El hombre de la casa.

Respiraba hondo, una y otra vez, preparado para continuar con el plan, estaba en la puerta de mi habitación, de pie, apretando y soltando mis puños, nervioso y expectante. Hacia un rato Vanesa había bajado a desayunar después de curarme la mano con la que había erradicado el cáncer que era Jaime de mi vida, de un solo golpe, en concreto del puñetazo que le di cuando me enfureció más allá de mi límite. Antes hubiera dejado que me gritara, antes hubiera dejado que me pegara, hubiera dejado que tomara todo lo que él deseaba, y me hubiera quedado mirando, pero eso fue antes, ahora era otra persona, ahora tenía a Vanesa, y con ella me sentía capaz de todo. No es que mi personalidad cambiara, es que ahora tenia valor para exteriorizar lo que sentía, y entre pensar en actuar, y actuar, hay un universo de diferencia.

Cuando me sentí listo, bajé a desayunar, tenia un hambre voraz, al llegar al salón estaban todas allí, y se detuvieron medio segundo para mirarme, sentí sus ojos clavados en mi al acercarme a Vanesa por detrás, rodearla con mis brazos para darla un beso en la mejilla, y sentarme a su lado. Empecé a comer, una tostada, un vaso de zumo de naranja frío, y unos bollos de crema que vendían en un puesto ambulante de la urbanización. No se cuanto tiempo pasó hasta que alguna se atrevió ha hablar, lo mediré en que iba por media tostada.

-CARMEN: ¿como estás hijo?

-YO: bien, ¿por qué?

-MARTA: por nada………es que…..Jaime se ha ido…….

-YO: no se fue él, lo eché yo.

-SARA: eso he oído.

-SONIA: ¡menuda hostia le diste!

-YO: se la merecía.

-CARMEN: ¿pero que ha ocurrido?, es tu amigo.

-YO: ya no, era un imbécil al que nunca he aguantado – mi madre dio la vuelta a la mesa y me cogió de la mano.

-CARMEN: hijo, Jaime puede haber comentado algún error, pero no debes de ser duro con él, quizá si le pides disculpas decida volver a……- di un golpe sonoro en la mesa que hizo saltar los cubiertos.

-YO: ¿Disculparme? ¿Yo? ¿Por que debería?, se ha pasado 2 meses haciendo lo que le daba la gana, ha estado en la cama de todas, y en vez de dar gracias al cielo por ese regalo, se reía de vosotras, os faltaba al respeto y os ultrajaba en vuestra cara, mientras poníais sonrisas y el culo para que os azotara, ¿y ahora pretendes que me disculpe, por defenderos cuando amenazaba a Vanesa con que la iba a destrozar a pollazos como os había follado a las 4? ¡VOSOTRAS SOIS LAS QUE TENDRÍAIS QUE PEDIRME DISCULPAS A MI!, en esta casa se me ha tratado como a un crío, he soportado cosas que no me gustan solo por no atreverme ha hablar, pero eso se acabó, a partir de ahora voy a hablar claro, y a quien no le guste, ahí está la puerta – fue mucho más fácil decir las palabras que Vanesa me dijo, por que lo sentía, eso no cambió que me ardía la cara.

-MARTA: solo estabamos jugando……

-YO: pues se terminó jugar, somos adultos, no críos borrachos.

-SARA: ¿y donde va a ir Jaime?

-YO: mirar lo mucho que os quería que se ha ido a la casa de las amigas de Vanesa a cepillarse todo lo que pille.

-CARMEN: lo siento………yo pensaba que no te importaba…….. que lo veías bien.

-YO: ¿como voy a ver bien que mi madre se deje meter mano de esa forma por un mierda como él? – aquella frase la lapidó, como la dejaba mi padre con solo mirarla.

-SARA: bueno, vamos a calmarnos todos un poco.

-YO: si, será lo mejor, yo me voy a la playa, ¿quien se viene? – Vanesa me cogido de la mano.

-VANESA: yo misma.

-SARA: y yo, estoy acalorada.

-MARTA: yo me quedo, estoy molida de ayer.

-SONIA: pues no te digo yo…- me guiñó un ojo, para hacerme recordar la noche entera que me pasé tomándola – ….te haré compañía Marta.

-CARMEN: dame un minuto y me visto hijo.

-YO: vale, pero usar biquinis normales, estoy harto de ver a tíos babeando encima vuestra, os esperamos fuera – arrastré a Vanesa a la piscina, y la abracé rendido, mostrar rudeza era agotador, apoyé mi cabeza en su hombro.

-VANESA: jajaja las has dejado a cuadros, me encanta.

-YO: ¿lo he hecho bien?

-VANESA: de fábula, una semana así y no cagarán si pedirte permiso.

-YO: ¿y ahora que hacemos?

-VANESA: a la paya, y como si fuera el 1º día, seriedad, bañarse calmamente sin roces, salir a tomar el sol, y vuelta a casa, si no las hablas casi mejor – la cogí de la nuca y la besé, queriendo reafirmarme en ella para saber si hacia lo correcto.

-YO: mi madre no me dejará dominarla así.

-VANESA: ¿tú la has visto? tu madre es una tigresa que se ha pasado casi 20 años encerrada, y la han dejado corretear por la jungla, pero ahora quiere volver a su jaula, supongo que está buscando a un domador que la devuelva a ella, por eso Joel es tan peligroso, si se da cuenta será tarde, tienes que ser tú el que tenga el látigo en la mano.

Su lógica parecía no tener fisuras, así que fuimos a la playa todos en silencio, plantamos la sombrilla y nos llevamos refrescos para tomar algo frío, en pleno agosto era infernal quedarse al aire sin bebidas. Cuando yo me levanté, y no antes, mi hermana y mi madre se quitaron la camiseta y dejaron sus bellos cuerpos tapados por unos biquinis de lo más ordinarios, Sonia en cambio siguió con el de tanga abajo y arriba uno de los suyos, mientras que Sara escogió un termino medio, no se puso los diminutos, pero si unos más estilizados, de los que usaba al principio. Vanesa iba con uno azul claro que le quedaba de escándalo con sus ojos y el tono de su piel adquirido por el sol, ni que decir de sus curvas de carretera de montaña.

Fue el baño más tranquilo del verano, Sara y mi madre por un lado charlando, Sonia y Marta por otro, y Vanesa y yo cerca de ellas, pero por separado, unos juegos inocentes a dejarse arrastrar por las olas, y de regreso a las toallas, la única que se atrevió a quedarse con los pechos al aire era Sonia, y no creo que fuera algo que no se atreviera ha hacer antes de aquel verano. Yo las respondía con monosílabos cada pregunta, y solo dejaba que se me acercara Vanesa, creo que me mostraba más cariñoso con ella de lo que estipulaba mi personaje o escudo, pero no podía evitarlo, tenerla reposando entre mis piernas y brazos, mordisqueándose un dedo mientras su pelo me acariciaba el pecho y se tapaba el rostro del sol con una mano, era demasiado para no rozar su ombligo con mis dedos, o apoyar mi cabeza en la suya para besarla en la nuca. Regreso sepulcral a casa, y comida tranquila, parecía que todas esperaran un “ta – chán” y aparecieran cámaras ocultas, y todo aquello fuera una broma, pero no, se miraban y hablaban sin alzar la voz.

Pasamos 3 días igual, en los que era seco, frío, distante e hiriente en mis comentarios, reprochaba sus actitudes, y todas, en mayor o menor medida, se avergonzaban de su comportamiento previo. Descubrí cierta adición ha hacer daño con mis palabras, y fue liberador expresar en alto lo que sentía, Vanesa llegó a pedirme que fuera con más calma o me pasaría, y una figura autoritaria se convertiría en un enemigo, y no en un líder. En esos días no me acosté más que con Vanesa, bueno, técnicamente solo tuve sexo con ella, ya que Marta seguía metiéndose en mi cama. Estabamos comiendo después de una mañana apacible, tranquila y aburrida en la piscina.

-CARMEN: ¿y que haremos esta tarde? Es jueves…….- la discoteca abría y Jaime no estaba para usar sus juegos de cartas.

-YO: yo me voy a quedar en casa, no me apetece hacer nada ni ver a nadie – Sonia me miró confundida.

-VANESA: pues yo me voy al paseo marítimo a dar un paseo, ¿os apuntáis?

-MARTA: ¡si, por dios!, necesito salir de aquí un poco.

-VANESA: ¿y tú, Sonia?

-SONIA: claro……si Sam no…….

-CARMEN: yo he quedado con Joel, teníamos que halar de una cosa …….pero no se si es el mejor momento.

-MARTA: ¿de que?

-CARMEN: nada………es que…..había pensado que…………vamos……nos vemos tanto que………pensé que podría quedarse unos días aquí – Vanesa me miró con condescendencia, y aquello me pilló en frío.

-YO: ¿quedarse?

-CARMEN: si……….no sé……es que están de obras en la casa en que se estaba quedando…….. y me lo pidió – “ya, de obras”

-YO: ni de broma metes a ese en nuestra casa …- Vanesa me apretó la mano -…en mi casa.

-MARTA: seria raro mamá.

-CARMEN: tengo que hablar con él y decirle algo………- la veía tal como era, mi madre preguntaba al aire, estaba buscando a alguien que la dijera que hacer, ese era mi padre, pero él no estaba.

-YO: dile que no puede ser, ya se ha aprovechado de ti suficiente.

-CARMEN: ¿tú crees? – era tan evidente ahora su necesidad de obedecer, que no darme cuenta antes me resultó desesperante.

-YO: y además, e n la medida de lo posible, me gustara que dejaras de verlo – alzó la mirada confundida.

-CARMEN: ¿pero entonces que voy a ha hacer yo?

-YO: cerrar las piernas, lo que tendrías que haber hecho desde el principio – aquello la cayó como un jarro de agua fría, agachó la cabeza mirando al plato, y no volvió a hablar en toda la comida. Pasó un buen rato hasta que alguien abrió la boca.

-VANESA: ¿entones nos vamos todas?

-MARTA: si.

-CARMEN: claro, necesito despejarme.

-SARA: bueno, si salís todas……- la cogí de la mano.

-YO: no te veas obligada, si te quieres quedar……..agradeceré tu compañía.

-SARA: vale……pero solo si nos echamos la siesta juntos, que hace mucho que no duermes conmigo – fue un regalo del cielo.

-YO: como quieras, estoy roto y necesito dormir – aproveché el regalo y de paso mantuve mi escudo de frialdad.

Tal cual planeamos, Vanesa se llevó a las chicas toda la tarde, así que se ducharon y se vistieron con ropas amplias o vaporosas para aguantar el sopor del sol y se despidieron. Sara se quedó en el sofá de abajo conmigo una media hora, hasta que bostezó y se subió a la cama, dejé pasar unos minutos y subí tras ella dispuesto a todo. Al llegar ella estaba sentada en la cama, con el biquini puesto, y me vio entrar, con solo el bañador.

-YO: espero no importunar.

-SARA: nada tonto, ya te dije que mi cama estará siempre para ti y tu hermana – extendió su mano y me senté a su lado.

-YO: te lo agradezco.

-SARA: debo confesar que me has sorprendido, parece que hayas madurado 10 años de golpe.

-YO: solo trato de poner orden en mi casa.

-SARA: ¿quieres ser como tu padre?

-YO: mi padre no se acostaría contigo ahora – me tumbé a su espalda y la cogí de la cintura con un brazo, sonrío al verse como una maniquí sin vida siendo acomodada de espaldas a mí, pegándome a ella.

-SARA: jajajaja no, él no lo haría.

-YO: te agradezco mucho de nuevo que me dejes dormir aquí, ahora mismo no soy capaz de dormir sin sentir el cuerpo cálido de una mujer hermosa – apreté rodeándola por el vientre hasta sentir en mi pecho su espalda, su pelo en mi cara, y su culo en mi polla.

-SARA: jajaja un placer.

Se acomodó el cuerpo a mi, y sin querer me dormí unos minutos, me despertó el movimiento de sus caderas, con un gesto leve y amplio, restregaba su glúteos contra mi, provocándome una erección incontrolada, al sentirla, desabrochó su parte de arriba del biquini y se la quitó. Comencé a frotar con mis dedos en su vientre, ya que aún la rodeaba con el brazo, y sonrió sonoramente. El juego fue subiendo de temperatura, se recogió el pelo hacia la almohada, dejándome ver su cara de perfil por encima del hombro, y su culo empezó a masturbarme con habilidad, soltó un gemido de sorpresa al cogerla un pecho, y acariciar con los dedos sus pezones, apoyé mi barbilla en su hombro y me miró meriendes el labio de forma traviesa a escasos centímetros de mi cara.

-SARA: pensaba que te habías olvidado de mí…….

-YO: solo un imbécil como Jaime lo haría, follas como una diosa.

-SARA: jajjaa que bruto, ¿y Vanesa?

-YO: la tengo contenta, como a Sonia.

-SARA: ya lo vi el otro día, jajaja pobrecilla, la dejaste muerta.

-YO: ¿y ti como te dejé?

-SARA: puffff desde aquellos días me he vuelto loca buscando a uno como tú, pero ni los mulatos me llenan……

-YO: he pensado mucho en aquellos días, fue una locura, estaba pasando un mal momento y me aproveché de ti.

-SARA: nada de eso cielo, soy yo la que debía de haber puesto unos límites, soy adulta y lo pasaba mal, necesitaba caricias y las busqué en ti.

-YO: no es que me arrepienta de que ocurriera, pero me planteo lo bien o mal que fue hacerlo.

-SARA: yo también……………no…….miento….la verdad es que no me había parado a pensarlo, fue fugaz, intenso y rápido, y si soy sincera, me encantó, no solo por ti, si no ese sentimiento de travesura o rebeldía.

-YO: fue emocionante.

-SARA: lo fue……..a menudo sueño contigo, me levanto acalorada y con la mano entre mis piernas, sintiendo mis braguitas húmedas…..¿por que está mal que un hombre y una mujer adultos disfruten del sexo? – era la señal, me consideraba un hombre adulto.

-YO: es verdad, es mezquino e hipócrita que por unos simples lazos de sangre se convierta en algo malvado….– bajé mi mano del vientre a su entre pierna, estaba tan caliente que me ardían los dedos, pero apreté hasta meter mi mano por dentro de la tela de las bragas del biquini, al sentirlo, Sara cerró los ojos y ayudó abriéndose de piernas lo justo.

-SARA: por que es tan excitante que la gente le da miedo…….- se giró sobre si misma quedando boca arriba, acariciando mi cara con sus manos al sentir mis caricias en su piel -….me vuelves loca Samuel.

Se arqueó al sentir mis dedos penetrarla, y pasó un brazo por encima de mi cabeza, lo que me dio acceso a lamerla un pecho, me costó muy poco dejarle el pezón duro y tieso con los labios, el tiempo que tardó en mojarme la mano que la acariciaba como ella misma me había enseñado. Debí de lograr acelerarla, por que me empujó con fuerza y me tumbó boca arriba, se puso a mis pies y tiró de mi bañador con los dientes, ayudándose con las manos para sacármelo, al ver mi polla dura sonrió con lujuria, la agarró con las manos y la besó en la punta con calidez.

-SARA: pufff casi no recordaba como era de ancha – al metérsela en la boca me costó no derrumbarme y echarme a llorar de felicidad, su forma de chupar el glande era única.

Se pasó un buen rato pajeando lentamente mientras su boca hacia maravillas con mi miembro, le dedicaba lametones largos desde la base hasta arriba, y luego pasaba su lengua por el capullo antes de metérsela en la boca y usarla como si fuera un “chupa-chups” enorme. Me di cuenta que al soltarla Sara, el propio peso de mi tranca la hacia caer sobre mi vientre, y ella lo aprovechó estrujándomela entre sus senos, para subir y bajar lentamente sobre ella. La cara que ponía era de niña traviesa estudiada sabiendo que estaba comportándose mal, a la 6º vez que subió, la cogí de los hombros y la alcé hasta besarla, metí mi lengua en ella y la devoré con fuerza. La volví a poner de lado dándome la espalda, desaté el nudo del biquini en su cintura, mientras la besaba el hombro, y tiré de él con tanta fuerza que lo rompí por el lado no desatado, su gemido de susto lo tapó mi boca al alzarme para buscar posición a su espalda. Ladeándola la cadera acaricié su clítoris para localizar la entrada a su cuerpo, apunté mi polla y embestí de un solo tirón, se quedó ronca y se apoyó en el colchón al no poder hacer otro cosa a al vez que la tenia aferrada, la sacaba y metía con lentitud, noté como se le había cerrado algo, pero enseguida se acostumbró de nuevo a mi presencia, para entonces soltaba gemidos ahogados con cada vaivén, y ella sacó el culo para facilitarme las cosas.

Fueron unos 20 minutas en que no paraba el ritmo, de vez en cuando al cogía del vientre y la pegaba a mi, por que según la iba embistiendo ella se alejaba acercándose al borde de la cama. Cuando la separé las piernas, y a la vez que la follaba, la acariciaba el clítoris, se derrumbó, dejó de devolverme los golpes de cadera y se tensó hasta eclosionar, con 4 gritos rápidos.

-SARA: ¡DIOS………..JODER………SIIIIIIII……..ME MATA! – me tumbé boca arriba conmigo dentro de ella aún, quedando sentada en mi pelvis, de espaldas a mi.

En esa postura había cogido cierta practica gracias a Vanesa, así que la cogí de los muslo para ponerla como una rana, y comencé ha hundírsela tan rápido y fuerte como podía, ella se mantenía rígida sonriendo, hacia contracciones para ayudar la penetración, balanceándose sobre el eje de su trasero sobre mi, aguantó un buen rato pero pasados unos instantes se derritió sobre mi cuerpo, la cogí de los senos una vez que ella ya no cerraba las piernas y no paré hasta arrancarla un 2º orgasmo, en el que esta vez si, que sentí como se mojaban nuestros cuerpos. Iba a por todas, seguí sin descanso sintiendo un calor y una humedad indescriptibles al introducírsela, su espalda chocaba con mi cara y terminé besando su piel y dando pequeños mordiscos que la hacían reír, soporté aquel martirio divino hasta vaciarme dentro de ella, da tales golpes de cintura que Sara tardaba en caer a plomo sobre mi erección.

-SARA: ¡jaajajaja, madre mía, si que te enseñé bien!

De un giró rápido, la tenia tumbada boca abajo sobre mi, la cogí del culo y nos besamos hasta perder la noción del tiempo. Mi polla regresó, dura y firme, lo que buscaba con su bamboleo corporal, y se abrió de piernas montándome de rodillas, busqué sus pelvis y la golpeaba con mi miembro, aquello la producía escalofríos, se abrió los labios mayores y de una estocada limpia la enterré en ella, se agarró el pelo de tensión unos instantes antes de caer a 4 patas sobre mi, comenzando un movimiento rítmico de caderas.

Fue tremendo verla destrozarse ella sola contra mí, que casi ni me movía, así que la ayudé plantando los pies y organizando un rodeo, siendo yo el toro bravo y ella la jinete. Se tuvo que apoyar en la pared de la cabeza de la cama para no vencerse, y luego ponerse rígida para contener su cuerpo, sus pechos temblaban sobre mi cara y era besados, lamidos y mordidos, el sonido del choque de sexos empezó a taladrarme el cerebro, con un canto meloso, casi celestial, saliendo de la boca de Sara, que aumentaba cada poco sus decibelios, fui aguantando el ritmo hasta reventarla, soltó 4 chorros saliendo de mi, que me salpicaron hasta la cara, para bajar y hundírsela otra vez, de cuclillas rebotaba como una poseída, sin ritmo ni cadencia, solo se dejaba caer. La cogí del cuello y la tumbé para besarla, luego comenzó a chuparme los dedos, y una vez húmedos fueron guiados a su ano, al sentir uno dentro de ella se calmó por unos instantes, cerrando los ojos y queriendo gritar, pero sin hacerlo. No paraba mi cadera, aunque a ritmo lento, y unos minutos después la estaba metiendo 2 dedos por el culo mientras la perforaba con mi tranca.

Elevó su cadera rogando que me la follara por el culo, la saqué de su coño y jugué a no metérsela, ella me arañaba el pecho como suplica, y al sentirme acertando en su ano, dejó resbalar hasta sentirla dentro de varios intentos, eso la hizo tiritar de nervios, la rodeé por los riñones con los brazos pegándola a mi y regresó el ritmo a mi cintura, sabia que allí terminaría hasta el final. Si ya estaba abrumada, cuando me pasé 15 minutos dándola por el culo se desquició, soltaba chorros leves de vez en cuando sin dejar de frotarse el clítoris, peor no dejaba de hacer círculos con la cadera buscado más penetraciones. Alguna vez se me salía de su cuerpo, pero sin usar la manos me buscaba ella y se lo volvía a meter, era tan fácil pasado un rato que Sara dejó de parecer congestionada, y lo disfruta de verdad. Se puso a 4 patas gateando tras un orgasmo que la provocó espasmos en los riñones, la seguí de rodillas y se la metí por el agujero descomunal que tenia entre sus nalgas, hasta que hizo tope con mi pelvis, se mantuvo en el aire medio segundo antes de caer rota, y me dediqué a matarla entre alaridos que no reconocía en mi idioma, balbuceos calientes y risas sobrepasadas, terminé sudando hasta el punto de que me goteaba de la nariz, y cayendo a su espalda con una corriente eléctrica atravesándome la columna cuando solté todo mi cargamento de semen en su trasero. Caí tumbado a la cama, tratando de recuperar el aliento, mientras Sara se tensaba y destentaba por momentos.

-YO: ¡puffffffff no puedo más……!

-SARA: no….más no por favor……no puedo……- se dejó caer rodando hasta acabar a mi lado, tenia los ojos bien abiertos y su cara irradiaba felicidad – ….. jajajaja se nota que practicas a diario, jajaja has mejorado un montón en duración y la forma de llevar el ritmo.

-YO: ayuda entrenarme con mujeres de verdad, como tú.

-SARA: jajaja me has dejado como nueva…….

-YO: eso espero, puede que te venga a ver alguna que otra vez.

-SARA: será un lujo para mí.

-YO: pero deja de buscar a otros, ya sabes que ninguno te dará esto.

-SARA: ¿y pretendes que me quede sola en la cama mientras tú estás con Vanesa?

-YO: si.

-SARA: ¿y te parece justo?

-YO: no, pero si veo a otro mulato o mierdecilla en tu cama, el que no vuelve soy yo.

-SARA: que cruel……….

-YO: si quieres te mando con Jaime, él sabrá darte placer, hasta que se canse y se busque a otra de nuevo…..

-SARA: no, por favor, no hace falta, solo que me parece injusto, soy adulta y puedo tomar mis decisiones.

-YO: me parece bien, busca a un buen hombre, mereces más que ser una borracha salida en busca de una buena polla, me duele verte tan rebajada, así que tu eliges, o te buscas novio de verdad o yo te vengo a ver para calmar tu fuego, pero nada de líos bajo mi techo.

-SARA: quizá tengas razón, llevo como una gata en celo desde que estoy aquí………¿pero donde voy a encontrar marido ahora? – casi como un bofetón, lo vi, Sara estaba descontrolada por que tenia miedo de volver a empezar una relación, su divorcio le había afectado bastante más de lo que pensaba.

-YO: aquí no creo que encuentres a ningún hombre decente, pero seguro que hay cientos de hombres que matarían por estar contigo.

-SARA: eres un cielo…..- me abrazó y nos quedamos así una media hora.

Sara se duchó, y yo detrás, fue refrescante, terminamos acostados y vestidos como si no hubiéramos estado follando como animales. Pese a tenerla abrazada, y haber disfrutado del sexo, mis pensamientos no eran para ella, o para mi propio ensalzamiento, eran que ya tenia la 2º pieza del puzzle, pero esas habían sido las fáciles, ahora tocaban mi hermana y mi madre, y eso seria un suplicio.

Al regresar las chicas, menos mi madre que había quedado con Joel, se pasaron media hora hablando y riéndose de lo que se habían divertido en el paseo marítimo, me tenia que mantener firme así que no las prestaba atención, pese a que mostraban prendas que se habían comprado, alguna subida de tono, pero me alejaba de ellas. Sonia se me acercó pasado un buen rato en que las demás hacían la cena, iba vestida como le gustaba, top ceñido marcando pecho y shorts abiertos.

-SONIA: hola, ¿que haces aquí tan solo? – sonó a burla.

-YO: estudiar un poco – me besó en la mejilla inclinándose sobre mi.

-SONIA: ¿y no te apetecería estudiarme a mi?… – se hizo una coleta con las manos encima de un hombro jugando con su larga cabellera –…me he comprado una cosita para ti, ven a mi cuarto luego – me cogió de la nuca y se esmeró en aplastarme sus senos al besarme en el cuello, luego se giró y caminó siendo consciente de que la miraba.

-VANESA: ¿competencia? – me pilló de sopetón a mi espalda.

-YO: quiere que vaya a su cuarto…….a enseñarme una cosa……

-VANESA: ya……vas a tener que tirártela otra vez, se huele que te has acostado con Sara, y quiere revancha.

-YO: yo quiero estar contigo.

-VANESA: luego, tu hermana y yo te estaremos esperando en la cama, pero tienes que cumplir con ella o se buscará a otro imbécil, y si la pierdes a ella, las pierdes a todas, tu escudo se vendrá abajo.

Asentí abrazándola, y besándola, su olor a champú de manzana en el pelo me transportaba a un bosque y sus ojos azules eran el cielo, me acostaría con Sonia, como hice con Sara, y como intentaría con las demás, pero solo la quería a ella.

Cenamos con algo de cháchara, fue divertido unos instantes, al terminar decidieron darse un baño en la piscina, como no, Vanesa se las llevó y dejó que Sonia se quedara conmigo, no tardó en apretarse contra mí en el sofá, y mis ojos se perdían en su escote, era imposible no mirar por que ella lo ofrecía encantada. Al rato ya la tenía cogida de una teta y la acariciaba con delicadeza, alzó sus ojos verdes y me clavó un beso de tornillo que casi me ahoga.

-SONIA: vamos arriba – me cogió de la mano y la seguí aceptando mi destino, jamás un hombre sabiendo que iba a follar con semejante hembra……. fue tan infeliz.

Al llegar a su cuarto me empujó a besos a su cama y me sentó, cogió una bolsa diminuta y se metió en el baño, se dio una ducha y tardó unos minutos en salir, avisó antes de sacar una pierna con unos buenos tacones y usó el móvil para poner música sensual. Lo siguiente que vi fue a Sonia salir vestida con una bata de encaje trasparente sin anudar, con un conjunto de ropa interior, negra y con lazos rojos, a juego, tan sexy como exuberante, con todo su pelo caoba recién mojado y una leve sombra en los párpados que hacían verla como si tuviera 2 esmeraldas en los ojos, la parte de arriba era un wonderbra de dimensiones épicas, se las ponía tan arriba y tan apretadas que rebosaban y temblaban al caminar, al darse una vuelta la bata se elevó mostrando su trasero en un tanga de hilo fino, con un lazo carmesí en parte delantera.

-SONIA: ¿te gusta?

-YO: estás como un tren de mercancías – “basta, si, pero arrolladora”

-SONIA: jajaja he pensado que un hombre como tu tendría unos gustos más refinados, así que según lo he visto lo he comprado, es una talla menos que la mía de pecho, pero es que no tenían nada más grande.

-YO: normal, si es que vaya tetas…..

-SONIA: hombre, gracias jajajajajaja…….y ahora tu sorpresa.

Se cuadró con la música y empezó un movimiento lento y suave de caderas, de lado a lado, tan amplio como le permitían aquellos taconazos, seguido de un par de giros de cuello regalando una estampa que ni las marcas de champú, con su pelo tan largo como brillante. Cada vez que hacia que su pelo se moviera como un látigo, lo acompañaba de una ola en su cuerpo, fue tan burdo como excitante, logró ponérmela dura con solo agacharse ante mi y mostrar su escote, se dio la vuelta dejándose caer sobre mi, frotando su trasero contra mi pelvis, apoyando su cabeza en mi hombro y mirándonos fijamente, usándome de apoyo para subir por mi cuerpo y dejarse resbalar por él. Aparté la bata de su hombro y la besé, aquello la encendió, su cadera cogió vida propia y me estaba masturbando con su culo antes de sacarme la ropa. Mis manos fueron a sus senos, eso ya no podía evitarse, al acariciarlas sentí la aspereza de la tela y quise tirar de él para sacarle los pechos.

-SONIA: ¡ah, no!, que me lo rompes y es nuevo……deja que me lo quite…..- se puso en pie recolocándose, no tardé ni medio segundo en pegarme a su espalda y bajarla la bata hasta casi atarla de las muñecas.

-YO: déjatelo, te voy a follar con él conjunto puesto – se le estremeció la piel, y sentí el escalofrío pasar por su espalda, una mano fue a su pecho y la otra comenzó a acariciarla por encima del tanga, pegando su culo a mí…..desde atrás la visión era tremenda.

-SONIA: hazlo.

Mis dedos se metieron por dentro de sus muslos, y acariciaba con lentitud, pero ella ya estaba mojada, sentirlo me éxito, y metí un dedo haciéndola suspirar, besándola en el cuello y amasando a duras penas un pecho que se mantenía de milagro dentro del sujetador. La mano entre sus piernas se fue acelerando, había encontrado su punto G y la penetraba con rapidez, logrado sacarla gemidos muy pronto, se quejaba incluso, dando pequeños golpes sacando el culo, hasta que empezó a decir palabrotas, allí la solté, se giró rabia y me empujó a la cama para montarme a 4 patas, nos dimos una serie de largos besos en los que ella terminó recostada sobre mi pecho, en los últimos besos sentí si mano acariciando mi abultada entre pierna. Me besó en el cuello y fue bajando hasta sacarme el bañador, sonrió al masturbarme, mordiéndose el labio y terminar chupándome el glande con rudeza, Sara era mucho más dulce, pero sabia lo que se hacia.

Estuvo unos 10 minutos comiéndomela, y me contenía a duras penas, quería follármela pero parecía tan entregada que me daba apuro, Sonia tosía y se ahogaba la tratar de meterse más de la que podía albergar, con una mano sin parar de masturbar, la pedí que dejara de hacer eso y me montara de una puta vez, estaba sediento de sexo y no es que Sara me hubiera dejado con ganas por la tarde, es que Sonia estaba tremenda, se apartó el tanga a un lado antes de sentir como la penetraba, fue tan diferente y tan parecido a la vez, le costó un mundo metérsela entera y se quedó petrificada unos segundos, en los que la aparté la bata hecha una bola. El sujetador brillaba con una especie de cristales reflectantes diminutos, y la acariciaba los senos por encima de ellos. Su cadera ya se movía cuando logré sacarle un pecho, su pezón estaba tan duro y tenso que sobresalía con orgullo, la tumbé para poder chupárselo y a la vez ganar espacio para apoyar los pies, soltó una serie de alaridos al sentir como la penetraba fuerte y con rapidez, apoyó sus manos una a cada lado de mi cabeza y empezó a hacer fuerza contra mis embestidas, verla con sus tetas oprimidas y temblando ante mis ojos me llevó a perder el control, subí hasta donde mejor ritmo pude dar y no bajé en un buen rato, sin preocuparme de desfondarme.

Sonia puso los ojos en blanco y se perdió por el 2º orgasmo, allí cayó fulminada, y dejó de tener gracia follársela, así que la tumbé boca arriba sentándome en su vientre, desabroché el sujetador liberando sus senos como si se rompiera una presa y el agua fluyera libre, besé y lamí sus pechos para después poner mi rabo entre ellos, no hacia falta ni que los apretara uno contra otro, eran tan bien puestas que con solo frotarme ya sentía placer, tardó unos minutos en entender que ocurría y se las agarró para dejarme hacerme la mejor cubana de mi vida, mi ancho miembro palidecía ante aquellas montañas, fui aumentando la velocidad hasta que el cuerpo entero de Sonia botaba al ritmo de sus pechos, tuve que contenerme por no correrme en su pecho sin dejarla rota de nuevo. La abrí de piernas metiéndome entre ellas y de un empujón certero volvió a poner los ojos en blanco, arqueó su espalda mostrando aún mas sus tetas, que lamí y chupé extasiado, cogiéndolas como ancla y llegando un punto en el que no terminaba de salir de ella y ya estaba entrando de nuevo, una vez y otra tras otra, ella trató de rodearme con las piernas pero no podía, de la inercia se abría retorciéndose, aguantando la respiración y logrando llevarla a otro par de orgasmos que coronaron un chorro que casi me saltó por encima del hombro, eso me mató, y dando un pequeño descanso, seguí hasta vaciarme dentro de ella, que casi pedía a gritos terminar con sus ojos. Me pasé media hora encima de ella comiéndome sus senos empapados de sudor y fluidos de ambos.

-SONIA: yo no puedo contigo……. ¡me matas Sam!

-YO: vas mejorando.

-SONIA: es que haces delirar, la tienes tan gorda que me roza todo el rato, y cuando coges velocidad es como si volara.

-YO: tú sigue así – me puse en pie, y me vestí.

-SONIA: ¿te vas?

-YO: mi novia me espera en mi cama.

-SONIA: zorra afortunada……..

-YO: más sorpresas como esta, y me meteré en la tuya más a menudo – me tumbé a su lado en la cama, besándonos, al sentir mis dedos en su interior cerró los ojos sobrepasada y se lo di a chupar, cosa que hizo con gusto, sonriendo.

-SONIA: gracias.

Me fui sin saber por que me las dio, si por el polvo, o por darle de probar su propia esencia, y me quedé pensado en cuantas veces había soñado con acostarme a Sonia antes de aquel verano, y de que una vez mía, resultaba que no la quería a ella. Al llegar a mi cuarto ya estaban Vanesa y Marta acostadas, Vanesa iba solo en bragas, mostrando sus preciosos y turgentes senos, mientras que Marta iba en tanga y un camisón amplio, desde mi cambio de actitud siempre iba así al dormir.

-VANESA: ¿ya la has dejado satisfecha?

-YO: eso espero……..no puedo con mi alma – me acosté entre medias.

-VANESA: tu hermana estaba muerta, se ha dormido enseguida abrazada a mí.

-YO: espero lograr lo mismo.

-VANESA: ¿entonces no quieres jugar conmigo? – la miré suplicando perdón.

-YO: claro que quiero, pero no puedo….- pasó su dedo índice desde mi frente a mi barbilla, juntando con su uña a rascarme el mentón.

-VANESA: tranquilo, solo bromeaba, anda, ven aquí y descansa.

Me apretó a su pecho y me dejé llevar, me sentía muy raro al seguir las instrucciones de Vanesa, que a fin de cuentas era mi novia, y me hacia ganarme una a una a las mujeres de la casa, según ella, por mi bien y el de mi familia, algo no me cuadraba, pero estaba muy cansado como para ver que era. Por la mañana me desperté abrazado a mi hermana de cara, estaba despierta y me acariciaba el pelo, al verme mirarla sonrió.

-MARTA: me encanta cuando te despiertas y me miras así…….

-YO: ¿como?

-MARTA: como si vieras a un ángel….

-YO: no se aleja mucho de la realidad.

-MARTA: jajaja que bobo.

-YO: es la verdad Marta, sin ti mi vida hubiera sido un infierno, eres alegre feliz y divertida, hasta ahora eras la única luz de mi vida.

-MARTA: gracias Samuel, te lo agradezco de corazón ….– me besó en la frente – …oye ¿Cómo que hasta ahora?

-YO: bueno……yo…….- soltó una carcajada y me frotó la cabeza de nuevo.

-MARTA: tendré que acostumbrarme a que tienes novia….ya no eres solo mi hombrecito – se levantó y se fue con sus andares felices.

-VANESA: muy bien jugado…….- la tenia a mi espalda.

-YO: ¿jugado el que? – Vanesa me miro confundida al darme la vuelta hacia ella.

-VANESA: lo que la has dicho, ha sido muy bonito, seguro que se pasa media mañana pensando en ti.

-YO: no le he dicho por eso…….- o si, ya no lo sabia.

-VANESA: pues mejor aún, dame un beso y vete a ducharte que tenemos unos dais difíciles por delante – se lo di, un par en realidad, antes de alejarme de sus brazos.

Me pasé 1 semana en un ciclo mortal, rebotando de cama en cama, de la mía a la de Sara, y de la suya a la de Sonia, Vanesa siempre lograba que me quedara a solas con alguna, y aunque todas sabían lo que ocurría, nadie hablaba de ello, supongo que fue un paso atrás a cuando Jaime se las follaba en “secreto”. Fue suficiente para comprender que ninguna de las 2 supondría un problema mayor, mi tía necesitaba afecto y Sonia reafirmarse, con esas tonterías y un poco de encanto estuve más tiempo tumbado que de pie.

El plan funcionaba pero se acababa el tiempo, 3 semanas hasta la fecha de regreso, y no estaba más cerca de mi madre o de mi hermana, empezaba a pensar que Marta no quería nada, así que me centré en mi madre, que salía muchas veces “a dar una vuelta” decía, pero Joel esperaba cerca siempre, ahora tenia reparos en admitirlo, y mentía para encubrirse, otro logro al lote. Un día regresó de cenar bastante tarde, con Joel del brazo y muy perjudicada, su tono de voz era muy agudo cuando bebía y se la notaba enseguida, les escuchamos follar una hora y media. Vanesa no pudo evitar bajar a mirar, la acompañé, y mientras la tomaba de forma animal, Vanesa se reía sorprendida de mi atrevimiento creciente, le gustaba como estaba evolucionando en el sexo, donde ya no me veía tan desigual con ningún hombre, y aquella noche lo constaté llegando a durar mas que el Joel. El cabrón llegó a poner a mi madre contra el cristal, desnuda, aplastando sus pechos en el vidrio cuando se la metía por detrás, si no nos vieron en el balcón fue de milagro. Cuando terminamos las 2 parejas, me quedé abrazado a Vanesa durante horas sentados en el césped del jardín junto a la piscina, nos reíamos y charlábamos sin dejar de acariciarnos, recorría su espalda con mis dedos tirando de sus rizos, a la vez que ella jugueteaba con mi rodilla.

-VANESA: jajaja deja de enredar los dedos en mi pelo, dios…….

-YO: me encantan tus rizos, creo que me enamoré de ti solo por el pelo – me miro con una sonrisa brillante que se desvaneció al instante.

-VANESA: no estás enamorado de mí, recuerda que es solo un amor de verano.

-YO: para ti…..pero no para mí.

-VANESA: ya hemos hablado de ello…..no soy buena para ti.

-YO: ¿eso no debería decidirlo yo? Al menos dámela oportunidad de demostrártelo hasta final del verano.

-VANESA: no hay nada que puedas hacer salvo asegurarte de que tu familia vuelva a casa……tienes que ponerte duro con Joel, o en un par más de noches le mete en casa – tenia mucha habilidad para desviar la conversación.

-YO: ¿que más puedo hacer?

-VANESA: no se me ocurren más cosas, te has impuesto en casa, pero el aún la domina con el sexo, tienes que quitárselo.

-YO: ¿y como?

-VANESA: no lo sé, en las tribus de gorilas una muestra de fuerza ante el grupo te hace digno de ser el líder, quizá si te enfrentas a Joel…..

-YO: ¡me matará!, me saca una cabeza y tiene más músculos que una enciclopedia de medicina.

-VANESA: si…..quizá, pero la otra opción es apelar a amor maternal, enfréntate a él y al perder, tu madre te defenderá y le echará para siempre, aunque perderás tu posición de ventaja, no te verá como al líder y si como una pájaro herido al que cuidar, pero podemos jugar con eso más adelante, en cualquiera de los casos tienes que provocar un enfrentamiento directo, con ella delante.

Por si no era suficiente, ahora tenia que hacerme el gallito contra un tipo que podría ser medallista olímpico en muchas disciplinas, “todo fuera por mi familia”. Nos fuimos a dormir, tratando de pensar en que forma dar un golpe de autoridad sin terminar en el hospital. Nos despertamos pronto, para pillar a mi madre con Joel, y tracé un plan para conservarme de una pieza, tardaron un buen rato en bajar mientras hacia el desayuno, al verme mi madre trató de sacarlo por detrás.

-YO: no, por favor……….venid – mi madre me miró conmocionada, pero se acercó con Joel.

-CARMEN: ho…..hola.

-YO: hola mama……… Joel.

-JOEL: hola…… brother.

-YO: estaba preparando el desayuno, ¿queréis comer algo?

-CARMEN: no…….Joel ya se iba……- la rodeé con un brazo y la senté en una silla.

-YO: no pasa nada mujer, vamos a comer algo, seguro que estaréis famélicos……Joel, ¿nos acompañas?, quiero hablar un segundo contigo.

-JOEL: claro – se sentó al lado de mi madre, mirándola totalmente perdido.

-YO: verás……el otro día vi un vídeo, de esos vírales de Internet, de bromas que les hacen amigos a sus amigos mientras duermen, ya sabes, pintarles la cara, echarles espuma, tirarle de la cama, esas cosas……..- saqué un par de butifarras de la sartén dejándolas en la mesa ante ellos, encima de un taba de cortar – ….me parece increíble la de cosas que pueden lograr hacerse unos a otros, deben tenerse un resentimiento enorme ….- comencé cortar por la mitad una de las butifarras con un cuchillo grande de cocina -… me parece de muy mal gusto hacerle eso a alguien mientras duerme profundamente, seguramente no se enteran de nada hasta el día siguiente….- troceaba la butifarra de forma lenta y sonora al golpear con el cuchillo sobre la tabla de madera.

-CARMEN: pues si, pero a que viene…..- chité un poco.

-YO: tsh déjame acabar…..- estaba haciendo dados de la butifarra -….verás Joel, en ese estado en el que alguien tiene que esperar a que te quedes dormido para poder hacerte algo así, creo que una persona tiene que estar muy al limite, y quiero pensar que si alquilen les ofreciera la oportunidad de elegir, cambiaran las cosas para evitar que les hagan esas bromas…..- puse los dados encima de un plato y la otra butifarra entera en otro -…..en fin….cosas mías…..por favor, desayunar…..Joel, ¿a ti como te gusta la butifarra? ….– puse los 2 platos a su lado – …¿entera o en trocitos? Tú eliges – clavé el cuchillo en la tabla de cortar de madera, se quedó temblando unos segundos, y cogí un dado de carne que me comí –….me salgo fuera….hasta la vista.

Fue glorioso ver el cuello musculoso de Joel tragar saliva, esperé fuera con Vanesa, el móvil en la mano y el número de emergencias marcado, esperando que saliera a matarme, lo que escuché fue una serie de gritos, una discusión y un portazo de Joel gritando “que ten den por culo, no vuelvo, tu hijo está pa´allá”. Vanesa se reía a carcajadas, y yo trataba de dejar de estar tenso, me tumbé en el suelo para centrarme, hubo un momento en el que el cielo girara a mí alrededor, pero la cabeza de Vanesa apareció.

-VANESA: jajajaja ¿estás bien?

-YO: estoy loco, no queda otra, no se ni como me ha salido la voz.

-VANESA: por que eres un autentico líder, eso ha sido descomunal, ¡te dije provocar, no acojonar! jajajaja

-YO: ganar la batalla antes de empezar, me ha parecido una opción válida, el sabe que soy su hijo, y a mi no me puede alejar, algún día se dormiría en mi casa, ahora sabe que no puede permitírselo.

-VANESA: pueden quedar lejos de aquí….

-YO: tal vez, pero me sigue pareciendo mejor opción que dejar que me parta la cara.

-VANESA: eso no lo niego……tienes que ir a hablar con tu madre, ya, intenta ocupar su vacío, no sé, llévala a dar una vuelta.

La di un beso para ganar confianza, y me metí de nuevo en casa teniendo algunos reparos al saber como actuar, al ir a la cocina allí estaba mi madre sentada, con cara triste y algo enrojecida, al verme me dedicó una primera mirada de odio, tragué con eso y me senté a su lado, poniéndome el escudo.

-YO: ¿y Joel?

-CARMEN: se ha marchado…….no se si volveré a verle – sonó a reproche.

-YO: mejor para ti, era un aprovechado, estás mejor sin él.

-CARMEN: ¿tú crees?

-YO: por supuesto, ya te dije que no me gustaba.

-CARMEN: lo sé, pero me divertía……..has sido muy…..tajante al hablarle así.

-YO: tanto como he tenido que serlo, no le necesitas para pasarlo bien..…. ¿que te parece si salimos a dar una vuelta tú y yo? – abrió los ojos entre sorprendida y agradecida por el ofrecimiento.

-CARMEN: si tú quieres….- me levanté a darla un besó en al mejilla.

-YO: claro……. y ponte guapa, quiero presumir – aquella bobada hizo que se le iluminara la cara, me acarició la cara y me abrazó poniéndose de pie.

-CARMEN: dame unos minutos.

Salió disparada al piso de arriba a vestirse, y me quedé con cara de imbécil al ver lo fácil que me había resultado aquello, esperando un rato hasta que bajara. Subió una madre recién levantada de una noche de infidelidad con una bata larga desgastada y despeinada, bajó una top model. Con el pelo negro ligeramente ondulado suelto y dejándolo caer a los lados de su cabeza, con un flequillo suave, no sé si el colorete de sus mejillas era real o no, pero no parecía serlo, y salvo eso no tenia maquillaje, con un colgante largo fino acabado en una cascabel en su pecho, una blusa sin mangas de estampada de flores, ceñida hasta el punto de dejar claro que iba sin sujetador, con amplio escote generoso, una falda hasta las rodillas, vaporosa y con vuelo realzando sus caderas y su espectacular trasero, ayudada por unos tacones no muy exagerados que la estilizaban la figura.

-CARMEN: ¿que tal voy? – se dio una vuelta dejando que la falda atrajera mi mirada.

-YO: espectacular.

-CARMEN: ¿salimos ya o esperamos a las demás?

-YO: no, solos tú y yo, hoy soy tu hombre – esa frase la hizo sonreír y apartarse el pelo de la cara detrás de la oreja.

Le ofrecí mi brazo al que se agarró, y salimos a pasear sorprendentemente pronto, casi a las 9 de la mañana, a esas horas el sol no apretaba tanto y el paseo marítimo estaba abriéndose, sonidos de cerrojos y verjas, camiones entregando mercancías y tenderos colocando sus puestos. Dimos un largo paseo, al principio sin hablar, solo respirando el aire saldado. Según andábamos pensé que podría dar un paso más y la rodeé por la cintura apoyándome en ella, ese gesto la enterneció e hizo lo mismo, metiendo su mano en el bolsillo trasero de mis bermudas, dedicándome usa sonrisa cálida, nos íbamos acercando a los puestos y mirábamos, charlábamos y seguíamos al siguiente, fue extrañamente tierno, ya que era mi madre, las carantoñas en el brazo, sentir su mano moverse junto a mi culo, la mía apretándola en la cintura cuando se giraba a ver algo, o verla probarse collares con el sol reflejado en su pelo y sus ojos. Llegamos hasta la macro discoteca, lugar que no habíamos pisado en casi 2 semanas, después de ir casi a diario durante un mes, al llegar había un cartel enorme en la entrada.

-CARMEN: ¡mira!, dice que harán una fiesta la semana que viene.

-YO: como todos lo días.

-CARMEN: no, ¡será de disfraces por carnaval!

-YO: no es carnaval.

-CARMEN: supongo que lo sabrán……….!¿podríamos ir?!

-YO: no, estoy harto de fiestas.

-CARMEN: ¡por favor!, me gustara mucho acudir, disfrazare y salir un día……

-YO: ¿no estás cansada de tanta fiesta?

-CARMEN: un poco…..supongo….pero seria como despedida….ya queda poco para volver a casa…..y sin Joel temo aburrirme, piénsalo, por mi, las chicas también lo agradecerán, llevamos una semana larga encerrados en casa…..

-YO: está bien, lo pensaré, no te prometo nada, pero tendrás que ser una niña buena en casa si no……- no sabia si terminar la frase, pero bastó para que me abrazara.

-CARMEN: ¡gracias!, seré quien quieras que sea – su forma de apretarse en mi pecho, la forma de hablar, y aquellas palabras, me sentí como mi padre por 1 momento, la dominaba.

Si hasta ahora la tenia impresionada por mi actitud, el numerito de la mañana con Joel la había demostrado que yo mandaba, y ahora obtenía resultados, aunque de igual forma, usó sus encantos para ir a la fiesta, tal como hubiera hecho con mi padre cuando quería algo, podría haberme negado a ir de inicio, pero pensé que seria una gran oportunidad de acometerla, tendría que hablarlo con Vanesa.

Me cogió de la mano entrelazando los dedos y se pasó todo el camino de vuelta frotándome con la otra mano, ya fuera mi brazo o mi pecho. Ya era medio día y el bullicio del paseo marítimo era enorme, estaba lleno de chavales, parejas, o familias, y sentí celos al ver como la miraban, ella creo que se daba cuenta, por que les sonría cuando alguno se la quedaba mirando y luego me apretaba la mano tirando de ella. Decidí ir por la playa para alejarla de eso, así que se quitó los zapatos llevándolos en la mano, la arena ya quemaba del sol, y para cerrar el paseo, la cogí en brazos hasta llevarla a casa, pero era un largo trecho, me cansé y me la subí al hombro, tal como había visto a Joel llevársela a casa borracha, pero esta vez iba sobria, se reía al colgarse de mi hombro sin decir absolutamente nada de que la tuviera cogida del culo para que no se cayera. La sensación de cogérselo fue terriblemente placentera, era firme y dura para su edad, sus nalgas bailaban en mis manos, sin duda iba en tanga. Se oían sus carcajadas cuando llegamos al jardín de casa, la hice resbalar por mi pecho y quedó pegada a mí entre mis brazos.

-CARMEN: jajaja estás muy fuerte – me apretaba los antebrazos.

-YO: gracias.

-CARMEN: ¡uffff! estoy algo acalorada, como pega el sol – cierto, pero también podría ser por que la había puesto cachonda, fue algo que no deseé pensar.

-YO: pues ahí tenemos una piscina…..- la cogí de la cintura elevándola medio palmo del suelo.

-CARMEN: ¡jajaja no por favor, no estoy vestida! – braceaba un poco pero soltaba unas carcajadas que me recordaban mucho a las que le dedicaba a Jaime cuando la metía mano, nos acerqué al borde y la baje hasta dejarla en vilo.

-YO: has dicho que tenías calor….

-CARMEN: jajaja ya lo sé jjajajaja pero no, por favor….jajajajajaja – la sentí nerviosa, quería que lo hiciera, se lo leía en la cara, y no pude evitar darla un beso en la frente, la quité los zapatos para después empujar, soltó un leve grito agudo y sonó el chapuzón. La falda se le quedó frotando y al emerger una sirena preciosa apareció, entendí a Jaime al verla así.

-YO: ¿mejor? – me salpicó agua sin perder su sonrisa.

-CARMEN: ¡si jajajaja pero eres malo, mira como me has puesto, y tú hay tan seco! – se echó todo el pelo hacia atrás y trataba de separarse la tela sintética mojada de su piel, pero no podía, se le pegaba marcando unos pezones duros y pequeños.

-YO: pues hazme sitio – y salté a su lado, dejando su bolso, mis zapatillas y mi móvil en el césped, la salpiqué de arriba abajo, y cuando me puse en pie me miró con lujuria, ya era evidente, la camiseta empapada pegada a mi cuerpo la atraía la los ojos.

-CARMEN: ¡alaaaaaaaa jajaja! estás empapado, quítate la camiseta anda…..- se acercó tirando de mi camiseta y sacándomela por la cabeza, dejando sus manos en mi pecho.

-YO: no es justo, tú también estás mojada – y sin pensarlo hice lo mismo y se la quité, se sonrojó tanto que casi ni se movió al quedar, no solo sin la blusa, si no que la quité la falda tardado en abrir la cremallera de su falda colocada en su costado.

-CARMEN: ¡jajaja mira como me tienes aquí medio desnuda…..jajajaja! – medio no, estaba con un mísero tanga.

-YO: me gusta verte así, pero solo para mí, me enfado cuando otro hombre te ve así, no me gusta que te deseen.

-CARMEN: pero eso es natural, los hombres sois así.

-YO: pues no me gustó nada que Jaime y Joel te vieran así, y menos que te tomaran.

-CARMEN: fue jugando, solo quería distraerme un poco, beber y divertirme…

-YO: pues mira que bien o lo hemos pasado tú y yo sin tener que beber.

-CARMEN: ¡es verdad!, me he comportado como una cría con las hormonas aceleradas, pero ahora lo veo, se que tendría que haberme comportado por ti, pero tu padre no estaba y me sentía un poco perdida.

-YO: y yo no te he ayudado, pero ahora cuidaré de ti, como de todas – la abracé y alzo su mirada como un naufrago al ver una playa.

-CARMEN: lo sé, estoy orgullosa de ti y de cómo has cambiado estos meses, eres el hombre que siempre sabia que eras, no solo tienes a Vanesa, si no que has sabido alejarme de Joel, lo necesitaba, ese hombre me estaba volviendo loca, casi……. ¡casi lo meto en casa, dios!, y pensaba……..pensaba hasta en quedarme con él….lo siento….soy una estúpida – estaba abriéndose a mi, como hacia con mi padre, me había costado unas semanas lo que él lograba con una mirada, pero ya había ocupado su lugar.

-YO: ahora eres mía, eso quedó atrás. Nos quedamos abrazados durante más de 20 minutos, en los que la escuché llorar.

Se calmó y nos secamos al sol un buen rato, antes de vestirnos y meternos en casa, allí esperaban todas como niñas buenas en el sofá, mi madre se fue a dar una ducha y me senté entre Sara y Sonia, mientras que Vanesa me miraba con unos ojos que no supe leer, creía que me estaba felicitando pero sentía un profundo dolor en la forma en que me observaba. Comimos con tranquilidad y la tarde la pasamos en la piscina, me costó un mundo estar solo con aquellas 5 mujeres y no centrarme demasiado en una más que en la otra, yo solo quería ir con Vanesa, pero ella me susurraba que jugara con Sara, le hiciera aun carantoña a mi madre, o besara en el cuello a Sonia mientras que hablaba con Marta.

En la cena mi madre me montó una emboscada, y comentó lo de la fiesta de disfraces, tan ilusionada que las demás se sumaron a su entusiasmo, me mantuve firme en que me lo pensaría, por mucho que me multiplicara, ¿solo 1 hombre para 5 mueres en una discoteca? Era carnaza para los buitres de la discoteca. Nos fuimos a acostar, y estaba tumbado en la cama con Vanesa acariciándonos mientras esperábamos a mi hermana. Vanesa dormía solo con un tanga, lo que me provocaba erecciones constantes, algunas las calmaba con ella, y otras me mandaba a calmar a Sara o Sonia, según su parecer. Yo, con mi bañador abultado, la rodeaba de cara por la cintura acariciándola las piernas a lo largo del muslo.

-VANESA: ha ido bien con tu madre por lo que veo.

-YO: si, demasiado, esta mañana estaba con Joel y a medio día ya me ha contado todo, tenias razón, Joel la había hecho pensar en quedarse con él.

-VANESA: te lo dije, pero ahora no importa, ya es tuya, solo tienes que seguir así hasta la fiesta, Sonia mantendrá tu posición, Sara la sostendrá, y te digo yo que tu madre estará tan salida después de 1 semana sin tener a Joel ni nadie, oyéndote con las de la casa, que te saltará al cuello a la mínima.

-YO: ojalá, y así termine esta pesadilla.

-VANESA: ¡¿pesadilla?! ¿sabes cuantos hombres matarían por tener a una de las 5 mujeres bajo este techo? No te digo ya varias a la vez…..

-YO: estoy harto de juegos mentales, y de manipulaciones, sabes que no lo hago pro que lo quiera, lo hago por que mi familia lo necesita, pero no pienso en nadie más que en ti – me besó tiernamente acariciándome la cara.

-VANESA: ¡eres tan ……- irritante iba a decir – ……. Raro! ¡¿tan difícil te resulta cumplir una fantasía inherente al hombre, que es el incesto, con mujeres tan guapas?! Es casi de relato erótico.

-YO: puede ser, pero quiero que lo sepas, no lo deseo, ni ansió que ocurra, ya no, puede que antes, pero llegaste tú y pusiste mi vida patas arriba…….- esta vez la besé yo, sentí su lengua en mi garganta, la acaricié su piel en las nalgas y la apreté contra mi.

-VANESA: para….ummmmmm….para……no puedo….tienes que ir con Sonia …..- lo decía, pero me daba cortos besos -…te ha visto con tu madre, y necesita tenerte cerca hoy.

-YO: me da igual, quiero estar contigo esta noche – la cogí de un seno y lamí su pezón con delicadeza, suspiró de forma alargada, y se dejó hacer unos minutos, sentía su mano queriendo alejarme pero no lograba separarme de ella.

-VANESA: por favor, te lo ruego..…..ve con Sonia….tu hermana está al llegar – logró apartarme la cabeza de sus pechos, que tenían los pezones duros y firmes de mis labios, se mordió le labio y me dio un largo beso húmedo y sensual -… vete…..te lo pido…. por tu bien.

Me levanté, no sin antes acariciar su pelo, sus rizos me dejaban hipnotizado. Al acudir a la puerta de Sonia, y verme, me asaltó encima y no tardé ni 2 minutos en estar follándola de forma salvaje, de todas era la que más violentamente se movía, creo que exageraba sus movimientos para tratar de ganarme a su causa, con sus voluptuosos senos saltando en mi cara, pero la pobre sufrió mi ira, a quien quiera estar penetrando no era a ella, y sin embargo allí estaba, amasando sus senos con ambas manos, chupándolos mientras daba golpes de cadera uno tras otro, provocándolas alaridos y orgasmos uno tras otro, hasta que la metí mi semilla hasta el fondo de su ser. Sonia se quedó ronroneando en la cama cuando me fui, y regresé a mi cama.

Ya estaba harto, casi más furioso que al irme a ver a Sonia, y al ver a Vanesa sola allí tumbada con mirada triste y melancólica, me encendí otra vez, evitó mirarme de forma directa al acercarme, mosqueada, me vencí encima suya y casi diría que la forcé, aunque no fue así, la acariciaba y me huía los gestos. Entre besos fuertes y caricias brutas, hubo un momento en que ella cedió dejándome tomar el control, resignándose a lo inevitable y preparándose a disfrutar de ello, sentí que su deseo superó algún tipo de barrera mental, más que física. Casi diría, si no la conociera, que estaba enfadada por haberme ido con Sonia, pese a que fue ella la que me mandó con ella.

Se abrió de piernas y la arranqué el tanga de un tirón, me recibió cálida y húmeda como siempre, y quise castigarla por algo, aunque no tenia claro que era. Durante 20 minutos la penetré con fuerza hasta hacerla delirar, su cuerpo rebotaba de mis embestidas, tumbada boca arriba en la cama, se retorcía al sentirme morderla en los senos, pegándome a su cuerpo con sus brazos, gritando como una poseída que era suyo al sentir varios orgasmos seguidos. Me vencí encima de ella, sudando y derramándome en su interior con ganas de morirme en ese instante. Pasó un buen rato hasta que la puerta se abrió, no me sorprendió ver a Marta.

-MARTA: perdón…….no quiero molestar….pero si habéis terminado…..- cogí aire apoyando la cabeza en el pecho de Vanesa, que se rió, estabamos aún desnudos y no podía vernos así.

-YO: ¿hemos terminado? – Vanesa me miró con gesto alegre.

-VANESA: eso espero jajajajaja, Marta deja que nos pongamos algo…….- Marta asintió saliendo unos minutos, aparté los rizos de la cara Vanesa, tenia el pelo revuelto y una cara de felicidad extraña, sonrojada y riendo.

-YO: hola preciosa.

-VANESA: hola… jajajajaja….pufffffff estoy molida

-YO: lo siento, no se que me pasó…….- me besó en la barbilla.

-VANESA: no pasa nada, estabas enfadado……

-YO: no es excusa.

-VANESA: eres muy duro contigo mismo, no debes culparte, es culpa mía…..se que no te gusta el plan, y me olvido de que me…… me quieres.

-YO: pues no lo olvides, por que eso no va a cambiar.

-VANESA: ¡para de decir esas cosas!, tendría que………… esto es un error, tendría que irme….

-YO: te seguiría.

-VANESA: ¡¿por que?! Está tu familia, tu vida, eres un buen chico, conocerás a una mujer buena y dulce que será afortunada por tenerte, tu sitio no está a mi lado.

-YO: ¿Y donde iba a ir si no? ¿Con Sonia? ¿Con alguna chica normal y aburrida? No, te veo Vanesa, no sabré…. “eso” que temes decirme, pero si sé quien eres….y te quiero – por primera vez vi que se le humedecían sus bonitos ojos azules mientras me acariciaba la cara.

-VANESA: eres un tozudo y un cabezota, te dije que soy venenosa, si te quedas a mi lado terminaré haciéndote daño.

-YO: acepto – bufó cansada con una sonrisa leve.

-VANESA: no puedo contigo…….

-YO: ¿entonces……..todo bien? – me miró de forma extraña, casi agotada.

-VANESA: claro jajajaja …- no me dejó nada convencido -…… es más, si jugamos nuestras bazas esta noche Marta es tuya, podría irse con Sara o tu madre, nos ha tenido que oír, y aún así vuelve a tu cama, tiene que estar deseando que la tomes.

-YO: no, hoy ya he tenido suficiente, esta noche solo te quiero a ti.

-VANESA: vale jajajaja – asintió feliz de oírlo, o eso me pareció, apretando los labios para evitar las lagrimas, me abrazó durante un buen rato, me apretaba tanto que me hacia un daño dulce y cálido.

Nos fuimos a dar una ducha y nos pusimos algo de ropa encima, yo busqué a Marta, y me disculpe por hacerla esperar, me revolvió el pelo y me sonrió diciéndome que no pasaba nada, que estaba contenta de verme así de feliz con Vanesa, tramposo me convenció. Nos acostamos los 3 como siempre, y me abracé a Vanesa como si fuera un peluche y yo un crío asustado.

Desde ese día fue una rutina mecanizada. Por el día mi fachada era fría y distante con todas. En la mañana iba a dar paseos con mi madre, y algunas veces nos acompañaba mi hermana, al volver íbamos a la playa o la piscina un rato y regresábamos a comer. En la siesta era el momento de Sara, iba a buscarla como su bombero particular a calmar su fuego, no todos los días, ya se ocupaba ella de que estuviera sola. Después de cenar tocaba ir con Sonia, que empezaba a saberme a poco. Para terminar acostándome junto a Vanesa, de noche era otra historia, mientras que sentía como un trabajo el sexo con Sara o Sonia, al sentir la piel de Vanesa cambiaba el chip, con ella era diferente, más dulce, cariñoso y tierno, ello lo sentía, y ya no dedicaba aquellas miradas de reproche que había aprendido a descifrar en su rostro, cuando terminábamos aparecía Marta para dormir; por ahora la cosa iba tranquila en casa.

En una de esas noches bajé a por agua, por que por mucho que quisiera ser cariñoso y atento con Vanesa, me dejaba sin aire, y al pasar por el cuarto de Sara, vi desnudas a mi tía y mi hermana, con un festival lésbico e incestuoso, Sara estaba de rodillas con su cabeza entre las piernas de mi hermana, que la apretaba contra su pubis y jadeaba llevada por el placer. Fue una imagen impactante, que yo supiera no habían bebido nada, y ninguna parecía avergonzada de lo que estaba pasando, Sara había declarado muchas veces que Marta la ponía cachonda, y que no le hacia asco a las mujeres, en cambio mi hermana se dejaba llevar, puede que así hiciera tiempo hasta que Vanesa y yo termináramos, o puede que solo estuviera hablando con ella y al oír como lo hacíamos se encendieran. Pero en el fondo me dio igual, por raro que fuera, no me quedé ni a mirar, podría haber entrado en ese momento, sorprenderlas y aprovecharme para montármelo con mi hermana, que esos días me miraba de forma muy ardiente, seguro que por que Sonia y Sara le contaban lo que les hacia, hubiera sido tan fácil. Pero no, simplemente pensé que si mi tía y ella eran felices así, nos ahorrábamos tener que jugar con ellas para evitar la intrusión de más imbéciles de playa, y me fui a beber agua.

El plan iba bien, muchas noches, al acostarme entre Vanesa y mi hermana, decidía vengarme de mi novia, y me abrazaba a Marta, pese a que yo sabia que todo lo que hacia era por los consejos de Vanesa para ayudarme con la familia, me sentaba mal que me obligara ha hacerlo, por que así lo sentía, ella me obligaba a acostarme con ellas, eso si, usando una lógica irrefutable. Si dejaba de ir a la cama de Sonia, me mostraría débil, y si dejaba a Sara, no se resignaría a tener sus líos con Marta, se buscaría a otro bombero. Pese a que todo estaba encauzado, dependía de que siguiera siendo frío, distante, dominante y agresivo en determinadas acciones en casa, mientras que no podía dejar que nadie ocupara ni un centímetro del terreno ganado, pese a que me quedaba aún territorio por explorar.

Durante una semana fue como había pensado y planeado, y mi madre se comportó como la mujer que siempre había conocido, una devota esposa y madre atenta, no bebió ni una gota del alcohol más allá de alguna copa de vino en las comidas, y casi retrocedió hasta el punto del inicio del verano. Solo que esta vez era yo quien la mantenía firme, y no mi padre, y aún así diría que aquellos paseos matutinos y los chapuzones en el agua era mucho más de lo que mi padre la concedería, y eso la hacia sonreír como casi nunca lograba él. No tuve otra que acceder, debido a su buen comportamiento, e ir a la fiesta de disfraces, todas había sido justo lo que pretendía que fueran, y si me negaba podría perderlas. Al preguntarme todas guardaron un silencio expectante, y al decir que si saltaron de alegría, fue raro tener ese control sobre ellas, siendo el más joven de los presentes. Se pasaron 2 días de tiendas, y buscando disfraces, o donde hacerse arreglos a su ropa para ir lo más monas y divertidas posibles. Yo me fui una tarde con Vanesa, que también tenia su disfraz, para ver que me ponía yo.

-VANESA: sabes que esta fiesta va ser el día en que tienes que ir a por tu madre, ¿no?

-YO: tal vez, yo la veo muy tranquila.

-VANESA: lo ha estado por que quería ir a la fiesta, si no la disfruta, te pedirá otra al día siguiente, y así hasta que obtenga lo que quiere, que según el paquete del sex shop que compró ayer, es una buena polla.

-YO: ¿se ha compadro un consolador?

-VANESA: y de los grandes, decía que necesitaba algo de allí para su disfraz, pero vi la bolsa al regresar.

-YO: quizá le baste….

-VANESA: no, o tal vez si, todo depende de esta noche, tienes que pegarte a ella, por que si no le vale su amigo del cajón, buscará a alguien que si le valga, y ese tienes que ser tú.

-YO: ¿y las demás? Si me centro en mi madre otro puede tentarlas.

-VANESA: de Sara y de Marta olvídate, pégale un buen polvo a tu tía por la tarde y Marta se ocupará de su noche.

-YO: ¿y Sonia?

-VANESA: no hay remedio, de esa me ocupo yo – la sola imagen mental de las 2 juntas, desnudas, besándose me la puso dura.

-YO: y me lo voy a perder……- me cogió del brazo con ternura.

-VANESA: si no cae Carmen te guardaré un sitio a nuestro lado jajajaja, hasta te diría que si te quedas con ganas después de tu madre, te unieras, pero si pasa, ya sabemos como es, la vimos con el mulato y con Jaime, vas a tener que darlo todo.

-YO: ¿y que hago?

-VANESA: no dejes que beba mucho, pero si una copa o dos, así su moral se irá al traste, tampoco es que tenga mucha, la tienes en tu mano, solo hay que verla como te mira, ocúpate de no dejarla sola, de que se ría, guía si te da paso, la conversaron puede ir por mil sitios, pero se corto y conciso, la música no permitirá más y así te mostrarás firme y rudo, lo que le gusta.

-YO: ¿y en la cama?

-VANESA: reza jajajajaja, y procura atrasar la penetración cuanto tiempo puedas, has mejorado mucho pero ni el mulato podía con ella, usa muchos preliminares, y cuando se la metas, ritmos lentos y pausados, no dejes de acariciarla el clítoris, y aunque le guste el anal, evítalo, cuesta llegar a un orgasmo mucho más.

-YO: cuando pase todo eso, y nos despertemos, ¿que la digo?

-VANESA: no lo sé, la verdad, eres su hijo, puede asustarse, o que le encante, o puede que olvide quien eres y solo seas su hombre, en cualquier caso has de quedarte a su lado, si no, cualquier barrera moral se irá al traste, ya se ha follado a su hijo, si te rechaza ¿que más le da irse a buscar a Joel?

Solo tenia un disparo y no podía fallar, para algo que yo no quería hacer, pero podría funcionar, esos días vi muchas veces en los ojos de mi madre que empezaba a verme de forma diferente, sin otro hombre, jugaba conmigo a excitarme, en la piscina, el mar o en casa, seria inconsciente, pero lo notaba. Me compré un disfraz y me preparé para lo que fuera a pasar.

Por la mañana del aquel día fue como siempre, me costó separarme de los arrumacos mañaneros con Vanesa, y me fui con mi madre a dar una vuelta, esta vez en moto, con un top blanco ceñido y unos shorts de Marta negros y elásticos que la hacían una figura espléndida, tan juvenil como seductora. Al abrazarme por detrás sentí algo más que sujeción, y me pasé media hora bordeando la costa, con en el amanecer brillante reflejado en el mar. Llegamos a una colina que se alzaba, y se veía a lo lejos la cuidad de Valencia, donde nos sentamos uno al lado del otro.

-CARMEN: hacia mucho que montaba en moto.

-YO: conmigo nunca.

-CARMEN: ya, pero de joven…….antes de tu padre había un chico con moto que me volvía loca.

-YO: eras un poco traviesa de joven ¿no?

-CARMEN: ¡jajajaja no lo sabes tú bien!, menos mal que conocí a Roberto, si no, hubiera terminado muy mal.

-YO: tengo curiosidad, ¿como te enamoraste de papá? No es que coincidierais ene una fiesta o algo…..

-CARMEN: jajaja pues si, o algo parecido, yo tenia 17 recién cumplidos, y estuve toda la noche con unas amigas en un concierto, pero el local era ocupa, así que a las 6 de la mañana la policía asaltó el lugar, mis amigas huyeron pero yo iba muy mal como para moverme, me detuvieron y pasé 1 día en la cárcel, hasta que apareció un gallardo y apuesto hombre, y se presentó como mi abogado, me sacó de allí y me llevó a casa, fue tan firme y tan seguro conmigo que me quedé mirándole como una tonta. Le vi un par de veces antes de un juicio de allanamiento, logró que no me imputaran y ni siquiera tuviera antecedentes, y antes de despedirnos me pidió mi número, por si me metía en líos. A las 2 semanas le tuve que llamar por otro asunto, una pelea con una amiga, no se ni por qué, creo que solo quería volverle a ver, y desde entonces soy su mujer.

-YO: te cambió.

-CARMEN: lo necesitaba, aquella vida no era para mi, si no es por él no hubiera tardado en caer en las drogas o algo peor, fue como lo que hiciste con Joel, me salvaste de mi misma jajajaja no soy una mujer fuerte, necesito a alguien que me protegía y me haga sentir segura – al abrazarme supe que se refería a mi.

Al regresar a casa nos dimos un buen chapuzón en la piscina todos juntos, comimos con ansias y ganas de coger energía, incluido yo, tenia ganas de salir de fiesta después de 2 semanas largas de “encierro voluntario”. Como me dijo Vanesa, en la siesta me metí entre las piernas de Sara, y la dejé extasiada, follarla por el culo era demencial para ella. Luego me echaron con mi disfraz al salón, y se quedaron unas 2 horas vistiéndose y preparándose.

Mi disfraz era tan simple como idóneo, de salva vidas, con un bañador rojo a juego con una chaqueta abierta del mismo color, con solapa, muñequeras y cintura de color azul oscuro, y la palabra socorrista en el culo. Entre mi aspecto, el tono moreno de mi piel y un físico mejorado de 2 meses de sexo descontrolado, hasta me veía guapo, además el bañador era ceñido e iba marcando paquete, cosa que ahora me gustaba, y me compré una lata de rescate como las que llevaban en la famosa serie de vigilantes de la playa . Empezó el carrusel, no me habían dejado ver sus disfraces, esperaba algo descocado, tampoco es que se pudieran poner 20 capas de ropa y complementos con el calor que hacia, rondábamos los 25 grados de noche, así que iban a ser ligeros y alegres, pero no me esperaba aquello.

La 1º en bajar fue Sara, iba disfrazada de militar, obviamente sexy, no de campaña, con un vestido palabra de honor ajustado, de largo hasta las rodillas de forma recta, color caqui, y una chaquetilla del mismo color, abierta y corta en los hombros, con manga larga, como un sombrero ovoide coronando un recogido serio en su pelo rubio, y zapatos negros, con los tacones color rojo, del mismo rojo que finas líneas en el vestido, chaquetilla y sombrero, con 3 estrellas doradas en línea vertical desde su pecho a su ombligo y otras 2 horizontales en el sombrero. Destacaba su cadera y se pegaba bien a su trasero, con un escote agradable pero no exagerado. Y solo con un pintalabios rojo fuego.

La 2º en aparecer fue Sonia, iba de Jasmine, con un conjunto azul cielo de 2 piezas, la parte de arriba era un desafío a sus senos, apenas un ocupaba el espacio de un sostén, salvo por unas tiras transparentes en los hombros, con la tela apretada sujetando sus pechos y un escote avasallador, una línea amarilla rodeándola por debajo de las tetas con chapitas doradas. Ya no había más tela hasta muy por debajo de su cintura, un pantalón de tiro bajo por sus caderas, de azul cielo igual pero totalmente vaporoso y transparente, dejando ver que iba con un culotte del mismo color y todas sus piernas de forma clara, con un cinturón fino de chapitas de la danza del vientre que le caía de forma diagonal, y tacones amarillos. Se hizo un leve recogido por detrás pero el resto del pelo largo caoba caía llegando a su cintura. Apenas una sombra de ojos resaltado su color verde, un pintalabios rosa pastel, y se había comprado una lamparilla de aceite de juguete.

La 3º en discordia fue Marta, iba de policía, o como nos gustaría a los hombres que fueran las policías, con un vestido negro de 1 sola pieza palabra de honor, casi un corsé que terminaba en una serie de minifaldas una encima de la otra ondulantes, con líneas amarillas, con una placa de policía en un pecho, y gorra de policía encima de un peinado simple, se había despejado un lado de la cara echándolo todo para su espalda y el otro lado, con medias de rejilla de “putón” hasta medio muslo dejando unos 15 centímetros de distancia con la minifalda, y zapatos dorados con algo de tacón. Solo se había perfilado los labios ligeramente y un poco de sombra de ojos apenas perceptible. Se compró unas esposas de atrezzo que llevaba en una muñeca, y una porra de plástico.

La 4º me dejó en el sitio, fue Vanesa, iba de marinera, por decir algo, con un disfraz de 2 piezas, arriba era apenas un top deportivo azul reflectante con mangas hasta el inicio del antebrazo y anudado en el escote con un lazo rojo, solapa blanca a juego con un sombrero típico del mar encima de su espesa cabellera llena de rizos, y unos zapatos de tacón igual de blancos. Con un escote estudiado al milímetro, apretado y rebosante sin resultar estridente, también sin nada de tela desde debajo de los senos hasta la parte de abajo, que era un short azul del mismo tono que arriba, pero ni siquiera llegaba a ello, era tan ajustado y pegado a su piel que estaba a caballo entre un pantalón corto y una prenda intima, con 4 botones metálicos formando un cuadrado en la parte delantera. Sin nada de maquillaje con sus gafas de pasta y sus ojos azules penetrantes.

No pude evitar acercarme ella y besarla mientras recorría su cuerpo, si llegamos a estar solos la arranco esos 2 trapos y me hubiera vuelto loco con ella, lo mejor es que me lo leyó en los ojos, se ruborizó de cómo la miraba, y ella no se ruborizaba con nada.

Por fin bajó la 5º, mi madre, que eligió algo en principio inocente, la caperucita roja, con su caperuza con capucha y capa larga hasta al suelo anudada al cuello, de un color rojo brillante, un corsé negro transparente salvo los senos, dejando brazos, hombros, espalda y escote al aire, una falda con vuelo negra que comenzaba en su cintura apretada pero se holgaba hasta caer como una minifalda, con medias de rejilla menos llamativas que las de Marta, pero a medio muslo igual, dejando esa divina separación hasta el final de la falda, pero ligueros visibles, con zapatos negros de tacón de aguja. Un rojo fuego pasión en los labios y colorete en las mejillas, sin esmerarse en su peinado ya que con la caperuza se le estropearía.

-CARMEN: jajaja que monas vais todas.

-SONIA: gracias, espero ver si froto mucho me lleve a algún genio a casa jajaja

-MARTA: que burra jajajaa

-SARA: déjala que disfrute.

-VANESA: de eso me ocupo yo, tengo ganas de bailar y Samuel me ha dicho que Sonia se mueve muy bien.

-SONIA: jajaja pues será genial, si 2 tetas tiran más que 2 carretas, imagina estas 4 jajajaja – le cogió del pecho a Vanesa que hizo lo mismo con ella, la cosa se desmadraba, me acerqué a mi madre y la rodeé con el abrazo por los hombros, no la tuve ni que decir nada.

-CARMEN: será divertido, peor tengan cuidado.

-YO: eso es, vamos a bailar, y reírnos, pero no quiero borrachas salidas ni capullos que salgan a escondidas en mi casa, que quede claro, eso se acabó – hubo alguna cara de lastima, pero con las ganas que tenían de salir aquello no las iba a detener.

Me pasé lo que tardamos en cenar pegado a Vanesa, recibiendo consejos que no escuchaba por que me perdía entre su escote apretado, sus cruces de piernas y sus ojos azules, lo único que entendí es que no me separara de mi madre, tal como iban todas eran peligroso dejar sola a ninguna, pero mi madre tenia prioridad.

Nada más salir a la calle y echar ha andar ya las silbaron un par de veces, y según nos acercábamos a la discoteca el fluido de gente era continuo, muchos disfrazados ya que así te ahorrabas la entrada. Cogí a mi madre de un brazo y a Vanesa de otro con miedo a que me las quitaran, dejando que Sonia, mi hermana y mi tía andarán delante de nosotros, alegrándome la vista, al igual que todos los que nos miraban, incluso Sara, que por decirlo de una forma, iba la más formal, se paraba a saludar como una soldado profesional a otros que iban de militares, lo que la ganó varios seguidores que se pasaron todo el camino haciéndola reír.

Llegamos a la discoteca, que estaba a rebosar, tardamos media hora en pasar la cola, y ya era la 1 cuando llegamos a la barra, pedimos una copa que pagué a cada una, ninguna tenia donde llevar cartera y solo llevaban el móvil haciéndose fotos unas a otras, solo yo llevaba dinero, así me aseguraba que no bebieran de más, aunque ya había 3 tíos invitando a Sonia y Marta, que de una sola mirada que me echaron, les dijeron que no y volvieron a mi lado, formamos un corrillo en un lateral y nos pusimos a bailar de forma escueta, la cantidad de gente no permitía más. Trataba de darle su parte de protagonismo a cada una, para no desmerecer a ninguna, me puse en el centro e iba rebotando de una en otra.

Pasó el tiempo y entre risas y bailes la cosa se iba calentando, Vanesa cumplió su parte y se estaba ganando a Sonia, no se separaba de ella, bailaban de forma caliente y sensual, como un juego, pero de vez en cuando Vanesa la susurraba algo que lograba que Sonia se estremeciera, verlas con tan poca ropa una contra la otra llamaba la atención, y no solo la mía, un grupo de 3 chicos a su lado se las comían con los ojos. Si bien ellas me preocupaban, por Sara y Marta no tenia motivos, ambas habían formado su pareja sin necesidad de echarlas una mano, de echó Marta se esposó con Sara, y jugaba detenerla, golpeándola en el culo con la porra de plástico, empecé a pensar si mi hermana era lesbiana, pero eso ya lo dejaría para más adelante. Por ahora me centraba en mi madre, en no separarme de ella lo más mínimo.

Mi madre estaba feliz de tenerme para ella, se movía con ritmo jugando con la capa, regalando poses que encenderían a cualquiera, se bebió la copa en nada, y se dedicó durante una hora a trastear conmigo, a acariciar mi torso con sus manos, ha dejar que el vuelo de su falda me hipnotizara, o abrazándome mientras no dejaba de mover sus caderas. La rodeé por la cintura para atraerla a mí, y le daba besos en la mejilla, largos y sonoros.

-YO: ¿te lo estás pasando bien?

-CARMEN: si jajajaja ¡bailas mejor de lo que esperaba!

-YO: ¡pues anda que tú!, mueves el culo que da gusto – abrió la boca sorprendida del piropo.

-CARMEN: ¡jaja muchas gracias!, aunque mirando como se mueve Vanesa con Sonia……. me siento en desventaja jajaja – no era para menos, estaban dando un espectáculo que no pasaba desapercibido para cualquier varón, algunos se acercaban pero Vanesa les daba calabazas.

-YO: para nada, eres preciosa, y te mueves muy bien, cualquier hombre soñaría estar contigo y papá es un imbécil por irse – sonrió abrumada.

-CARMEN: jajaja que osado, no hable así de él, es que es de otra época, y estas cosas no le gustan.

-YO: pero a ti si, y debería hacerte feliz.

-CARMEN: tal vez….me alegro de que se fuera, así puedo divertirme contigo, hijo.

-YO: hoy no soy tu hijo, soy tu hombre – se sonrojó al rodearla por la cadera y pegarla a mi, sintiendo mis manos peligrosamente cerca de su trasero y mis labios rozándole la oreja al besarla en el cuello, me rodeó con los brazos por la nuca y por instante la sentí aguantar la respiración.

La cosa marchaba, mi madre no mostraba ningún desprecio por aquellas caricias, y cada vez que la hacia sonreír se acercaba más a mi. Había perdido un poco de vista a las demás para que se sintiera segura en mis brazos, fue un error, y desencadenó todo.

Pasado un buen rato en que la invité a la 2º, y última, copa, se la estaba bebiendo cuando escuché un tumulto, ese cambió de entonación en los gritos tan evidente que diferencia la fiesta de un problema, cogí de la mano a mi madre y nos aceramos, al apartar a la gente vi a los 3 chicos de antes acosando a Sonia y Vanesa, esta vez ni las palabras tajantes de Vanesa les alejaban, 1 de los chicos estaba muy borracho, se le veía al moverse, y se pegaban metiéndolas mano, mientras Sonia se resistía levemente al borracho, Vanesa soltaba zarpazos cuando una mano bajaba a su trasero, o le hacia la cobra a otro que intentaba besarla.

-VANESA: oye guapo, por que vas a meter mano a tu padre – otro manotazo.

-CHICO1: eres tú la que has venido así vestida, ¿y esperas que me crea que no quieres que te metan mano? – la volvió a coger del culo.

-SONIA: déjala, tiene novio – huía como podía las manos del otro chico, que buscaba sus senos con las manos, se las cogía y las bajaba a la cintura.

-CHICO2: ¿y te deja salir así de guarra? ¿Donde está ese calzonazos? jajajaja

-VANESA: ¡que me sueltes, joder! – le dio un empujón que no bastó para sacarse sus manos de encima.

-CHICO1: ¡mira como pelea la marinera!, ven aquí que te voy a dar un buen remo para que agarres – la cogió de una mano y se le llevó al paquete, Vanesa le debió coger de los huevos y estrujarlos por que el tío se retorció y la soltó doblándose.

-VANESA: ¡con esa mierda de remo no llego ni al agua! jajjajajaja – Sonia se reía y el orgullo del chico se vio herido, la cogió de una muñeca para pegarla a él y levantó la mano con ánimo de pegarla, pero no llegó ha hacerlo, se la cogí en el aire.

-YO: ya estáis soltándolas, son mías.

-CHICO1: ¿y tú quien coño te crees que eres?

-VANESA: ¡es mi novio, pedazo de gilipollas!

-CHICO2: ¡coño, el calzonazos!

-SONIA: ya quisieras tú ser tan calzonazos como él jajajaja

-YO: suéltala de una vez –la dejó de agarrar la muñeca pero no la soltaba del trasero, pese a los esfuerzos de Vanesa.

-VANESA: ¡suéltame el culo! – en uno de los manotazos le dio en la cara, lo que no le gustó nada, pero una vez libre se puso detrás de mi y de un tirón rápido Sonia se puso a mi lado.

-CHICO1: ¡eh! quédate a tu novia, pero la rubia lo estaba pasando bien ¿verdad? – miré a Sonia que se reía diciendo que no.

-YO: creo que os tenéis que ir a buscar a otras – le solté el brazo que tenia agarrado.

-CHICO2: está bien, no pasa nada, ya nos vamos….- por un instante pensé que se había acabado, se iban.

-CHICO1: si……pero controla a la guarra de tu novia, no la dejes ir así vestida o te la podrías encontrar follando con 4 jajajajajaja – ya me había dado la vuelta pero me paré en seco.

-VANESA: ¡no!, déjalo, no pasa nada es solo un bocazas….- tiraba de mi brazo pero no podía moverme.

-SONIA: ya está, ¡son unos capullos!, no vale la pena.

-YO: retira eso – al darme la vuelta se quedaron petrificados.

-CHICO1: ¡mira al calzonazos!, ¿te crees que estamos en el medievo? ¿Vas a defender su honor o algo así?, ¡si va como una guarra se dice y no pasa nada!

-YO: va como quiera ir, y no por ello tienes derecho a meterla mano o insultarla, así que pídela perdón – sentía las manos de Vanesa en mi brazo apretándose fuerte.

-CHICO2: no pasa nada tío, vámonos….- el trataba de llevarse a los otros 2, pero el tipo no cedía, y ninguno apartábamos la mirada.

-YO: ¡no os vais hasta que la pida disculpas!

-CHICO1: ¡pues espera sentado! – me acerqué de un paso largo y me encaré con él.

-YO: prefiero partirte la cara ahora – apretaba con un puño la lata de rescate de socorrista, a punto de estrellársela en la cabeza, quizá lo hubiera a hecho si no aparece Vanesa.

-VANESA: ¡no, por favor, déjalo, otra vez no, al último le mandaste al hospital! – al oír eso me confundí, pero mantuve mi pose, la que se derrumbó fue la del chico, que la miró tratando de saber si decía la verdad, y luego a mi, que tenia fuego en los ojos.

-CHICO: ¡vale!, mira…- se acercó a Vanesa – ….he bebido de más, te pido perdón….. ¡¿vale, ya está?! – alzó la manos y se alejó con sus 2 amigos, no aparté la vista de ellos hasta que se fueron bien lejos, Vanesa me cogió de la cara y me serenó, estaba igual de tenso que el día que pegué a Jaime.

-VANESA: ya…….respira……recuerda la orilla y el mar…….respira y suelta el aire……- la miré a los ojos y el azul fue templándome los nervios.

-YO: ¿estás bien? – me miró con un leve sonrisa rara.

-VANESA: claro bobo, no es la 1º vez que un listo se pasa de la raya conmigo….no puedes ponerte así cada vez que algún imbécil me insulte.

-YO: no voy a permitir que nadie hable así de ti.

-VANESA: mira que eres anticuado, no puedes ir de caballero de reluciente armadura, podrías salir herido, y menos por mí.

-YO: me da igual, eres mi chica, y si no te defiendo yo, ¿quien lo hará?

-VANESA: ¡DIOS! ¡Eres un……..cabezota! – me besó con ternura después de agitar las manos de los nervios, la abracé serenándome, y quedándome con ella unos minutos.

-YO: ¿por que has dicho lo del hospital?, Jaime no fue…..

-VANESA: pero eso él no lo sabia, “ganar la batalla antes de que empiece”, ¿recuerdas? – la acaricié el rostro con su bella sonrisa traviesa.

-YO: no sabes cuanto te quiero.

Fue como encerrar a un perro rabioso, el tacto de su piel, sus caricias y jugar con su pelo rizado me devolvían a un estado de tranquilidad que no conocía sin ella. Me movía a su ritmo mientras bailábamos de forma pausada, con Sonia a mi espalda sin separase demasiado.

-VANESA: hey, ¿y tu madre?

-YO: no sé, ¡mierda!, no la he visto desde hace un rato.

-VANESA: ¡joder Samuel!, no tendrías que haberla dejado sola……vamos a buscarla.

Tardamos unos minutos en encontrarla, de hecho vimos a Marta y Sara pegándose el lote ellas solas, pero no había tiempo para pensar en ellas, vimos a mi madre en la barra, siendo cortejada por un moreno alto y guapo, Vanesa me besó y me dijo que me llevara a casa, a la fuerza si era necesario, y me enfadara con ella, que ella ya se ocupaba de Sonia y las demás. No seria difícil, apenas 10 minutos sola y ya se estaba buscando a otro, me acerqué furioso y cogí de la mano a mi madre, que al verme se le esfumó la sonrisa.

-YO: ¿que haces?

-CARMEN: nada…es solo que este chico me ha visto con la copa vacía…..y me quería invitar a una…….

-YO: ¡dios mujer!, ¿es que no puedes evitarlo? Nos vamos a casa – de un tirón ya la tenia siguiéndome.

-CAMRNE: perdona, no quería ofenderte, solo es que……- no la escuchaba, salimos de la discoteca y todo el camino a casa lo hicimos en silencio, con ella tratando de seguirme los pasos con sus tacones de aguja, y la capa al aire de la velocidad.

Al llegar a casa la dejé en el salón, se quedó de pie con la mirada baja y huyéndome la vista, me crucé de brazos delante de ella, solo dejaba que la vergüenza la minimizara.

-YO: ¿se puede saber que te pasa?

-CARMEN: nada…..es que te fuiste con Vanesa……el chico apareció……y….. ¡Dios!….- casi se echa a llorar.

-YO: tenía que defender a mi novia, te dejo sola 10 minutos y ya estabas buscándote un polla que montar ¡¿Es que no tienes limite? ¡

-CARMEN: lo siento…….llevaba mucho sin beber y….- la encaré silenciándola.

-YO: te has bebido 2 copas de mierda, te he visto meterte botellas enteras, no estás borracha, ¡estás salida!

-CARMEN: ¡pues claro que lo estoy! Tu padre no está, has echado a Jaime y asustaste a Joel, estoy…….. sola, escuchando como noche tras noche le haces el amor a Vanesa, y como Marta ha caído a los encantos de Sara, como caí yo…..encima tu te comportas así, y yo no puedo más, estoy ardiendo y no puedo calmarme, lo he intentado pero…..

-YO: ¿el consolador que te compraste? – se puso roja, todavía más.

-CARMEN: si…..lo vi tan grande y tan llamativo que pensé que…….pero ni así, yo necesito un hombre en mi cama Samuel, sentir su piel, su aliento y su calor, sus caricias y su miembro duro dentro de mi, si no me…. me vuelvo loca….me has ayudado a quitarme a esos hombres de encima pero no me puedes darme lo que necesito.

-YO: ¡estás enferma! – del gritó retrocedió hasta casi tropezar, pegándose a un pared de espaldas, la apuntaba con un dedo a la cara, pegándome a ella.

-CARMEN: ¡no!….solo ……..solo soy una mujer que necesita un hombre Samuel, por favor…..no me mires así…..- trataba de cogerme la cara para clamarme, pero no se atrevía a tocarme.

-YO: ¿necesitas?, ¿es lo que necesitas? ¿Es esto lo que necesitas? – metí mi mano por debajo de su falda y sentir la tela de su tanga.

-CARMEN: ¡NO! ¡Para Samuel, soy tu madre! – se bajó la falda apartando mi mano.

-YO: acabas de decir que eres una mujer, y necesitas un hombre – volví a meter mi mano y la empujé contra la pared.

-CARMEN: ¡pero no a ti! – hacíamos fuerza uno en el brazo del otro, yo para acariciarla y ella para sacar mi mano de entre sus piernas.

-YO: no finjas que ahora te importa, desde que empezó el verano te he estado metiendo mano, y tú a mi, hemos jugado a autenticas barbaridades, me has hecho pajas y me he comido cada centímetro de tu piel, te he visto follarte a Jaime y a Joel, y tu mi con Vanesa o Sonia, y Sara te habrá dicho como la hago vibrar.

-CARMEN: ¡no era eso!…solo jugábamos, por favor no me hagas esto – mis dedos apretaban su tela intima y notaba su calor y su humedad, sus manotazos seguían firmes, pero sentía que realmente necesitaba caricias.

-YO: ¿juegos? Aquí se acabaron los juegos, soy tu hombre de aquí en adelante, y si necesitas un polvo….. te lo voy a dar – tembló al oírlo, posó sus manos en mi pecho alejándome, mordiéndose el labio excitada.

-CARMEN: Samuel, para…….me……..me estas haciendo polvo…….te comportas así y me asustas…..no está bien….- comencé a besarla por el cuello cuando ya le acariciaba con toda la palma en su interior.

-YO: no voy a dejar que nadie más se meta entre tus piernas, y no puedo vigilarte 24 horas, así que esto ha de ocurrir – la cogí del culo con la otra mano, y la besaba por el pecho sintiendo como se apartaba, entre la negación y el deseo.

-CARMEN: no…….suéltame….por favor……- la daba besos cortos en la cara mientras ya no forcejeaba tanto, en uno de esos manotazos me acarició la nuca y me besó en la mejilla -… déjame, déjame o no podré parar…..- la solté el culo y la cogí del pelo, llevado por la excitaron la besé en la boca, sentí su repulso inicial, pero según mi mano la acariciaba comenzó a devolveremos, a gustarle como la tocaba y a darle igual todo.

-YO: te deseo, eres preciosa y se que tú me deseas.

-CARMEN: pero no está bien…….- levantó una pierna para que se la cogiera mientras cerró los ojos y me apretaba contra ella.

-YO: tu cuerpo me dice otra cosa……- se abrió de piernas para dejarme apartarla el tanga y sentir sus labios mayores quemándome los dedos -… pero dejaré que decidas, me voy a tu cuarto a hacer una paja, por que yo no puedo más, te quiero allí en 3 minutos, si no vas lo entenderé, pero quiero que sepas que no tendrás a nadie más, me voy a pegar a ti día y noche.

Al separarme se venció sobrepasada, se bajó la falda y se recolocó todo en su sitio algo mareada, me fui a su cuarto y me desnudé, la tenia tan gorda que pensé que me iba reventar, con las venas tan marcadas que eran estrías, me estuve masturbando tan fuerte que me dolía, quería acabar y evitar que mi madre apareciera, o estaba muy excitado, no lo sé, confundido esperaba que no ocurriera nada, pero mi madre entró por la puerta con la mirada en el suelo.

-CARMEN: estoy aquí.

-YO: ya te veo – me puse en pie y me miró acalorada, me acerqué con mi rabo tieso cabeceando y desaté el nudo de su caperuza, que cayó al suelo a plomo.

-CARMEN: estoy loca, pero lo……… necesito que me folles………no lo soporto más – la separé las manos y la hice abrazarme, mientras la cogí del culo levantándola la falda.

-YO: yo tampoco.

De un tirón me la subí encima, me rodeó con las piernas y me acarició la cara unos instantes antes de besarme, fue extremadamente excitante probar sus labios de esa forma, daba cortos tirones con sus dientes al separase, y metía su lengua con firmeza. Mis manos amaban su trasero, mientras mi miembro se balanceaba en sus muslos, me giré recostándola en la cama y cayendo sobre ella.

CARMEN: ¡dios…quítame esta mierda, que me está ahogando! – trataba de desabrocharse el corsé, la deshice los nudos a su espalda, tirando de su escote se lo saqué dejándola con sus pechos al aire, y sus pequeños pezones a mi disposición, los lamí y gimió acariciándome el pelo.

Mi mano levantó su falda y ella se abrió con las rodillas encogidas para dejarme meter la mano por dentro del tanga, al sentir mis dedos se estremeció y cerró las piernas en un último gesto de repulsa, pero se separé de nuevo, y ya no hubo nada que pudiera pararnos.

No se cuanto me pasé masturbándola y siento como mojaba mis dedos mientras no dejaba de besarla en el cuello, el pecho y sus senos, su temperatura subió, sentí su piel ardiendo y quise penetrarla, pero recordé a Jaime su 1º día y como se quedó, debía atrasarlo, así que la dejé de masturbar y me puse a su pies, levantándola las piernas y tirando de su tanga, abriéndola al máximo, besé sus piernas lentamente hasta llegar a la cara interna de sus muslos, y poco a poco alcancé la abertura por la que nací, fue raro pensar en eso antes de chupar uno de sus labios mayores y oler su necesidad.

-YO: ¡que buena estás!

-CARMEN: hijo mío……..por favor – no se que pedía, pero hundí mi legua en ella, soltó un gemido dulce apretando sus muslos contra mi cara.

Me cogió del pelo apretándome hasta hacerme daño, lamía y chupaba jugando con mi lengua en su clítoris, se tensaba por momentos, llegando el instante en que metí un dedo en ella, y se retorció acariciándose los senos. Sin dejar de penetrar con el dedo, lamía sin descanso su clítoris, llegó a temblar antes de gritar descontrolada en un orgasmo rápido que la cambio de posición.

-CARMEN: uffffffffff, si que te ha enseñado bien la tía, joder, uffffffff ven aquí – me tumbo boca arriba y me montó a 4 patas besándome desenfrenada, dejando que mi miembro duro se frotaba con su ombligo y su falda colgando.

Se pasó un minuto sacándome el aire de los pulmones y cogiendo mi polla entre sus manos, masturbando lentamente, me descabalgó tumbándose de lado encima mía dándome al espalda, agarrándomela con ambas manos. No iba a darla ventaja, la abrí de piernas para acariciarla su pubis, cosa que agradeció con cortos lametones a mi miembro, se reía ante de tratar de metérsela en la boca, comenzó dando pequeños besos hasta que abrió la boca chupando la punta del glande, midiendo el punto máximo donde podía alcanzar, sentí la tensión en sus labios al abrirse, y como ladeaba la cabeza para hacer fuerza y llegar a meterse el capullo entero y parte del tronco, dejando resbalar sus labios al separarse, lo hizo unas cuantas veces, sin dejar de sentir mis dedos en ella.

-CARMEN: ¡MADRE MIA! jajaja es más ancha que la de Roberto, o al menos a él no se le pone así desde antes de que nacieras, me duele la comisura de los labios jajajajaja.

Empezó a masturbar con ritmo mientras lamía de lado aquella monstruosidad que por lo visto tenia entre las piernas, se giró para meterse entre las mías, y tuve un 1º plano de mi madre comiéndome la polla, pajeando con una mano mientras me la llenaba de babas y las sobria de nuevo. Me gustó que se la sacara de la boca y se golpeaba la cara con ella, fue un detalle muy profesional, y cuando se dedicó a chuparme la base y lamer mis huevos casi me desmayo, tenia que pararla. Me alcé para tumbarla boca arriba, le rompí el cierre de la falda al sacársela y le quité las medias de rejilla junto con los zapatos, quedó desnuda ante mi, rogándome que la penetrara, se lamió los dedos y se masturbaba preparándose.

-CARMEN: no esperes, necesito que me folles, demuéstrame que eres mejor que tu padre – me confundió su frase, pero no era suficiente como para descentrarme.

La aparté su mano y masturbaba yo, metiendo ahora 2 dedos buscando su punto G, acelerando al escuchar un chapoteo claro al verla gemir y revolcarse al sentir otro orgasmo que la dejó medio ida. Entonces apunté a su entrada, y golpeaba con mi tranca en su pubis, antes de apretar la punta y sentir como iba penetrándola lentamente. La realidad es que fue sencillo, la que más de todas de aquel verano, sin darme cuenta ya tenia la mitad dentro y solo unos gemidos leves salían de ella, me acerqué con cuidado y di una estocada final, eso si lo sintió, se alzó abrazándome con un grito apasionado, aquello la dejó mansa, la cogí del culo y la tenia en el aire apoyada en mis piernas con sus muslos y la sacaba despacio para ir dando fuertes golpes de cadera que la hacían volver a gritar, uno vez tras otra hasta que ya no gritaba, gemía.

-CARMEN: ¡JODER…SI……..ASI SI……QUE GRANDE…….DIOS, FÓLLAME!

No la hablaba por no estropearlo, pero ansiaba decirla unas cuantas cosas, algunas buenas, y otras malas. Lo que hice fue dejarla en la cama otra vez y vencerme sobre ella para besarla, sin dejar de mover la cadera con gesto amplio, me rodeó con una pierna y la otra se la sujeté para tenerla de agarre, aumentando el ritmo paulatinamente hasta verla moverse a mi compás. Fue glorioso para que negarlo, le entraba y le salía con facilidad pero notaba que no bajara su excitación, me clavó sus uñas en la espalda y se contraía con cada penetración.

Estaba cansado y veía que ni había empezado, me giré sobre la cama para ponérmela encima, y tomar un respiro, dejando que ella cogiera el timón, lo que fue un desastre, empezó a cabalgarme como no había sentido a nadie, su cadera iba a una velocidad que me mató, percibía su culo en mis manos temblar del velocidad. Comencé a dar golpes de cintura cuando bajaba la suya para compensar su arranque de pasión, la hizo ponerse a 4 patas y mirarme con gesto de perversión, le estaba encantando como la follaba su hijo, planté lo pies y fue un pelea demencial entre ella y yo. Había momentos en que parecía que la ganaba la mano, peor otros en que ella me mataba, la sacaba de ella y frotaba su clítoris con mi glande, mientras lamía uno de sus pechos, cuando podía la volvía a penetrar retomando el pulso y en una de esas hacer que se corriera arqueándose con gestos cortos y rápidos de cadera.

-CARMEN: ¡que bien lo haces!, ni el maldito Joel me dejaba así.

-YO: puffff me voy a correr…- sonrío y me besó con dulzura, para quedar a la altura de mi oído.

-CARMEN: méteme tu leche caliente hasta que me salga por la boca – la solté una azote furioso de lo caliente que me puso, escuchar a la timorata de tu madre decirte eso deja huella.

Arranqué la moto y di todo durante unos 5 minutos en que no hubo pelea, fue una masacre, mi madre se derritió otra vez antes de sentir como soltaba mi cargamento en su interior. Se quedó tumbada encima mía extasiada, sin aire, sonriendo y sin levantar la mirada, la abracé con ternura, sintiendo como me deshinchaba, y como de ella salía un goteo constante de fluidos. No sabia que hacer, así que dejé que ella decidiera.

-CARMEN: ¡eres increíble!, jajajaja sabes que hacer con un mujer en la cama jajaja.

-YO: eso me han dicho.

-CARMEN: puffffff no ha estado nada mal jajaja, pero yo necesito más – se puso a comérmela un buen rato, no tardó en ponerse como una estaca y volver a montarme como antes.

-YO: ¡joder, eres insaciable!

-CARMEN: ¡lo sé, pero tú me llenas, maldita sea, me vuelves loca!

Apretó el ritmo de su cadera y dio un festival, se movía sin parar deleitándome con su cuerpo, cada vez que bajaba ella daba un giro de cadera rápido antes de subir, me sentí estúpido y sobrepasado por unos instantes, me rehice y la cogí de los senos, se los besaba y chupaba, tirando de sus pezones con los dedos y haciéndola sonreír agradecida. Terminó provocándose ella sola otro orgasmos de cómo me estaba montando, se derrumbó de lado dándome la espalda y me pegué a ella, abriéndola de una piernas y penetrándola desde atrás. La acaricia el clítoris sin descanso mientras el vaivén la estaba matando, me arrodillé para tener mejor posición sin cambiar su postura y ahora si la oía soltar gritos cortos agudos apretando las sabanas con sus manos, la atraía hacia mí al dar cada golpe de pelvis, sin dejar de acariciarla, eso lo tenía claro. Fueron 1 o 2 orgasmos los que la sacudieron, extasiada rodó hasta ponerse encima mía de espaldas, conmigo tumbado boca arriba, sentada en mi vientre, se abrió de piernas y me la cogió para penetrarse otra vez, puso sus pies en el colchón, subía y bajaba con velocidad, con una mano la ayudaba en el culo pero la otra seguía masturbándola sin cesar.

Lo sentía en su cuerpo, la estaba sacando de quicio, y al siguiente orgasmo gateó por la cama echa un harapo, pero no iba a dejarla respirar, era un todo o nada, la tumbé boca abajo y me arrodillé en sus piernas, metiéndosela de un tirón abriéndola las nalgas. Estaba implorando que siguiera cuando la sacudieron otros orgasmos cortos y continuados. Estaba haciendo flexiones encima suya para metérsela hasta el fondo, me sentía mareado y sin fuerzas, sin saber como seguía percutiéndola. Mi madre estaba mordiendo la almohada cuando bajé el ritmo, y pudo salir de debajo de mi cuerpo.

La cogí de la cadera y la hice abrazarme de cara, montándomela encima, estando de rodillas sobre la cama, me rodeó con brazos y piernas el sentir como me introducía en ella, y mis dedos jugaban en su ano, uno de ellos entró en aquel apretado agujero cuando ya se le metía entera, se descolgó un brazo de mi nuca y su cuerpo ondulaba usándome como una barra a la que se agarraba. Sus alaridos y gritos eran escandalosos cuando se acercaban aquellas pequeñas explosiones de sensaciones que sentía en su interior, y que la llegar la hacían vibrar pegándose a mi pecho, una tras otra se hacían menos espaciadas en el tiempo, llegando el momento en que iba casi a 1 por minuto y no lo soportó más.

-CARMEN: ¡JODER, SIIIIII, ME CORRO, DIOS MIO, ME CORRO, DIOS MIO, JODER! – lo repetía sin parar, soltaba un río de fluidos echando la cabeza hacia atrás, y continuaba gritando haciendo fuerza contra cada embestida hasta la siguiente vez que se vaciaba.

Me costó aguantar su ritmo, casi me desmayo y la cabeza me daba vueltas, pero logré correrme de forma tan animal, dando botes altos haciéndola caer a plomo, que mi madre tuvo otro orgasmo final al sentir como le volvía a llenar de semen, uno leve y cansando. Me derrumbé encima de ella sin aliento, de forma que solo pudo acomodarse y soportar mi peso, sentía mi pecho chocando con el suyo para respirar, notando pequeñas convulsiones en su cuerpo. Con mi último gramo de energía, me aparté tumbándome a su lado, y mi madre serpenteó para llegar a mi pecho. Me quedé dormido con su cabeza apoyada en mí, y pensando que mi padre era un cerdo afortunado, ni cuando me lo montaba con tríos junto a Vanesa y Sara me habían dejado así de roto, y él había disfrutado de mi madre en exclusiva desde los 17 hasta los 41 años.

Dormimos mucho tiempo, y al despertarme seguíamos tal como me había dormido, la vi acurrucada sobre mi, con una mano en mi pecho y su cabeza en mi costado, su melena cayendo con gracia y con sus ojos cerrados, sonriendo sin parar. Empecé a ser consciente de donde me encontraba y lo que había pasado, era importante que cuando ella se despertara viera aquello normal. La cogí de la barbilla y la besé en los labios con cariño, se desperezó devolviéndomelos, y cuando abrió los ojos me miró un segundo sin moverse, temí una espantada, pero solo sonrió fascinada pegando su mentón al hombro.

-YO: buenos días.

-CARMEN: jajaja buenos días – la apreté contra mí hasta subírmela encima y quedar tumbada sobre mí, cogiéndola de culo, y besándola con lengua.

-YO: me has dejado agotado.

-CARMEN: jaja, y tú a mi, no me acuerdo de la última vez que alguien me sacó de quicio, puffff la cama entera apesta a sexo salvaje.

-YO: ahora ya sabes a lo que estoy dispuesto por hacerte feliz.

-CARMEN: ¡no esperaba que fueras capaz!, pero llevo desde el 1º día que te la he visto dura deseando que me follaras así.

-YO: pues no solo eso, siempre que lo necesites avísame, y te dejaré igual, no quiero que toque a otro hombre que no sea yo, ¿me has oído?

-CARMEN: ¿por que voy a molestarme? Tal y como haces el amor no necesito ni a tu padre, madre mía……. ¡que locura!

-YO: voy a darme una ducha y ver donde están las demás, tú haz el desayuno, estoy famélico – la cogí de la nuca y nos dimos un largo y pausado beso con lengua.

-CARMEN: vale.

Se rió cuando la di la vuelta y la besé en el cuello, se quedó en la cama retozando en una sabana arrugada, descolocada, manchada de fluidos y que desprendía un profundo olor a sexo. La ducha me sentó genial, y cuando salí, ella entró detrás, dándome otro beso húmedo y cálido.

Al pasar por el cuarto de Sara, la vi a ella y a mi hermana desnudas, al igual que al subir a mi cuarto y ver a Sonia boca arriba roncando, y Vanesa a un lado despierta, riéndose de los ronquidos, al verme se puso en pie y salió conmigo a la terraza, no le importó ir desnuda y que la abrazara por detrás rodeándola la cintura, oliendo sus rizos al pasar la cabeza por uno de sus hombros.

-YO: hola amor mío.

-VANESA: jajaja hola campeón.

-YO: estoy que no puedo con mi alma.

-VANESA: pues no te creas que yo estoy mejor, me costó una hora en la disco bailando que Sonia no se llevara a casa a ninguno, y luego en la cama me ha tenido media noche entre sus pechos, ¡madre mía, que pedazo de tetas!, casi me ahogo jajjajaja

-YO: ¿y mi tía y mi hermana?

-VANESA: nos siguieron, pero ellas van a su bola, creo que a tu hermana le está gustando mucho pasar las noches con tu tía………¿tú?

-YO: una bestia parda, ¡que mujer……!

-VANESA: ¿y esta mañana?

-YO: bien, lo he normalizado todo, he evitado mencionar lazos de sangre ni nada, como dijiste, y parecía encantada, me ha dicho que no recordaba la última vez que la habían dejado así…..

-VANESA: ¿lo hace mejor que yo? – sonrió dándole un tono travieso.

-YO: no lo sé, tal vez si…….pero a ella no la quiero…..solo te quiero a ti – la apreté con fuerza y se rió girando su cara para besarme en la frente.

-VANESA: ya te olvidarás de mi cuando regreses a casa y tengas a tu tía, tu madre y a Sonia, y si no tardas mucho a tu hermana también.

-YO: ¿hace falta? Si mi tía la mantiene contenta……

-VANESA: ya veremos como reacciona a lo de tu madre y tú, pero muy a mi pesar creo que si.

-YO: ¿a tu pesar?

-VANESA: si…….bueno…….las demás ha sido una partida de ajedrez, pero tu hermana, a ella la quieres de verdad.

-YO: no la quiero.

-VANESA: si la quieres, y un amor mucho más tierno, cariñoso y fuerte que el que sientes por mi, la adoras.

-YO: pero por que es mi hermana mayor, es una chica dulce y agradable, me ha ayudado mucho.

-VANESA: por eso es a mi pesar, de ella……de ella si que siento celos.

-YO: no lo entiendo.

-VANESA: ni yo…..no debería……pero si no hay más remedio……- me cogió de las manos y entrelazó sus dedos con los míos, nos quedamos un buen rato así.

Al bajar a desayunar todo manteníamos una facha de hipocresía y falsedad, todos sabíamos que pasaba y decidimos actuar como si nada. Nos dimos un paseo hasta la playa y disfrutamos del día, por 1 segundo me olvidé de todo y disfruté de Vanesa y su compañía. Por la tarde repasamos las fotos, se veía a los 3 chicos molestándolas, al verlas Vanesa se hizo un bola en mi pecho.

Y desde ese día pasé 2 semanas como un loco, por las mañanas iba a la cama de mi madre, y si quería dar un paseo lo dábamos, pero varios días deseaba sexo, y se lo daba, esos días no tenia para nadie más, nos pasamos en torno a unas 2 horas haciendo el amor de una forma salvaje y animal. Si no era uno de esos días le dedicaba ese tiempo a Sonia o Sara, que eran mucho menos……. voraces en ese aspecto. Por la noche me acostaba con Vanesa si teníamos ganas, pero me gustaba quedarme horas tumbados, de cara, mirándonos y acariciándonos, la divertía verme jugando con sus rizos, sin hacer nada más, hasta que Marta aparecía y nos dormíamos.

Quedaba una semana escasa para volver a casa y pensaba que todo había acabado, mi tía y mi hermana juntas, Sonia feliz de poder tener replica algunas veces, y mi madre encantada de poder desfondarse cuando lo necesitaba. Pero Vanesa me citó en la piscina, acudí presto, pensaba que solo me quería a mi, pero al verla sentada en el bordillo con los pies en el agua, y su mirada triste que sabia esconder, supe que iba algo mal. Me metí en el agua y acaricié sus piernas para abrazarla y besarla, sus ojos azules a medio día podrían ser ventanas al paraíso, y esa vez estaban oscurecidos.

-YO: no me gusta tu cara.

-VANESA: que bien me conoces ya…..- me acarició la mejilla.

-YO: ¿que pasa? dímelo.

-VANESA: pensaba que ya se había terminado…….pero me equivocaba……tu hermana está pensando en no volver a casa.

-YO: ¿como? – eso no me lo esperaba.

-VANESA: lo he elido en su diario…..

-YO: ¿se lo lees?

-VANESA: claro…ya me conoces, no puedo evitar ser traviesa…….da igual……..lo he leído y se que está confusa con su sexualidad, quiere aclararse las ideas y no puede hacerlo en tu casa, bajo la supervisión de tu padre.

-YO: ¿confusa en que?

-VANESA: ¿tú que crees? Lleva 3 semanas acostándose a diario con tu tía, se de buena tinta que Sonia también se acostaba con ella antes de todo esto, y cree que es lesbiana.

-YO: bueno……..no es algo tan raro….

-VANESA: para ti, pero piensa en tu padre…..y en como se lo tomaría, tiene miedo y quiere alejarse hasta tenerlo claro.

-YO: pues que lo haga, es mayor y puede tomar sus decisiones.

-VANESA: NO, tiene que volver a casa.

-YO: ¿por que?

-VANESA: por que si……….si no…….nada de esto servirá – sonó a excusa.

-YO: ¿y que puedo hacer para convencerla?

-VANESA: lo que ya temía……un hombre como tú puede………..despejar sus dudas.

-YO: no voy a acostarme con mi hermana para evitar que se haga lesbiana, ya tengo controlada la situación, hablaré con ella.

-VANESA: no será suficiente tienes…tienes que hacerlo – torció el gesto.

-YO: no pienso hacerlo, y menos sabiendo que te duele tanto.

-VANESA: ¡No me duele! ¿Por que debería? ¡Solo somos amores de verano, tenlo presente! – por lo que la conocía, que se enfadara así significa que tenia razón.

-YO: ¡ya basta Vanesa!, deja de fingir que no me quieres……- quiso apartar mi mano pero me dejó acariciarla la mejilla, sentí una gota caer en mis dedos, era una lágrima.

-VANESA: ¿por que me haces esto?………. ¡esto no tendría que ocurrir!

-YO: pero ha pasado, es real, y ya no quiero seguir siendo ese chico asustado que no dice lo que piensa, te amo Vanesa, y nada de lo que ha ocurrido, o de lo que pase va a cambiar eso….- soltó un bufido rápido.

-VANESA: eso dices ahora……….tú sabrás, si quieres regresar a casa con toda tu familia tienes que acostarte con tu hermana, no hay otra, en su diario no solo dice eso, si no que te menciona mucho, tú crees que ella es tu luz, pero tú eres tierra firme para ella, sin ti se siente perdida.

-YO: ahora tengo un sol entero delante de mí, no necesito rayos de luz, si mi hermana ha decidido……- me cogió de la cabeza amagando hacerlo un par de veces, mi tozudez la sacaba de sus casillas, pegó su frente a la mía, Vanesa estaba llorando y no quería hacerlo, pero no podía evitarlo, así que la abracé queriendo tranquilizarla.

-VANESA: no lo hagas más difícil de lo que es, hazlo, y pronto – me besó, con un sabor salado, y se alejó.

La discusión se repitió varios días, ella insistía y yo me negaba, discutíamos y ella lloraba por que me negaba, no la comprendía y eso me frustraba. Tanto que al final, no se como, accedí ha hacerlo, odiándome por ello, pero parecía que era lo único que la tranquilizaba. Diría que Vanesa quería que lo hiciera para que la demostrara algo, pero no sabia el qué, a esas alturas ya sabia que ella no se la convencía con palabras, si no con hechos, y no me dejaba otra salida. Me armé de valor para hacer lo que me pedía, con la esperanza de que eso me hiciera ganar puntos de cara a su marcha inminente, al final del verano, y así ganármela de una vez y para siempre. Me acompañó hasta la puerta de Sara, donde estaban ella y Marta, era el mejoro momento para meterme en su cama y acostarme con ambas, y por ende, con Marta.

-YO: no quiero hacerlo.

-VANESA: por favor……no lo compliques…….tú solo…..hazlo.

-YO: no lo haré si no quieres que lo haga.

-VANESA: ¡no quiero que lo hagas, joder!………lo…..lo necesito….. ¿vale?……tú hazme caso, entra ahí y déjala feliz, regresa a casa con tu familia y olvida que todo esto pasó – tenia que cogerla de la cabeza para que me mirara.

-YO: soy tuyo, me da igual lo que ocurra, el tiempo que pase y las circunstancias……te amo….y si necesitas que pase esto lo haré, por ti….- asintió con lágrimas en los ojos, y rostro firme.

-VANESA: por favor…..- me señaló la puerta, la besé antes de que hiciera un puchero y se alejó unos pasos.

Llamé a la puerta y me quedé mirando a Vanesa, que escondida en las sombras me miraba de forma tan triste y solitaria que me conmovió, al abrir al puerta entré, y al perder de vista a Vanesa sentí un enorme vacío en sus ojos. Sara me hizo pasar, iba en tanga y tenia a Marta en la cama tumbada solo con un camisón de los suyos.

-YO: hola chicas, ¿que hacéis?

-SARA: nada…….aquí charlando….

-YO: ¿puedo unirme?

-MARTA: ¡NO!- miró a Sara.

-SARA: mujer no seas así, mi cama siempre os recibirá a ambos.

-MARTA: pero es que es “él”……si se entera…..- lo dijo muy bajo, como si no lo fuera a oír.

-YO: ¿que pasa?, Marta, puedes decirme lo que sea…….- Sara me acompañó hasta la cama y me senté cogiendo de la mano a Marta, Sara se tumbó en la cama con gesto sensual.

-MARTA: si quieres estar con Sara puedo irme…..

-YO: no, hoy he venido a por ti.

-SARA: ummmmm se pone interesante.

-YO: no es eso………te noto distinta Marta, no solo por lo de Sara, te veo agobiada y pensativa, y tu no eres así, eres alegre y dicharachera, me duele verte así.

-MARTA: jope…….lo sé, y lo siento….pero tengo la cabeza hecha un lío – la besé la mano.

-SARA: díselo…..- Marta la miró asustada.

-YO: no la mires a ella, yo soy tu hermano, ¿si no me lo puedes decir a mí, a quien se lo vas a decir?

-MARTA: mi hermano no eres tú, tú eres una versión joven y potente de papá, si me da miedo decírselo a él, a ti me da pánico.

-YO: se que mi comportamiento ha sido raro y extraño, pero he tenido que ponerme así o esta casa se volvía una locura, pero eso ya ha pasado, en unos días volveremos a casa y esto quedará atrás.

-MARTA: es que….no se si voy a volver a casa – fingí no saberlo.

-YO: ¿Por que?

-MARTA: ¡por que si!… ¿vale?……..no estoy muy segura de lo que quiero, y si voy a casa terminaré haciendo lo que diga papá.

-YO: ¿pero que es eso que te tiene confusa? – no me lo decía, guardó silencio tirando con los dedos de la sabana.

-SARA: hija mía……pues que le gustan las mujeres…..- Marta la miró odiándola y sorprendida.

-MARTA: ¡TIA!

-SARA: merece saberlo, es tu hermano y sabes que te quiere, antes de darle la espalda tiene que saber por qué.

-YO: no pasa nada……..te gusta acostarte con Sara, estás experimentado, doy fe de lo buena que es en la cama.

-MARTA: no es solo ella Samuel, Sonia también, y hace un mes me traje a una pareja y me pasé más tiempo con ella que con él, ya no es una travesura…….siento que me atraen más, y no puedo evitarlo…….me meto en tu cama por que eres el único hombre que quiero, con las esperanza de que se me pase, de que sea un fase……pero no ocurre nada y yo…….yo pienso que seria mejor no volver a casa.

-YO: ¿y que pretendías que pasara en mi cama? – tragué saliva.

-MARTA: no lo sé…….te he visto con Sonia, con Sara, con Vanesa…….. y ahora con mamá, creía que no te importaría, que seria una más de tu harén particular, y así me demostraría que no era cierto….pero yo no soy suficiente para ti….- verla llorar era tan raro como enternecedor, la abracé con cariño.

-YO: eres la mujer más maravillosa que he conocido, eres guapa, lista, dulce, cariñosa y buena persona, eres la única persona que quería en mi vida, un rayo de luz en mitad de mi caos, y no iba a mancillar eso por un mal polvo.

-MARTA: ¿iba? ¿y ahora si? – la besé en la mejilla, y cogí aire varias veces, tomando la decisión que lo cambiaría todo, la tenia delante de mi pidiéndome que lo hiciera, algo dentro de mi me pedía a gritos que lo hiciera.

-YO: no………….Marta, no, ahora tampoco…….te quiero, eres mi hermana y te apoyaré en todo lo que decidas hacer, pero vuelve a casa conmigo, estaré a tu lado cuando hables con papá, no dejaré que te avasalle ni te intimide.

-MARTA: ¿harías eso por mí?

-YO: si, ya es hora de que maduremos, no podemos seguir siendo niños bajo su cinturón, papá ya no me da miedo.

-MARTA: eso es fácil decirlo sin él delante.

-SARA: yo también estaré a tu lado pequeña.

-YO: y mamá nos ayudará, sabe como manejarle, no te apartes de mi lado, no podría soportar mi vida sin ti, pero no voy a decirte que hacer, eso haría papá, ahora haz lo que creas que debes hacer, y te apoyaré en todo, tú decides.

-MARTA: no sé…….necesito pensar, pero me alegro un montón de que lo entiendas…- la sonrisa de mi hermana regresó -….. ¿me dejas a solas con Sara? – la besé la mano y la acaricié la cabeza.

Me arrepentiré el resto de mi vida salir por el balcón, fue un momento muy emotivo y me apetecía dar un paseo hasta la playa a solas, pensar en mi vida y en que todo había cambiado, nunca pensé que aquellas vacaciones terminarían así, pero ocurrió. El niño asustando y tímido que fue a unas aburridas vacaciones familiares había muerto, renació como un hombre fuerte y decidido.

Tenia que decírselo a Vanesa, tenia que decirla que no ocurrió nada, eso la alegraría, aunque no lo iba a reconocer, es posible que se enfadara conmigo incluso, pero en el fondo le gustaría saber que salve es parte de mi, y que lo hice por que la amaba, si le decía todo eso seguro que se olvidaría de eso del “amor de verano” y me querría tanto como yo la quería a ella.

Al volver a casa la busqué, había pasados unas horas, pero no la encontré, subí a mi cuarto y todas sus cosas habían desapareció, aquello me aceleró el corazón, la llamé a gritos, y luego a su móvil, sonó en la mesa del salón, allí estaba el móvil, encima de una nota en papel.

“Lo siento mucho Samuel, pero esto es más de lo que puedo soportar, ha sido irritantemente sorprendente, y gratificaste, como has logrado llegarme al corazón, y no quiero que descubras que tipo de persona soy en realidad, así que me voy. Eres feliz con tu familia unida, y eso debo respetarlo, no sabes cuanto deseo quedarme a tu lado, te quiero aunque me cueste y me odie admitirlo, pero……. ¡Dios, te he mentido tanto!…….lo justo es que me vaya sin una despedida, no la merezco. Te pediría que me olvidaras, pero se que me dirías que no puedes, y terminarías diciendo alguna frase de las tuyas, de esas que me encantan y que me derriten por dentro, acabaría quedándome a tu lado, y te mereces algo mejor que yo, lo nuestro no puede funcionar. Así que prefiero que me recuerdes tal como me has conocido, y espero que añores este verano con cariño, por que yo pensaré en ti cada día de mi vida.

Por favor, no me busques, ni vayas detrás de mi, no me sigas, es mejor así.

Dale un beso dulce y tierno a ese chico bueno, gentil y amable que conocí. Por favor, no cambies, por que quedan pocos hombres como tú en este triste y amargo mundo…….Adiós y Gracias de corazón por este verano.”

Me eché a llorar a mitad de carta, las lágrimas cayeron al papel, volqué la mesa y empecé a gritar, bajaron todas a verme pero llegaron tarde, yo ya iba camino de la moto, y casi atropello a una persona al ir a la casa donde estaba Jaime, solté la moto, que se quedó dando vueltas, y entré llamándola a viva voz, Jaime apareció con una en cada brazo y le cogí de la pechera.

-YO: ¿DONDE ESTÁ VANESA?

-JAIME: ehhhhhhh tranquilo, ha venido hace una hora.

-YO: ¿donde ha ido?

-JAIME: ha sido rarísimo, se ha quedado fuera, estaba llorando, no se por qué, con las maletas y todo, ha pasado un coche negro de lujo de 5 puertas, y se la ha llevado, no se ha donde….. ¡te lo juro!

-YO: ¡JODER! ¿QUIEN LA CONOCE AQUÍ, DONDE VIVE, ALGUIEN TIENE NUMERO DE TELEFONO? – repetí aquellas preguntas por todas las habitaciones, pero no encontré a nadie que la conociera, incluso las chicas con las que la había visto se habían ido hacia una semana, solo quedaban unas 10 personas y a ninguna le sonaba de nada Vanesa.

Cogí la moto, llevado por la rabia y la desesperación, me metí con un ciclomotor de 49 caballos en la autovía, algo prohibido, y le di gas hasta recorrer 60 kilómetros, buscando un coche negro de lujo de 5 puertas, pero me llevaban media hora de ventaja y ellos llegaban a más de 80 por hora. Inconsciente de ello no paré hasta quedarme sin gasolina, y aún así empujé la moto otros 3 kilómetros hasta la siguiente gasolinera, pero al llegar me di cuenta que no llevaba la cartera, no llevaba nada, ni el móvil….me tiré al suelo y seguí llorando, no había parado de hacerlo desde que leí la maldita nota, que también me había dejado en casa, quería echar a correr por la carretera tras ella, pero no podía sin dejar la moto, y tenia calambres ya de empujarla. Iba a causar un accidente, casi me mato 3 veces al pasar con algo tan liviano al lado de un camión grande, no sabio que hacer y sentía una punzada en el corazón que me estaba matando.

Al verme allí tirado varios conductores creyeron que me había caído de la moto, y se mostraron amables para ayudarme, uno me dejó el móvil, y llamé a Vanesa, pero lo cogió Sara en mi casa, ni me acordaba de que también se había dejado el móvil, la dije donde estaba y me pidió que no me moviera, que vendrían a por mi. Una señora se quedó conmigo y le conté lo que ocurría, se conmovió al oírlo, y se quedó conmigo hasta que Sara apareció con el coche, con todas, me abracé a Marta y no la solté. Quería ir con el coche de Sara a seguir la búsqueda, pero ya era inútil, había pasado otra hora larga, me metieron en el coche y me eché en el regazo de Marta, llorando sin comprender nada, “¿que más podría haber hecho?”. Ni los dedos de Marta jugando con mi pelo me calmaron, se quedó a dormir conmigo esa noche, y todas. De golpe di 4 pasos atrás y volvía a ser un niño asustado y débil, me trataban como un jarrón a punto de romperse, sin saber que ya estaba roto. Marta me decía que no podía dejarme así, y que volvería a casa, como si eso me importara en ese momento, pero se lo agradecí.

De los últimos días no recuerdo haber salido de la cama, y no hablaba con nadie que no fuera Marta. Cuando regresó mi padre para recogernos en el coche, me miró con desprecio al verme tan mal, pero me daba igual, mi hermana trató de animarme haciendo el viaje de vuelta con ella, Sara y Jaime, pero no hubo manera. Estaba sentado atrás con Jaime, que no habló en casi todo el camino.

-JAIME: esa chica te gustaba de verdad, ¿no? lo siento de verdad tío.

-YO: tú que vas a sentir…….

-JAIME: lo sé, se que he sido un capullo este verano, pero te miro, y veo que esa chica era especial para ti, la traté mal, y tampoco es que me haya comportado mucho mejor con las demás, te pido disculpas.

-YO: gracias, pero llegan tarde, y no me ayuda en nada.

-JAIME: joder….ha sido duro….. ¿sabes que hasta llamé a tu padre cuando me echaste? Le dije unas cuantas cosas y dijo que el se ocupaba……supongo que al final todo sigue su curso…

No le presté atención, fui un cadáver todo el camino, y al llegar a casa me pasé 2 días en la cama. Solo dormía y comía algo, tampoco mucho, me quedaba horas mirando el móvil de Vanesa, las fotos que nos hicimos, los mensajes y recordando cada instante a su lado, anotándolo, y aquí os lo he dejado.

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Depresión post vacacional, así lo llaman ahora, es esa sensación de hastío y sopor al regresar de unas vacaciones, lo que toda la vida se ha llamado volver a tu mierda de vida, pero la gente se afana en ponerle nombres a las cosas para sentirse mejor, supongo, a mi no me ayuda. Me estoy volviendo loco, y no es por que tenga que volver a una vida rutinaria y normal en todos los aspectos, si no por el hecho de que todos a mi alrededor se comportan de forma natural, como si no hubiera pasado nada en estos 3 meses de vacaciones que me he pasado en la casa de la playa con la familia, es como si un gran dinosaurio se hubiera paseado por el centro del salón y solo yo pareciera haberlo visto, cuando trato de hablar de ello, me evitan, se hacen los locos o directamente me ignoran.

Mi madre volvió a ser la misma mujer servicial en cuanto entró por la puerta, tratando a mi padre como a un dios, supongo que si consiguió que Sara se quedara en casa hasta que encontrara donde ir. Marta mantuvo su compostura hasta que al 2 día me dijo que iba a hablar con papá de su sexualidad, no estaba para tonterías, pero se lo prometí, y estaba harto de auto compadecerme. Esperamos a que regresara del trabajo y nos sentamos, me puse al lado de Marta cogiéndola de la mano.

-MARTA: mira papá, esto me resulta muy duro, pero tengo que decirte algo.

-ROBERTO: adelante, hija mía.

-MARTA: este verano me he dado cuenta de algo, o mejor dicho, me ha ayudado a convencerme de algo……….siempre te estás quejando por que no tengo novio formal, …pues bien…- cogió aire- …..creo que soy homosexual.

-ROBERTO: ¡¿como?! – solo con su tono de voz Marta me clavó la uñas.

-MARTA: si……bueno…..que me gustan las mujeres.

-ROBERTO: ya se lo que significa, no soy estúpido, ¿como puedes hacer esto?, te vas a arruinar la vida.

-MARTA: me siento así, y no puedo cambiarlo.

-ROBERTO: eso son cosas de críos, os pasa a todas, tu olvídate de líos, ya encontrarás a un hombre que te haga feliz y te de hijos.

-MARTA: pero papá….- la lanzó su mirada, esa que según todos sus compañeros hacia temblar hasta a los jueces.

-ROBERTO: se acabó la conversación – se puso en pié y se disponía a irse, como siempre, con al última palabra y nadie tenia derecho a decir nada, y se hubiera ido como siempre.

-YO: no…………..papá, no se ha acabado – me puse en pie, él se giró dedicándome su mirada a mi, casi me vuelvo a sentar, antes lo hubiera hecho, antes.

-MARTA: no, déjalo……….- la acaricié el pelo.

-ROBERTO: ¿como dices?

-YO: Marta está tratando de decirte como se siente, y eso no lo vas a cambiar zanjando la conversación.

-ROBERTO: ¿y pretendes que sonría y asienta ante esa desfachatez? – de golpe mi madre, que andaba por allí fingiendo no prestar atención, desapreció, como solía hacer cuando mi padre se ponía así, deseé que Sara no hubiera salido, y sobretodo, tener a Vanesa a mi lado, pero allí estaba solo delante de él.

-YO: lo que pretendo es que dejes que Marta sea libre de hace lo que quiere, somos adultos y tenemos que tomar nuestras propias decisiones, Marta no está aquí para pedirte tu opinión, te lo está diciendo, esperando que la apoyes, por que no es nada fácil decirte esto.

-ROBERTO: ¿y lo tiene que ser para mi?, Samuel, basta, esto no va a ir a ningún sitio, Marta está confundida, ya sabia yo que no era buena idea llevar a tu tía, Sara logra que las mujeres pierdan el norte, lo se bien, pero mi niña no es una burda bollera, no la he educado para que se pase su vida comiendo coños de camioneras – su forma de acercarse imponía un respeto brutal.

-MARTA: papá, eso no es así…..- se puso en pie a mi lado, casi se vuelve a sentar al mirarle a la cara, pero tiré de su mano.

-ROBERTO: ¿y como es? ¿acaso piensas en como me va a afectar esto? imagina las risas si se enteran en mi trabajo ¿sabes cuanto daño puedes hacer a esta familia si se difunde?

-YO: eres un retrogrado y un hipócrita de mierda…. – me salió del alma, y al oírmelo decir hasta él se sorprendió más que yo –…. ¿te importa una mierda tu hija, a la que has tratado con mimo y cariño toda su vida, ahora que se abre a ti? solo te importa tu trabajo y la opinión de unos completos desconocidos.

-ROBERTO: esos desconocidos me ayudan a mantener a esta familia, ¡así que tenlo muy presente antes de faltarme al respeto de esa forma bajo mi techo! – oírle gritar no daba tanto pavor como que fuera al 1º vez que le veía fuera de si.

-YO: ¿y debemos que ser tus marionetas toda nuestra vida a cambio?

-ROBERTO: mira calmémonos…………..Samuel, antes de hacer o decir alguna barbaridad más, espero que recapacites, no se que demonios a pasado estos 2 meses allí, pero se tiene que terminar, ahora estáis en mi casa, vamos a comportarnos todos como siempre y dejar pasar todo esto…….

-MARTA: no papá, estoy harta, harta de tus apariencias y de tus mentiras, de cómo nos tratas.

-ROBERTO: maldita desagradecida, ¿acaso te he tratado mal?

-MARTA: a mi no, me lo has dado todo, mientras fuera tu niña bonita, pero ahora te necesito no me capetas como soy, en cambio a Samuel le has hecho la vida imposible, y a mamá la has minimizado hasta ser tu criada.

-ROBERTO: por que me dan lastima, vuestra madre necesita mano dura, y Samuel…………. es débil y un cobarde, me deja a cuadros que tengo los arrestos de hablarme así, solo pretendía forjarle un poco de carácter.

-YO: pues enhorabuena, ya tienes al hijo que siempre has querido, y no ha sido gracias a ti….con una esposa sumisa y un hija a la que has querido moldear a tu gusto…………así que no te debemos nada.

-ROBERTO: me estáis empezando a enfadar.

-YO: pues acostúmbrate, por que las cosas van a cambiar.

Cogí de la mano a mi hermana y nos fuimos a su cuarto, de fondo escuchábamos a mi padre enervado con mi madre, mientras trataba de calmar a Marta, que parecía a punto de derrumbarse, temblando sin control, la pedía que visualizara una playa, con la olas, y respirar al ritmo de aquel oleaje tranquilo. No nos hablamos durante toda la noche, y cenamos en su cuarto, dormí con Marta, para no dejarla sola, aunque en realidad solo ella durmió, yo estaba despierto a su lado, no pegué ojo en toda la noche.

Me sentía con fuerzas, como un gigante, por enfrentarme a mi padre, y aquello empezó a darme vueltas a la cabeza, había algo, lo notaba, sentía que se me escapaba algo, pero no sabia que era, todo se mezclaba en mi cabeza, Vanesa, mi familia, aquel verano…………. tenia una imagen borrosa en la cabeza y necesitaba enfocarla, me faltaba una pieza enorme del puzzle, y no la tenia.

“Vanesa, tengo que encontrar a Vanesa.”

FIN.

2 comentarios en “Relato erótico: “La casa en la playa 9.” (POR SAULILLO77)”

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