embestidas que sabia le propinaría Marcos al sodomizarla.
Este se encontraba de rodillas en el suelo y con el miembro a la altura justa del orificio anal de la joven, de hecho estaba acabando de lubricarlo con saliva y metiéndole un dedo para ir calentándolo, los gemidos de Pili y Jesús ayudaban a calentar aun más el ambiente y el muchacho con solo mirar a la derecha veía perfectamente la polla de su suegro sumirse hasta las bolas en su suegra, situó el miembro en posición y fue empujando suavemente en el agujero de Laura, esta gimió de la impresión pero fue solo un instante, el mismo que tardo su capullo en vencer la resistencia del esfínter de la chica, se sintió bien y agusto metiéndose en ella, el hueco se amoldaba perfectamente a su largo pero delgado miembro y fue aumentando levemente su velocidad mientras se sentía oprimido y masajeado por las estrecheces de aquel conducto según su dueña se movía sincronizándose con él.
Las dos parejas se movían rítmicamente, apenas separados `por una distancia de un metro, Marcos miraba la cara y las tetas de Pili mientras Jesús la acariciaba los gruesos pezones, las oscuras aureolas de sus tetas parecían estar hipnotizándole con aquel movimiento regulares que hacían cada vez que su cuerpo se estremecía al recibir los vergazos, cortos pero fuertes de Jesús hundiéndole el cipote hasta las mismísimas pelotas para seguidamente sacarlo casi todo y volver a hundirlo decidido, se fijo en su atractivo vientre bastante plano y bien formado para haber tenido hijas, recordó que desde el primer día ese plano vientre le enamoró de su suegra, más abajo veía la entrada de aquella vagina perlada de húmedas gotitas y su vulva abriéndose según engullía la verga en su interior, hasta que los pelos de la base del miembro se lo ocultaban a la vista, retrocediendo de nuevo y volviendo a mostrarle la misma secuencia.
Jesús capto la mirada de Marcos, decidiendo seguir su ejemplo y mirar como follaban, recorrió con la mirada la estilizada figura de Laura, era bella tenía un cuerpo bien formado tal y como recordaba a Pili a su edad, se fijo en sus cachas apreciando la atractiva forma de su culito donde el chico hundía vigorosamente su miembro, desde su posición veía bastante bien como entraba en ella, siguió subiendo y vio las formas de sus caderas y riñones, parecía acariciarla con la mirada y fue recorriendo aquella espalda hasta la curva de su cuello, su pelo se movía al compas del movimiento de la pareja ocultando y descubriendo alternativamente la cara de Laura, esta tenía los ojos cerrados y la boca abierta, de aquellos atractivos labios gordezuelos surgían suspiros y gemidos según recibía los caderazos que sumían la verga del chico en las profundidades de su culo.
Se fijó entonces en la cara de Pili y la vio con los ojos cerrados mientras jadeaba de placer, entendió que en ese momento estaban las tres en conexión y que las dos mujeres estaban siendo jodidas mientras “veían mentalmente” como Lola se tiraba a Paco. Jesús dio un cachetito en la cara de su mujer y cuando esta lo miró dijo:
–         No seas tramposa cariño, estáis las dos curioseando lo que hace lola se os nota mucho, hagamos una cosa nueva y cuéntanos lo que ves mientras os seguimos follando, así disfrutaremos todos.
Ella sonrió lascivamente y se paso la lengua para humedecer sus labios resecos por tanto suspiro, la verga de su marido seguía hundiéndose en su chochete y ella simplemente asintió cerrando los ojos a continuación, pasaron unos veinte segundos mientras ambos hombres seguían sumiendo sus vergas en sus respectivas parejas hasta que Pili entre suspiros comenzó a hablar con los ojos cerrados y totalmente concentrada diciendo:
–         Veo a lola, esta desnuda tumbada en la cama de Laura, el chico… Paco esta sobre ella y la está metiendo todo su tronco dentro, ella le abraza con los brazos y las piernas recibiendo sus vergazos, el la levanta de la cama y la clava de nuevo en ella en cada envite que da.
–         Sigue cariño, – dijo Jesús a la vez que arremetía más fuerte y seguido,- sigue contándonos ¿qué siente ella?
–         Lola lo está pasando de vicio… la sientoooo gemir y gozaaar, siento como el rabo la reeecorreee por dentrooo, ella le besa en el cuellooo y agita sus caaderas para sentir cada centimetroooo de carnee dentro.
Sin ser consciente más que del placer que sentían, cada una de las mujeres disfrutaba de las verga que la horadaba recibiendo su propia dosis de placer, pero al mismo tiempo enviando sus pensamientos y percepciones a las demás de forma automática, el resultado era que vivían en ese momento en que cada una de ellas a la vez que eran folladas solo podían percibir un aluvión de placer y gusto en sus mentes, convirtiéndose todas en breves momentos en unas autenticas lobas en celo.
Pili seguía relatando entre gemidos como su hija era penetrada y usada en la habitación, a la vez estaba recibiendo los vergazos cada vez mas frenéticos de Jesús que parecían a punto de desfondarla, a su lado Laura seguía siendo enculada por Marcos cuya cara era una mezcla de deseo e ira, los caderazos eran muy veloces y él se agarraba a las caderas de la chica mas como sujeción que como punto de apoyo, pues el cuerpo de Laura se contorneaba y agitaba en todas direcciones pareciendo más que ella se clavaba en la verga que a viceversa, ella musitaba entre jadeos y algo más bajo que su madre, pero decían lo mismo pues las dos relataban como la gran verga de Paco se clavaba chapoteando en un mar de flujo hasta la matriz de Lola.
Marcos se corrió el primero, enviando cálidos chorretones de esperma que inundaron el intestino de Laura, esta no tenía ya ningún control como para retenerse y se dejo ir corriéndose patas abajo al sentirse inundada, el chico seguía envistiéndola frenéticamente tras una corta pausa para recuperarse y consiguiendo que ella alcanzase un segundo orgasmo minutos después.
A su lado Pili se corrió a su vez y su ondular de caderas entre espasmos de placer provocó la eyaculación potente de su marido Jesus, que tras soltar su esperma dentro de ella consiguió sacarse la verga para depositar las últimas gotas en su vientre plano, pues era de todos sabido que esa imagen le calentaba bastante, ella seguía basculando las caderas pues seguía caliente con las oleadas de placer que sentía recorriéndola aun por dentro de cuerpo y mente, Jesús apoyo su miembro contra su chochete como si fuera un tapón y presiono con sus dedos su prepucio sobre el hinchado clítoris de ella, el movimiento oscilante del vientre de Pili hacia el resto y así masturbada la mujer no tardo en encadenar un nuevo orgasmo.
Lola en la habitación se corría una y otra vez, había sentido el orgasmo de su hermana, seguido a poca distancia por el de su madre, todo esto a la vez que el gordo aparato de Paco la barrenaba hasta donde pocas veces la había llegado nadie y sintiéndose vigorosamente clavada a la cama, su mente era un caos de placeres y gozos, su propio orgasmo la sorprendió y gritó de puro gusto mientras sus caderas danzaban frenéticamente, la corrida de Paco en su interior la sorprendió pues el chico solo jadeaba y no la avisó de que llegaba al orgasmo, pero ella disfrutó del aluvión de esperma caliente que la rellenó por dentro, además de facilitar aun mas los movimientos de aquella polla e instantes después ella se corrió de nuevo, esta vez siendo totalmente consciente de que lo hacía y disfrutando una enormidad al hacerlo.
Las cosas se fueron calmando, Pili les informó de que Lola y Paco se estaban vistiendo e iban a bajar al salón, todos se colocaron de nuevo sus ropas y subieron el volumen de la tele, incluso Laura vestida como Lola se coloco el coletero de su hermana, la habitación fue perfumada aunque las ventanas habían estado abiertas para disimular el olor a sexo, sacaron unos canapés (ya preparados en la cocina) para recuperar fuerzas y se pusieron cómodos.
Minutos después Paco acompañado de Lola entraron en el salón y se excusaron por la tardanza, el se sentó a ver el futbol con los otros hombres y las mujeres hicieron un corrillo hablando de sus cosas, algo más tarde Lola y Laura subieron a su habitación cuchicheando mientras Pili se mostraba ante Paco como una perfecta anfitriona, las chicas fueron a la habitación e hicieron de nuevo la cama, se intercambiaron de nuevo la ropa y volvieron al salón sentándose esta vez Laura al lado de Paco y Lola al lado de marcos que no tardó en abrazarla.
La tarde paso y las chicas dijeron de salir a divertirse, los jóvenes se fueron en sus coches a bailar y en casa solo quedaron Jesús y Pili, esta última cuando el coche de Paco doblaba la esquina dijo:
–         Hoy te libras porque ya me pillas cansada, pero quedan más días.
CONTINUARA…
   Bueno amig@s espero que os haya gustado este extenso relato, confieso que ha resultado un poco lioso escribirlo con tanta gente, posturas y situaciones simultaneas, espero vuestros comentarios al respecto, mientras llegan ya estoy con la continuación donde Pili se tirara a Paco, mientras tanto ya sabéis…¡SED FELICES!

Un comentario sobre “Relato erótico: “la Gemela 5” (POR JAVIET)”

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