_Hijo, reacciona!  o pensaré que  la vida en el extranjero te ha cambiado, qué es eso de quedarse impávido en lugar de abrazar a tu tía!! señaló mi madre, haciendo más notorio mi desconcierto.
_Madre, como dices eso! mi tía  sabe cuánto la adoro!! solo que la noto tan linda que.. . bueno más bien las noto preciosas  a las dos, dije corrigiendo la metida de pata que estuve a punto de cometer, cautivado  por la exquisita madurez de mi tía Amanda.
Los años no la habían cambiado, a sus casi cuarenta se la veía más mujer, pero no menos hermosa, más llena en carnes pero con la misma gracia en su silueta, incluso diría que más radiante, sí, a esa edad las mujeres se endiosan, se elevan y elevan todo lo que encuentran a su paso…
_Tanto tiempo desde tu viaje Leo,  parece mentira que de nuevo estas aquí, ven acá  muchacho _ murmuró mi tía  mientras tomaba la iniciativa en abrazarme.
Esta vez pude reaccionar a la altura,  besé sus mejillas sonrosadas y la ceñí fuertemente, hasta casi hacerle faltar el aire, nos quedamos varios segundos apretados  ante la mirada emocionada de mi madre, que jamás percibió la inquietud  que desde chico me provocaba la cercanía de su hermana…
Varios años especializándome fuera del país cobraron el precio de no verla,  de vivir  sin perderme en sus traviesos ojos claros, joder!!  sin rozarla, sin sentir el volumen de sus senos en mi tórax  y la maravillosa sensación de su vientre en mi entrepierna, es gracioso pero siendo ya un hombre de 24 años, mi sangre volvió a hervir como si el tiempo no hubiera pasado, como si aún fuera el muchachito que sucumbía a su mirada, aquel que se deleitaba recordando, la noche en que en un arranque de hombría le supliqué: enséñame tía!!!
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Me permito hacer un alto, para contar esta historia desde sus inicios.
Todo empezó años atrás, justo después  de la separación  de mis padres, desatada en plena época juvenil y aunque debo reconocer que  pese a que no  di muestra de que me afectaran significativamente los cambios, aquella crisis familiar me golpeó profundamente, sentía un vacío  que de ninguna forma era llenado por las visitas esporádicas de mi padre, ni por las actitudes neuróticas de mi madre. Todo ello sumado  a mi encierro  emocional y a las presiones propias de la edad, incidieron en que me  convirtiera  en un muchacho vulnerable, tímido, que enfrentaba sus temores como bien podía.
En aquella época vivir con mi madre era una verdadera travesía, la pobre siempre tuvo un carácter de a perro que empeoró con los años, lo atribuyo al hecho de que  me tuvo siendo muy joven y supongo que el asumir responsabilidades a temprana edad, le cambio la vida para mal. Mi inesperada  venida al mundo le robó  la oportunidad  de  aplicar para una beca  en el extranjero, sumiéndose a cambio  en una vida conyugal  mediocre que acabó con sus sueños. Sé que no es mi culpa que se jodiera la vida, pero sin duda sus frustraciones  estaban jodiendo la mía.
 Afortunadamente Amanda, la hermana menor de mi madre vivía prácticamente con nosotros; ella ocupaba un departamento contiguo al nuestro, puesto que mi abuelo al ser sus únicas hijas, les había heredado en vida la edificación, con el fin de mantenerlas unidas,  brindándoles  comodidad e  independencia. La idea del viejo dio resultado, tanto que era frecuente que se la pasaran juntas, y no solo eso, sino que a falta de la presencia de mi padre, mi tía llego a convertirse  en un apoyo incondicional para nosotros.
Contrario a mi madre, mi tía era una mujer descomplicada,  en aquel tiempo tenia de 33 años; con una hija de 10  a cuestas y un trabajo de maesta parvularia, parecía no necesitar nada más para ser feliz, nada excepto algún  escarceo amoroso, que supongo lo tenía de manera discreta pues que recuerde, no acostumbraba llevar novios a casa.
 Quizá por su naturaleza dulce  y su   manera  simple de ver la vida, se me hacía relativamente fácil abrirme con ella, ya que en lugar de  censurarme como mi madre,  me animaba a ser más osado ante cualquier reto, y entre las muchas cosas que debo agradecerle es haberme estimulado a vencer mi timidez.
La adoraba, era mi defensora nata, infinidad de veces me salvo de los regaños maternos y no solo eso, sino que siendo relativamente joven me comprendía más que cualquier otro miembro de mi familia, convirtiéndose en alguien muy especial para mí, más aun cuando sin proponérselo, fue precisamente ella quien despertó mis curiosidades sexuales.
Mi tía Amanda era  hermosa, bueno, de hecho aún lo es,  no  una belleza despampanante, pero tiene un particular encanto que me hacía pasar  horas contemplándola. Cielos!! Cuánto me gustaban sus dulces ojos claros y su sonrisa traviesa,  pero si algo verdaderamente la hacía atractiva, eran las formas generosas que se adivinaban bajo las faldas a medio muslo, y el par de blancos senos que alegraban  su escote.
Por si eso fuera poco, era encantadoramente imprudente, solía bromear con el  tema de los agarrones a las novias, intuyo que lo hacía intencionalmente pues le divertían  mis evasivas y  no cabe duda que disfrutaba sofocándome con su clásico: Leonardo ya?…o sigues en la lista de espera? afortunadamente nadie entendía que con esa pregunta ella intentaba averiguar si ya había dejado de ser virgen, evento que para mí parecía alargarse dolorosamente.
Sé que no lo hacía con la intención de provocarme, es más creo que para ella pasaban desapercibidas mis miradas  inquietas  y el placer que me generaba con el más sutil roce de su cuerpo,  mucho menos podría intuir, que se había convertido en  la mujer de mis sueños, de mis húmedos sueños…
Una tarde  mientras mi madre y  mi tía Amanda  platicaban en el porche,  a pocos metros yo me aburría jugando a la pelota a con Pamela, mi primita,  esa mocosa era una latosa, pero que más daba sino hacer monerías hasta agotarla para que se cansara de ser mi sombra, en esas estaba corriendo de un lado al otro, cuando alcancé a escuchar parte de la conversación de las mujeres.
_Luisa que exageración!! Que leo sea tímido y no haya tenido novia no significa que sea gay!!
_Baja la voz!!! No quiero que nos escuche, ayer hablé con su maestra, me comentó que Leonardo tiene dificultades de integración, al parecer ha sufrido vejaciones en varias oportunidades e incluso sus compañeros se mofan de él acusándolo de ser gay
_Joder!! criaturas malparidas!!
_Según su orientadora pudiera desencadenar en una crisis depresiva, por lo que recomendó  profundizar el dialogo  e incluso consider la posibilidad de buscar ayuda psicológica
_Pobre mi Leo, las que debe estar pasando…
_Amanda, tú crees que de verdad Leonardo…sea homosexual?
_Estee…supongo que no Luisa,… Leo es un chico introvertido, y ya sabes cómo los muchachos con su perfil son víctimas de acoso
_El cielo te oiga, creo no soportaría…
_Qué es lo que no soportarías? que tenga una orientación sexual diferente? vamos hermana, que criterios más absurdos, lo que debería preocuparte es su estado emocional y  por ultimo!!!  si Leo es gay pues al menos deberíamos hacerle sentir nuestro apoyo, no crees?
No pude seguir escuchando, me sentía herido en mi amor propio, menoscabado en mi integridad, no tenía ni tengo ningún tipo de discriminación , es más pienso que todos somos libres de emparejarnos con quien se nos de la real gana,  pero a esa edad fue doloroso asimilar que alguien pudiera tan solo dudar de mi hombría.
Aparté bruscamente a Pamelita y en mi intento de huir  maltraté su indefenso cuerpecito; el lloriqueo de la chiquilla alertó a Amanda, pero no me detuve, era mayor mi necesidad de estar solo.
Me encerré en mi habitación, eran  demasiados  líos,  demasiados miedos, demasiados fantasmas que me atormentaban como para contener las lágrimas que  amenazaban con desbordarse por mis lacrimales.
Los hombres no lloran!!…los hombres no lloran!!! Me repetía a mí mismo, mientras encrespaba los puños  contra la pared, tratando de agredirme físicamente para reprimir mi  rabia; pero era tan grande la impotencia  y la necesidad desahogarme que no pude resistir más y me tumbé sobre la cama sollozando.
Hubiera querido que nadie me viera así, pero para mí pesar o  más bien para mi fortuna,  Amanda  se había percatado de mi estado y había ido tras de mí.
_Que sucede Leo …que tienes?
_Nada, no pasa nada respondí, limpiándome la nariz en el antebrazo
_Nada?? Me abres la puerta a regañadientes, te tiras en la cama, estás  llorando y no pasa nada??
_Nada en lo que puedas ayudarme…
No hizo más preguntas, pero  se sentó a mi lado deslizando cariñosamente sus dedos en mi cabello. Desde que era un niño solía hacer eso para consolarme, pero  Amanda no asimilaba que yo ya era un hombrecito y que a esas alturas había otro tipo de inquietudes que ella despertaba.
_Ven cielo, recuéstate aquí…murmuró señalando su regazo
Le miré a los ojos  y luego bajé la vista a su piernas, al estar sentada la falda se le había subido mostrando los muslos más bonitos que había visto, demoré unos segundos en apartar la vista de aquel maravilloso espacio de su cuerpo que normalmente me era vedado y extrañamente  algo dentro de mí se agitó.
Me instó a recostarme sobre sus piernas, muchas veces cuando era más chico, me había dormido en su regazo, sin sentir ese cosquilleo que ahora se esparcía en mis genitales, y sin ser consciente de mi estado de fascinación ella continúo acariciando dulcemente mi cabello.
_Tranquilo chiquito…todo estará bien…
Quise gritarle que ya no era un niño, que me había convertido en un hombre, en un hombre con los huevos en su sitio, que me excitaba con el solo rasquetear de sus uñas en mi cabeza, pero no podía darme el lujo de arruinar mi mejor momento con ella y  callé…callé una vez más…
Cuánto poder tenía esa mujer sobre mí, en cuestión de segundo me hizo olvidar toda mi rabia, y me elevó a  otra dimensión, elevó mi alma, mis deseos, joder!!  elevó por completo mi miembro…
Era maravilloso  lo que estaba viviendo, tenía mi rostro a unos centímetros de su pubis y hasta mi nariz llegaba un aroma hasta ese momento desconocido, olía a mujer, olía a coño. Respiré intensamente, esto no era comparable a pajearme pesando en ella, la tenía para mí, aunque tristemente lo único que podía hacer, era exhalar profundamente intentado calentar su sexo con mi aliento; estaba en la gloria, pero más rápido que tarde, su voz distrajo mis ensoñaciones
_Leo, nos escuchaste verdad?
Asentí con la cabeza
_Porque nunca me dijiste… sabes que yo te apoyaría en todo
_No soy gay!…si es lo que quieres saber
_Me tiene sin cuidado que lo seas o no, más bien me refería a…
_No lo soy!!.. Me asustan las chicas…me..me ponen nervioso…pero no soy gay!!!
_ok cielo ok,  pero explícame cómo te sientes? déjame ayudarte
_No lo sé tía, es que a veces no sé qué decir, me trabo y todos se burlan
_Ohh amor…sé que no me vas a creer lo que voy a decir,  pero es un etapa normal, poco a poco  vas a ir superando tus miedos…por cierto  conmigo estas muy a gusto y también soy una chica  no?
_Sí tía, una chica …muy hermosa dije casi asombrándome de mi osadía
_Jajaja mira nada más que bien galanteas…así que te parezco hermosa Leo?
_Si, tía…eres la más linda de todas, respondí algo más seguro
_Jajaja por eso eres mi consentido!! respondió estampándome un beso en la mejilla y por cierto… que es lo que más te gusta de mí, pequeño?
La contemple unos segundos, probablemente no se hubiera oído bien que respondiera tus tetas, tus piernas o tu culo, así que con una media sonrisa respondí:
_Tus ojos tía los tienes dulces y hermosos
_Vaya! pensé que dirías otra cosa, pero  es bueno saber que mi sobrinito es un encanto
_Otras cosas … también..ttambien las tienes lindas …dije a medio trabar
_Mmmm ya me di  cuenta …no has dejado de mirármelas, tendré que coser un botón más en mi blusa respondió sonriente
_Lo siento pero, es que… nadie las tiene como tu…
_Mi bien no exageres, tus compañeras deben tenerlos hermosos
_Sip, pero los tuyos son grandes, y siempre están despiertos
_Despiertos? como es eso?
_O sea que siempre están con las puntas de pie
_Ahh los pezones…
_Si,  los pezones, y se notan a través de la ropa… porqué siempre los traes levantados?
_Jajaja querido  hay cosas que es mejor no responder…Leo, nunca has visto unos? digo.. desnudos?
_Estee..no..bueno sí.. pero en la compu
La mirada de mi tía se volvió extraña, yo era un muchacho inseguro, pero no tonto y pude notar cierto brillo especial en sus ojos, no sé si le cautivó mi inocencia, o si quería ponerme una prueba de fuego para que demostrara mi hombría, lo cierto es que me hizo un ademán para que me levantara de su regazo. 
Me situé  frente a ella y para mi total asombro,  zafó tres botones  de su blusa mostrando  sus senos sujetos por un brasier blanco.
Clavé mi mirada en ellos, eran grandes y turgentes, varias pequitas oscuras salpicaban su piel blanca, y la media copa permitía  avizorar  una aureola sonrosada; llevó sus dedos hacia ellos y con el índice los alzó ligeramente por encima del sujetador de forma que pude ver sus pezones endurecidos. Aquel espectáculo fue suficiente para sentir como mi pene dentro del pantalón se revolvía furioso, increíblemente tenía para mí los pechos de mi tía Amanda al desnudo, que más podría pedir.
Una lava ardiente recorría por mi cuerpo y comencé a transpirar copiosamente,   mucho más cuando saliéndose de toda lógica, mi tía murmuró:
_Quieres tocarlos?
Creí haber entendido mal, ni en mi mejor paja imaginé aquello,  pero Amanda sin esperar una respuesta, tomó mis manos y las colocó sobre sus senos dejándome sentir su calor. Aquello era el paraíso, palpaba sus tetas algodonadas  que respondían a mi tacto hinchando sus pezones oscuros, mientras en el centro de mi cuerpo se  levantaba airosa mi hombría.
Un ligero suspiro de mi tía me hizo buscar sus ojos, y justo en el momento en que nuestras pupilas habrían de encontrarse, ella volvió a gemir entrecerrando sus párpados. Aquello me supo a gloria, tan solo con mis caricias había hecho gemir a una mujer, a una mujer hermosa.
 Continué apretando sus pezones haciéndola estremecer, al punto de que sus mejillas se sonrojaron, pero recuperando un poco la cordura, se apartó de mí susurrando:
_Ahora ya sabes, cómo son los pechos de una mujer…
Le sonreí agradecido, la experiencia duró escasos segundos, pero era lo más sexual que había tenido en mi vida, ni que decir que ni bien salió de mi habitación llevé mis manos a mi bragueta.
 A partir de aquel  día nuestra relación tomó otros tintes, la deseaba más que nunca y ella aunque fingía  no notarlo, sé que disfrutaba perturbándome; sin embargo pasaron un par de semanas para que  volviéramos a extralimitarnos.
Teníamos  la costumbre de hacer cenas compartidas, al menos los fines de semana. En esa ocasión mamá y ella se turnaban el quehacer, mientras yo entretenía a Pamela, lo cual me permitía admirarla con tranquilidad. Se había duchado y su cabello  húmedo caía sobre su torso  transparentando la blusita blanca  que develaba sus pezones oscuros. Giró para tomar algo de la alacena y  pude notar que su pantalón de estrellas azules  se le metía deliciosamente en la cola, joder que era preciosa, aun enfundada en su pijama. Devoré sus posaderas buscando las marcas de sus braguitas, pero evidentemente no las usaba puesto que a más de no notarse ningún elástico, se  dibujaba perfectamente su coñito, demás está decir que hasta el hambre se me quitó.
Pese a ello, la cena transcurrió con la normalidad del caso; al terminar mi madre llevó a su habitación a mi prima a ver películas, mientras mi tía terminaba de arreglar la cocina.
_Anda Leo, ayúdame, que  con los codos en la mesa no resultas de provecho;  yo enjabono y tú enjuagas  la vajilla
_Claro tía… lo que digas
No sé qué pasó por mi cabeza, ni de donde agarré valor, seguro fue efecto de haber fantaseado toda la cena con  su pijama de estrellas, lo cierto es que  al pasar junto a ella,  me pegué más de la cuenta y rocé su trasero con mi miembro, ella no dijo nada, solo se hizo ligeramente hacia adelante y volteó a verme desconcertada
_Lo..lo siento.. es que… la cocina es demasiado chica dije nerviosamente
Debí sonar estúpido porque ella soltó una carcajada alegando:
_Chica? Por favor Leo, aquí hay espacio para un batallón!!
_Es que casi tropiezo _mentí _ pero igual…. lo lamento
_Mmmm de verdad lo lamentas muchacho?
_…Estee… si… si claro…
_Amor, en la vida no hay que arrepentirse de lo que se hace, todo puede dar lugar a algo bueno dijo acercándose lentamente hasta casi rozarme con sus tetas
Verla tan resuelta, tan deliciosamente provocativa, ocasionó que mi respiración empezara a agitarse y los colores se me subieran al rostro
_Te gusta Leo? te gusta que este tan cerca?
_Ohh tía…me gusta..me gusta demasiado…
_Asi?  o más cerca, chiquito? dijo aplastándolas contra mi pecho
_Más tía…maas….todo lo cerca que quieras…respondí en medio de un suspiro
_Estás temblando mi bien…te asusta  tocarme?
Ya no respondí, ella había abierto un camino que yo no estaba dispuesto a desaprovechar, y dejando mis miedos en el lavadero, torpemente introduje mis manos dentro de su blusa
Ascendí por su cintura lentamente, hasta llegar a sus senos, no podía creérmelo, nuevamente acariciaba las tetas de mi tía, otra vez esos pezones oscuros estaban entre mis dedos, pero ésta vez no me iba conformar con estrujárselas, esta vez quería probarlas, atraparlas con mis labios…
Casi con desesperación, le levanté la blusa  y antes de que pudiera detenerme, acerqué mi boca a sus pezones, mientras ella susurraba:
_Espera Leo espera…ahhh…tu madre..puede entrar tu madre..ahhh
_No tía.. no me dejes así otra vez…no, por favor…supliqué
_Mi bien ve…ve a tu habitación…ve que ya te alcanzo
_Lo prometes tía? de verdad vas a ir…dije lamiendo sus pezones
_Ahhh….sí..sí.. le diré a tu madre que …que te voy a ayudar en las tareas…ahhh
Me desprendí de sus preciosos senos, y corrí a mi habitación a esperarla, cada dos minutos sacaba la cabeza por la puerta ansiando verla llegar,  hasta que al fin las luces del pasillo se apagaron lo que me hizo suponer que se acercaba.
Bastó oír sus pasos para que mi pene se enderezara, no tenía claro lo que iba a pasar, pero sabía que sería una noche inolvidable para mí
Me arrimé contra el espaldar procurando que no notara que temblaba como una hoja, ella se acomodó a los pies de la cama
_Siempre la tienes así? pregunto señalando la erección que se dibujaba en mi pantaloneta
Algo avergonzado respondí:
_Siempre..siempre que pienso en ti
_Y eso   es muy seguido Leo?
_Sí…todos los días, se levanta por ti …
_Mmmm y que haces para que se te baje pilluelo?
_La toco… la toco mucho
_.Amor dime algo…  aun eres virgen verdad?
_Sí, ssi  tía, pero me gustaría dejar de serlo…
_No comas ansias amor, ya tendrás una novia
_Y si tú…
_ Ay cielo, esto más complejo de lo que parece, coño!!! sé que nos hemos toqueteado un par de veces pero no dejo de ser tu tía
_Eso significa que estás… confundida?
Sí, Leonardo tanto como tú
_Yo no estoy confundido Amanda, sé lo que quiero, sé lo que me gustaría contigo…
_Oh mi chiquito..a que te estoy induciendo
A nada tía a nada que yo no quiera
_Es que…
_Por favor, no pienses en nada, solo enséñame tía..enséñame a ser hombre…
Me miró con esos ojazos claros y hermosos llenos de  infinita ternura,  me besó la frente y nos quedamos unos segundos abrazados
Con mi rostro en medio de sus tetas sentía el palpitar de su corazón, el mío también bombeaba fuerte al igual que mi miembro encerrado en mi pijama. Tras unos segundos ella fue quien rompió el silencio:
Leo que parte de mi cuerpo te gusta más?
_Tus senos tía, tus senos, más cuando andas por la casa sin sujetador
_Lo supuse, siempre me los miras…has soñado con tocarlos?
_Si tía, todas las noches…
_Con besarlos?
Siempre …siempre
_Y has imaginado poner entre ellos tu…
_Ohhhh tía….tía…gemí apretando mis puños
Sus insinuaciones ocasionaron una corriente en  mis testículos y queriendo retener la sensación de goce pase mi mano por mi entrepierna cerrando los ojos con fuerza
Al abrirlos, una imagen de ensueños  hirió mis pupilas, la tenía frente a mí, se había despojado de su blusa y su cabellera castaña caí sobre sus pechos desnudos, su escueta cintura adornada por un pequeño ombligo atraía la mirada  una cuarta más abajo en donde brillaba el  tatuaje de una mariposa con las ala abiertas… así era ella una mariposa de alas abiertas, una mariposa de fuego que jugaba con mis ganas…                                                                            
Decidida me despojó de  la pijama, sus yemas  acariciaron  la rugosidad de mis testículos, haciéndome erizar; mi pene en total erección segregaba los primeros líquidos que junto a su saliva formaron el bálsamo que permitía que su tetas  se mecieran desde la base hasta el prepucio en una magnifica paja. Creí que eso era demasiado para mí, pero el mundo se me vino encima cuando su lengua inicio la estimulación de mi glande, para continuar engullendo mi miembro, hasta casi chocar contra mis huevos, joder!! , hubiera querido hundírsela por horas pero bastó que mi pene desapareciera en su boca un par de veces, para darme cuenta que no necesitaba nada más para correrme.
Fuertes contracciones en la base de mi miembro me anunciaron que era inminente mi llegada, mi explosión atravesó en segundos la extensión de mi pene, estremeciendo todo mi cuerpo, y un chorro blanquecino se desparramó por sus comisuras…me había corrido…me había corrido en su boca!!
_Ahhh..lo siento…todo fue tan..tan.. rápido
_No te preocupes amor ya irás tomando práctica, murmuró terminando de limpiarme con una servilleta de papel
_Gracias ..fue increíble…. solo me siento mal de que no pudiera aguantar para responderte
_En verdad crees que no puedes responderme? ….Ven acá muchacho
Sentí sus labios por primera vez en un beso apasionado y mientras nuestras lenguas se agasajaban condujo mis manos a sus tetas, los suaves masajes  y la estimulación de los pezones la excitaba
_Asii. Amor…sigue…vas bien
Yo no respondía solo disfrutaba oyéndola gemir
_Ahhh… ahora bésalos amor, succiónalos fuerte …duroo …
Perdí la noción del tiempo entre sus tetas, y solo  dejé de chupar sus pezones  cuando ella separando sus muslos me invito a descubrí sus genitales.
Casi temblando metí mi mano por la fina tela de su pantalón, eso fue como entrar al paraíso;  una ligera vellosidad en su pubis me  incitó a descender hacia sus labios, hallándolos  maravillosamente húmedos
Al menor movimiento de mis dedos, Amanda se estremecía, lo que me hizo deducir que si quería complacerla no debía sacar mi mano de allí.
_Amor….toca ahí!!!!. justo ahí!!!!
_Es tu clítoris?
_Sí cielo, siiii, muévelo…
_Así está bien?  Más rápido?
_Sí amor, sí… de izquierda a derecha…sigue…siguee
De un tirón retiré su pantalón pijama, y halándome   de los cabellos me atrajo a su sexo.
No cabe duda que el instinto lo lleva uno en la piel, bueno en éste caso en la lengua, pues con ella le di todo el placer que quería darle con mi sexo, y mientras me comía cada pliegue de su vagina, acariciaba su trasero divino
Su respiración empezó acelerarse, y sus movimientos de pelvis se hicieron  más bruscos llegando incluso a golpearme el rostro; un gemido profundo acompañado de  continuos estremecimientos me dejaron la satisfacción de saber que ella también se corrió…
Se recostó en mi pecho y nos volvimos a llenar de besos,  pero la vocecita inoportuna de Pamela al otro lado de la puerta nos hizo espabilar
_Mamaaa..mamá..abre!
_Ya linda, ya, dame un segundo, respondió mientras buscaba su pijama
Inmediatamente nos vestimos armé un regadero de libros en la cama y Amanda se levantó a abrir la puerta
_Mamaaá
_Qué pasa chiquita porque tanto escándalo?
Es que mi tía Luisa ya se durmió y quiero estar  con ustedes… que hacían?
_Ah…enseñaba a Leo a hacer sus tareas amor, respondió dedicándome un guiño de ojos
_Y por qué mejor no vemos una peli?
_Porque ya es hora de irnos a la cama nena, ya es tarde
 _Mañana no hay clases y Leo puede venir con nosotras
Siempre he dicho que mi primita era una latosa pero aquella noche me provocó caerle a besos por tan esplendida idea
_Cierto tía aún es temprano, podríamos…
_Mmmm nada de  eso ya es hora de  dormir muchachos, Pame ve  a recoger tus juguetes
La chiquilla salió corriendo en dirección a la habitación de mi madre, lo cual dio oportunidad para que mi tía y yo nos despidiéramos
_De verdad no puedo ir con ustedes? insistí
_Y como para qué? respondió algo coqueta
_Estee.. pues digamos que me pareció buena la idea de Pame
_Mmmm pues en vista de que mañana es domingo, podría dejar que la acompañes un rato
_Y tu estarás?
_No Leo, prefiero descansar
_Ahhh ya veo,  entonces… creo que mejor me quedo              
_Jajaja tan rápido se te quitaron las ganas de ver películas? O en realidad tenías otras intenciones pilluelo?
Sintiéndome descubierto le regalé una sonrisa
_En realidad lo que me importa es estar contigo…
_Mmmmm pues da la casualidad de que aún no tengo sueño
_Genial!!!Dame dos segundos y voy contigo, solo me pongo las zapatillas
_No cielo, debo recostar a Pamela…si aún estás despierto cuando apague las luces, podríamos charlar un rato…
_ Claro tía,  estaré pendiente, por nada del mundo me dormiría esta noche
Ella sonrió,  pese a que supongo que no le faltaban pretendientes, intuyo que le gustaba provocar mis estados de euforia, y no solo eso, sino que además se complacía en ser la causante de que poco a poco mi timidez empezara a quedar en el limbo.
Ya había transcurrido casi una hora, desde que se fueron a su departamento, desde el ventanal de la sala pude notar cuando las lámparas  se apagaron quedando una tenue luz que provenía de la habitación de mi tía, mi corazón latió  emocionado  y antes de escapar por la puerta trasera, di una vuelta  por la habitación de mi madre que afortunadamente dormía con placidez.
Como acordamos, mi tía había dejado la puerta principal abierta, y llegar a su recámara fue cuestión de andar a con algo cuidado debido a la escasa iluminación; pero pese a mis precauciones no pude evitar dar un tropezón contra una mesilla que traqueteó como si se desbaratara
_Auchh!!! mierdaa!!!!! Proferí, agarrándome la canilla y dando un par de brincos
_Que pasó amor?’ que bullicio es ese?
_Nada importante tía, choqué contra esa mesa
_Ay cielo! es mi culpa, debí dejar al menos una luz encendida
_Tranquila, ya está pasando
_Ven amor, en mi velador tengo un ungüento, ya verás que en breve te pasa el dolor
Entramos a su habitación me recosté en la cama y  pese a que ya casi no sentía ninguna molestia, dejé que me mimara con sus cuidados
_Aun Duele mucho?
_No tía, nada más un poquito
_Sigo?
_Sii…un poco más…
Sus manos inquietas empezaron a desplazarse desde la rodilla hacia el muslo, provocándome más de un estremecimiento, mucho más cuando sus finos dedos avanzaron hasta llegar a hurgar  la zona cercana a mis ingles
_Te gusta?
_Ohhh tía…sii…
 _Dime cuánto te gusta, dímelo
_Me gusta…me gusta demasiado…me excitas tanto
_Lo suficiente como para ponértela…dura?
_Dura…muy dura… nadie me la pone así, nadie me la pone como tu…
Sonrió complacida, y esta vez agarró de lleno mi miembro que ya estaba en total acción, aquello era fabuloso,  sentía que tenía la fuerza de un toro concentrada en mis genitales, y Amanda no paraba de tocármela.
Sabía lo que vendría en breve si ella no dejaba de acariciarme, pero esta vez no estaba dispuesto a pasar la vergüenza de correrme en segundos, así que la tumbé en la cama, y fui yo quien se dio el lujo de besarla.
Retiré la blusita de tirantes, y divagué por su cuello, las dulces caricias abrían  los espacios de su cuerpo, y allí entre sus sábana, saboreé cada pliegue, cada curva  y cada planicie de su cuerpo; pero mi sexo apretujado dentro de la bermuda clamaba por la oportunidad de penetrarla.
Terminamos de desnudarnos, y fue ella quien separó sus muslos  ofreciéndome  su sexo totalmente abierto e increíblemente húmedo; sin poder resistir más roce  con mi miembro sus labios, que parecían acoplarse a la suavidad de mis movimientos.
Fue difícil contenerme, sentía una imperiosa necesidad de hundirme en su sexo, y sujetando mi pene de la base, lo acomodé en la entrada desplazándome en su interior.
Que deliciosa sensación, nada es comparable a la humedad de una mujer, a  sentir como tu carne va abriendo paso, en ese túnel maravilloso que cede a la presión que ejerce tu verga, nada se compara a verla contorsionarse de placer mientras pronuncia tu nombre Joder!! con solo hundírsela un par de veces sentí que quería correrme.
_Amor ahhh aguanta mi vida…usa tus dedos …usa tus dedos!!!
Verla tan deseosa, despertó mi imperiosa necesidad de complacerla, y haciendo caso de sus clamores, usé mis dedos para estimular su clítoris mientras la atacaba con fuerza…
_Asiiii Leooo, asiii, duro amor… duroooo!!!
Gruesas gotas de sudor se formaban en mi frente, mientras estoicamente resistia las ganas de dejarme ir, ella suspicazmente giró su cuerpo, y sentándose sobre mí, dio rienda suelta a sus ganas de follar.
Su cabellera castaña, se agitaba sobre sus hombros, siguiendo el ritmo de sus senos que bricoteaban en cada metida, hasta que los espasmos de su vulva y sus líquidos regándose en mi pubis, liberaron también mi urgencia de correrme.
Se dejó caer sobre mi cuerpo; la sensación de haber compartido un orgasmo nos dejó plenamente felices, sin ganas de decirnos nada, pero totalmente felices.
Aquella fue mi primera experiencia sexual, después vinieron  otras, quizá mejores, quizá más intensas, pero ninguna con tanto candor, ninguna que me excitara tanto recordar y ninguna que  se marcara tanto en mi memoria….
Amanda fue un ángel en mi vida, que no solo me abrió las puertas de su cuerpo para el goce, sino que me enseñó a enfrentar la vida como todo un varón. Lamentablemente muestro tiempo juntos no duró más que unos pocos meses, pues al término de mi bachillerato, el sueño de mi madre de estudiar en el extranjero se le hizo realidad a través de mí, y pese a que yo tuve ciertas dudas en decidirme por esa opción, ambas  me impulsaron a aprovechar esa oportunidad.
No quiero recordar la despedida, tan solo decir que en la última noche juntos, me marcó con sus besos, y en la mañana después un  triste adiós, agarré un avión que me alejó de ella durante años.
Los primeros meses extrañaba mi país, mi familia, los amigos, hasta la comida ecuatoriana y la extrañaba a ella sobre todo a ella, pero el tiempo cura todo y en esos años de preparación académicamente, nuevos vientos llegaron a mi vida y nuevos amores me devolvieron la sonrisa. Aunque nunca perdimos contacto, Amanda pasó a ser parte de mis más hermosos recuerdos, y como es lógico, tanto para ella como para mí, la vida continuó…
El tiempo pasó, mi sueño de graduarme llegó a feliz término y trabajé un par de años antes de decirme a volver a mi país; es innegable que pese a estar en una buena situación,  llega un momento en que las llamadas, los mensajes, los videos no son suficientes, y yo necesitaba ver a mi familia, abrazarla, sentirla, así que decidí que ya era tiempo de regresar.
El reencuentro fue emotivo, el abrazo cálido de mi madre me hizo sentir que todo recuerdo triste estaba olvidado. Después volteé hacia mi tía, estaba radiante, tan hermosa como la recordaba, quizá algo más redondeada en carnes pero igual de bella, me quedé unos segundos contemplándola, quizá comparándola con la imagen que en mi mente guardaba de ella, pero la voz de mi madre me sacó de mis ensoñaciones
_Hijo, reacciona!  o pensaré que  la vida en el extranjero te ha cambiado, que es eso de quedarse impávido en lugar de abrazar a tu tía!!
_Madre como dices eso! mi tía  sabe cuánto la adoro!! solo que la noto tan linda que… bueno más bien las noto lindas a las dos dije intentando corregir mi metida de pata
_Tanto tiempo desde tu viaje Leo,  parece mentira que de nuevo estas aquí, ven acá  muchacho señalo mi tía tomando la iniciativa en abrazarme
Besé sus mejillas y la ceñí con fuerza hasta hacerle  faltar el aire, la apreté aún  más  contra mi cuerpo y nos quedamos varios segundos juntos, los suficientes como para que el recuerdo de su piel  inesperadamente volviera a inquietarme. Luego tratando de recuperar el control la sujeté por la cintura dando vueltas con ella
_Jajaja muchacho loco  aquiétate!!! que terminaremos rodando por el piso
Ante sus súplicas me detuve  y mirándole a los ojos susurré:
_Te juro que nada me gustaría más que eso…
_Qué dices?
_.Que nada me gustaría más que  terminemos rodando por el piso…
Amanda percibió mi doble intención, y se quedó estupefacta, joder!! que  yo ya no era el jovenzuelo timorato que se hizo hombre en sus brazos; había vivido, había recorrido mundo y era bueno que ella tenga claras las cosas.
Un toqueteo en mi espalda me hizo girar para ver de quien se trataba
_Y a mí no me vas a saludar primo?
_Pamelita!!!! Mira que grande estas, ven acá princesa!!
Abracé a mi prima con ternura, atrás habían  quedado los tiempos en que la pequeña de trenzas rubias y vocecita chillona jugaba a ser mi sombra, ahora era una jovencita hermosa como tía Amanda; no cabía duda que las mujeres de mi familia había sido bendecidas con un encanto particular.
Se me colgó del cuello emocionada
­Te extrañe tanto primo!!!
_Muuuy comprensible, de seguro no tenías a quien robarle monedas, le dije en son de broma mientras la abrazaba fuertemente
_Jajaja verdad!!, además no tenía a quien perseguir todo el día, quien me compre golosinas, y quien me lleve a pasear, ahhh y quien juegue a la pelota conmigo!!
_Jajaja pequeña, tan lindos recuerdos. Te extrañe linda, las extrañe demasiado.
Volver a adaptarme  a mi familia fue relativamente fácil, mi madre con los años se había vuelto más afectiva, mi prima  se había convertido en una jovencita encantadora, solo mi tía parecía no haber cambiado seguía siendo para mis ojos increíblemente sexy.
Como decía, nada parecía haber cambiado, continuaban viviendo en la misma edificación,  compartiendo las cenas de fin de semana, mi tía seguía cocinando delicioso y usando las delgadas pijamas sin sujetador  y para no variar sus tetas seguían volviéndome loco.
Honestamente yo creí que ese capítulo de nuestras vidas se había cerrado, pero el hecho de mudarme con mi madre una temporada, hasta encontrar mi propio espacio hizo que forzosamente volviera a tenerla cerca, y todas las emociones que  antes de volver a verla, creí dormidas, empezaron a despertar, solo que esta vez yo estaba dispuesto a torcer el destino a mi favor.
Los primeros días fue imposible estar a solas con ella, pues a más de tomarme unas merecidas vacaciones, me la pasé de visita en casa de otros familiares, sin embargo no perdía oportunidad de mandarle al menos algún mensaje, que le mostrara que pensaba en ella.
Cuando todo empezó a normalizarse, empezamos a compartir las cenas, Pamela solía pedir que les relate  episodios de mi vida, así que varias noches nos quedamos los cuatro charlando amenamente después de cenar. Una de esas ocasiones, mi madre debido al cansancio se despidió  temprano y Pamela siendo que era fin de semana salió a distraerse con sus amigas, quedándome al fin a solas con tía Amanda.
_Amanda…Amanda…sigues tan hermosa como antes, señalé acariciando los nudillos de su pequeña mano
_Gracias querido, veo que sigues siendo gentil respondió retirándola con suavidad
_Necesitaba hablar contigo a solas, todos estos días ha sido casi imposible tener un minuto de paz
­_Es cierto Leo, pero entiéndelas están emocionadas de tenerte de nuevo en casa
_Y a ti Amanda, también te emociona verme?, porque la verdad te siento algo distante
_Que dices Leonardo, por supuesto que estoy feliz!!, eres mi sobrino y sabes bien que te extrañamos
_Preferiría que hablaras en singular, el te extrañé me gusta más que el te extrañamos
_Jajaja que dices muchacho acaso no significa lo mismo?
_No tía, de ninguna manera y sabes bien a lo que me refiero
_No, no sé a qué te refieres exactamente, pero en fin, ya hablaremos en otro momento creo que es mejor ir a descansar
_Huyendo no solucionas nada Amanda, tenemos una charla pendiente
_Será en otro momento ahora yo…tengo algo de cansancio
_Cansancio, miedo o nerviosismo tía? porque casi te veo temblar murmuré volviendo a sujetar su mano entre la mía
_Leo si te refieres a…
_Si tía, justamente a eso, a lo que un día tu y yo sentimos, a lo que vivimos, a nuestra historia
 _Ya no tiene caso Leo, las circunstancias han cambiado
_Lo único que sé, es que estás casi temblando y eso me hace pensar que aun sientes algo por mí; no creo equivocarme Amanda, tus pezones se han levantado… creo que ellos si me han extrañado
_Leo… yo…
_No digas nada mujer
_Por favor escúchame…
_Ya no la dejé hablar, mis labios se unieron a los suyos y ella poco a poco respondió a mis besos abriendo la boca, permitiendo que nuestras lenguas se vuelvan a encontrar. Nos besamos intensamente, y luego tomándola de la mano la arrastré a mi habitación
Me quité la camisa y le arranqué el brasier; sus tetas aunque menos altivas, seguían  siendo hermosas,  al punto que se me antojaba agarrarle de las caderas y penetrarla hasta cansarme, pero preferí llenarla de besos  y estremecerla con caricias. Al son de comernos a besos, la atraje hacia mí y paso a paso la orillé hasta rodar por la cama, ella abrió sus piernas entrelazándolas a mi espalda, lo cual me permitió hacerle sentir a través de la ropa toda la potencia de mi miembro.
 Mientras nuestros cuerpos tibios se restregaban buscando más acoplamiento, abrí la boca sobre sus senos, chupandolos con ansias. Sus tetas en mi rostro me excitaban tanto que no paraba de comérselas, de morder y lamer sus  pezones, volteaba  de una a otra haciendo que gima de placer; la verdad es que me gustaba tanto  incitarle que hubiera podido pasar horas allí, pero el resto de su cuerpo también pedía ser atendido.
Entre beso y beso nos liberamos del resto de la ropa, ávidamente tomé el camino de su  abdomen hacia la pelvis, aspirando el suave  olor de su pubis que se hallaba cubierto por una finísima alfombra de vellos, descendí mi lengua unos centímetros hasta los pliegues de sus labios, y sediento de ella bebí los líquidos que empapaban su coño. Amanda respondía a mis requerimientos abriéndose toda, y buscando  desesperadamente la inserción de mi miembro.
Mientras lengüeteaba sobre su clítoris, la penetré con mis dedos, su sexo mojado facilitaba el movimiento circular con el que estimulaba su vagina en constantes meneos de entrada y salida. Ella deliraba en mi brazos y eso me generaba aún más placer.
_Te gusta amor te gusta lo que te hago?
_Ohh Leo..Leo.. me gusta ahhh
_Cuánto linda….cuánto te gusta?
_Mucho.. demasiado… dámela… dámela de una vez
_Claro que te la doy  mi vida  si me encanta follarte, solo quiero que me la pidas como se debe
_Joder!!! que me la metas!!! fóllame!! folla a tu putilla
_Así mamita así…date vuelta que  te voy a dar  lo que te hace falta
Nuestras frases se volvían fuertes pero ambos parecíamos disfrutar liberándonos, era  nuestro reencuentro y no se nos antojaba el sexo dulce de antes, queríamos sexo crudo. Coger…tirar… follar…
Ella misma se puso en cuatro ofreciéndome sus entrañas, y yo enloquecido la agarré de las pechos mientras me juntaba a su trasero. No resistí más las ganas de tenerla y  ubicando mi pene en su entrada  me desplacé lentamente por su abertura.
Amanda gimió mientras la prolongación de mi pene llegaba a lo más profundo, luego placer mucho placer. Los movimientos de nuestros cuerpos amándose desenfrenados, nos llevaban a otra dimensión en la que yo procuraba resistir a muerte para satisfacerla. 
Empujé mi cadera sin detenerme, con furia, arremetiendo contra aquel sexo cálido que ahorcaba mi pene produciéndome infinitas sensaciones de placer, hasta que en total agotamiento Amanda  dejó caer su pecho en  la cama, mientras convulsionaba y gemia enloquecida. Nada podía satisfacerme más que su linda carita orgásmica.
 Tumbándome junto a ella volví a comerle la boca y  descendiendo  por su espalda  eché mano a su trasero; luego de unos cuantos morreos, mi tía se ubicó entre mis muslos, y se dio a la insuperable tarea de comérmela, sus labios carnosos se ajustaban al grosor de mi miembro succionando mi glande y tragando buena parte de mi instrumento. Era un encanto verla tan engolosinada, subía y bajaba acelerando y luego disminuía la intensidad para volver a atacar. No pude más,  el impacto de sus ojos fijos en los mios mientras me la chupaba, fue el detonante que hizo que  llegara no solo a eyacular sino a expulsar parte hasta de mi alma…
Después de unos minutos de descansar abrazados, nuestros cuerpos buscaron más caricias. Nuevamente  me deleité en sus genitales solo que esta vez,  agité mi lengua desde las comisuras de sus labios  hasta bordear su orificio mas intimo
Sus gemidos se incrementaban a medida que mi lengua estimulaba sus pliegues. El suave masaje en su clítoris le hacia abrirse permitendo que uno de mis dedos iniciera el juego de inserción en su esfínter, pero pese a estar muy excitada tensaba sus glúteos impidiendo mayores avances.
_Ohhh Leo.…duele…ahhhh…duele…
_Amor tranquila ..solo relájate…
_ Leo…no lo sabes pero..es que nadie ha estado ahí…
_Tranqula amor ..confia en mi, iremos despacio
_Ahhh…no..no estoy…muy segura..i
_Tía,  hace unos años tu me enseñaste a amar, ahora deja que sea yo   quien te enseñe…
Mis ultimas palabras terminaron de convencerla,  la conduje suave sin presionarla; acaricié su cabello, su espalda, su  trasero, volviendo una y otra vez a su boca que respondia con desenfrenados besos profundos; pero fue la  estimulación de sus senos, el punto máximo de calentura que la hizo ceder a  mis deseos de ponerse en cuatro.
Me ubiqué tras de sus caderas, hundiendo mi rostro en su cola; lubriqué su esfínter, masajeándolo con mis dedos, que a medida que ella se cedía se iban introduciendo en su interior. Continué estimulándola hasta que ella misma botando su cuerpo hacia atrás logró que mi miembro tomara posición.
Sin dejar de acariciar su clítoris, empujé la pelvis penetrándola con suavidad, abriéndome paso en sus estrechas paredes, ella gemía y a medida que me deslizaba en su interior, sus estremecimientos se hacían mas briosos y mis ataques más salvajes,  al punto de que fundidos en un vaiven de sensaciones explotamos en un orgasmo incomparable.
Agotada recostó su cabeza en mi pecho y yo respondi acariciándole la mejilla. Despues de unos minutos de quedarnos en silencio Amanda musitó:
_Leo esto es una locura
_Sí, una locura hermosa
_Hermosa pero igual  debemos dejarla
_No digas nada  mujer, porqué te gusta complicar las cosas? nos gustamos, nos deseamos, ponle el nombre que quieras, amor, pasión deseo, ganas, lo que sea; pero me gusta estar contigo
_Leo no sigas, sabes que tengo razon, ademas  hay algo que tú no sabes
_Por favor  Amanda no arruines el momento
_Es que …yo..yo…salgo con alguien entiendes? Sé que debi decirlo antes
No esperaba aquella confidencia, pero no perdí el aplomo y traté de minimizar lo que había escuchado
_Es lógico Amanda, si eres encantadora; de hecho también yo salí con otras mujeres, pero aún podemos intentarlo…
_Hombre, como dices eso!! Se te olvida que soy tu tía, tu tía!!! ….además,  llevo más de un año con él, es un hombre que me ha dado paz, quizá no la pasión que tú me ofreces, pero a mi edad busco tranquilidad, busco algo más que sexo, un hogar y eso es algo que jamás tendré contigo…
_Tía yo por ti…
_No amor, no digas nada, no es tu  culpa, son las circunstancias. Sé que mis acciones de hoy contradicen lo que digo y te pido disculpas  por ello pero…
_Tía, escúchame!!
_Leo no más… solo déjame, dejame ser ser feliz…a mi modo…
Su última frase  me partió el alma y la abracé. Un día me fui de su lado y  había llegado el momento en que la deje irse del mío.
  Terminó de vestirse, me miró dulcemente con esos ojazos claros y hermosos, y vi en ellos la sombra de su amor maternal
_Te quiero sobrinito
Le besé la frente y la volví a abrazar; en ese momento comprendí que nuestro afecto filial trascendía al deseo, aun así,  con la voz casi entrecortada susurré:
_Volveré a tenerte?
Dudó unos segundos que para mí fueron la luz  de la esperanza y en voz casi inaudible respondió:
_Sin preguntas Leo…sin preguntas…
Que significaba aquello? No lo sé…solo el tiempo da las respuestas…
Después de que salió de mi habitación subí a la terraza, el aire frio de la noche dispersaba mis pensamientos; llevaba cerca de una hora allí, cuando el portón principal se abrió, dando paso a la delgada silueta de Pamela. 
_Que horas son estas de llegar niña!!
_Ay primo!!!! ni siquiera es la media noche…daba una vuelta con unas amigas. Y tú, qué haces ahí?
_Contando estrellas dije burlonamente
_Jajaja vas a necesitar ayuda…ya te alcanzo
Subió a prisa los  graderíos y me estampó un beso en la mejilla
_Y a más de contar estrellas en que pensabas?
_Meditaba nena, meditaba  en mi vida, en  los asuntos que tengo pendientes; ya sabes cosas de adultos
_Mmmm pero se te nota algo triste
_No linda, no es tristeza, quizá solo es algo de nostalgia; la verdad es que soy un tipo realmente afortunado
_Ah sí? Y se puede saber porque?
_Porque la vida me ha permitido vivir cosas, que otros hombres  no tienen  oportunidad de disfrutarlas ni en sueños
_Mmmm eso tiene relación con una mujer cierto?
_Jajaja eres muy lista y demasiado curiosa
_Debió ser hermosa
_Bueno, pues sí, siempre he tenido la suerte de que se me crucen mujeres hermosas
_Jajaja Leo que humilde eres!!! Oye….y yo ….yo te parezco hermosa?
Aquella pregunta me desconcertó  porque  fue lanzada con una mirada  profunda e intensa
_Sí Pame, eres preciosa, siempre he dicho que las mujeres de mi familia son bellísimas, respondí evitando un comentario inadecuado.
_O sea que te parezco bonita, insistió de forma traviesa
_Mucho, mucho, pero… ya es hora de ir a dormir pequeña, respondí acariciando su mejilla
_Sí, tienes razón, buenas noches Leo
Se acercó lentamente, y al despedirse, en lugar de besar mi mejilla, depositó un suave beso en  mis labios
La sostuve de los hombros, buscando en sus ojos una explicación a la inapropiada caricia, pero sus labios se abrieron tan solo para confundirme más 
_Leo, no solo tú eres afortunado, las mujeres de ésta familia, también lo somos….
Me estremecí sin saber qué interpretar,  y en ese bendito momento en que nuestras pupilas se encontraron, me percaté que al igual que tía Amanda, Pamela tenía los ojos dulces y la sonrisa traviesa…
FIN
 
 PARA CONTACTAR CON LA AUTORA:
leonnela8@hotmail.com

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