Recomiendo la lectura de los capítulos anteriores para una mejor comprensión de la historia.

Volvimos a la casa de Julián un poco antes de la emisión de noticias por la radio, su mujer nos estaba esperando con unos cafés y algunas pastas sobre la mesa, nos sentamos y charlamos tranquilamente durante un rato pero no conseguí sacar ni una palabra a Julián de lo que me quería decir, el solo insinuaba que charlaríamos después de escuchar las noticias.

Instantes después escuchamos la conocida voz del presentador diciendo:

– Buenas noches, supervivientes. Noticias para todos, al ex presidente Obama se lo ha cargado un tipo del ku klus klan, al parecer caminaba con una panda de infectados y se cruzo con una pandilla de cazadores sudistas de gatillo fácil resultando muerto, comunicaremos cualquier cambio en su estado.

– Noticias más serias, las tormentas, los rayos y la refracción de los rayos de sol sobre las ventanas de los edificios, son varios de los motivos que provocan el incendio de las oficinas y viviendas, así como de los pisos altos y rascacielos, según investigaciones recientes han sido causas como esta las que están provocando incendios en las grandes ciudades, al no existir ya un cuerpo de bomberos en ellas, dichos incendios se extienden libremente por dichas urbes, se informa que la población infectada de dichas ciudades se está dispersando por todas direcciones, buscando nuevas fuentes de alimento.

– ¡Es importante! Repetimos ¡Es importante! Que todos los focos de supervivientes se preparen y si es posible fortifiquen, en espera de oleadas aleatorias de infectados hambrientos procedentes de grandes núcleos urbanos, si tienen radio de onda corta o medios de comunicaciones pónganse en contacto con los puntos seguros más próximos, a continuación daremos una lista de ellos así como la zona y localidades a las que apoyan, dentro de lo posible se avituallará con medicinas, comida, armas y municiones a las comunidades que contacten.

Dieron a continuación la lista de puntos seguros, así como la frecuencia de llamada para las emisoras de onda corta y ultracorta, nuestra zona pertenecía a punto seguro 4, respecto a comunicaciones no había nada que hacer, puesto que la emisora del cuartelillo del torreón debía haber sido saboteada por el difunto agente Peláez, pues solo recibía siendo imposible emitir nada.

También informaron que se ampliaban las emisiones radiofónicas y servicio de noticias a los días pares, independientemente de que día de la semana fuera, seguirían con el mismo horario es decir de Medianoche a 1,00, la situación se estaba poniendo peor con millones de infectados saliendo de su hábitat en las ciudades, desperdigándose por los campos sin posibilidad de controlarlos, podían aparecer por el pueblo en cualquier momento y su número podía pasar de 2 a 500 en pocos días, nadie sabía nada ni se podían prever sus erráticos y caprichosos movimientos.

Dieron la habitual información de la asociación de familiares de infectados, acerca del virus y como tratar a posibles infectados capturados, no había novedad respecto del comunicado anterior en el tema de tratamientos. Siguió la habitual información del tiempo para la semana entrante y un discursito del presidente del país, que pretendía levantar los ánimos a la población, pero este tuvo menos éxito que los malos chistes del principio de emisión.

El programa acabó Juana fue a acostarse y Julián se quedó con Toni charlando mientras bebían un brandy y se echaban un purito, hasta que se convencieron de que los ronquidos de Juana eran auténticos, entonces empezaron a hablar en serio de la idea de Julián, este dijo:

– Ya me olía yo algo raro, por eso te dije que bajaras hoy.

– A ver explícate ¿Qué has visto raro?

– Aquí en el pueblo ya hemos cazado esta semana algunas “piezas raras” anteayer un trajeado con su corbata y todo y ayer un tío con polo y pantalón de montar a caballo, parecía venir de un partido de hockey, como comprenderás no encajan demasiado bien en un pueblo pequeño como este.

– La verdad es que no encajan llevas razón, si vienen por la carretera nueva es normal que los veas tu antes que yo pues tu bloque les pilla más cerca, ¿entonces crees que ya están llegando?

– Sinceramente si, por eso le he dado vueltas a la idea de ir a Llo… ya sabes el pueblo grande que está a 30 Km de aquí.

– Si recuerdo que lo comentamos, pero será peligroso ¿y si nos encontramos de frente con los que vienen?

– ¡no lo sé! Solo estoy seguro de que sin comunicaciones, con las municiones y comida que tenemos nos apañaríamos, pero si empiezan a llegar “turistas” a mansalva se nos pondrá la cosa fea y nuestras posibilidades de salir de esto serán algo escasas, tenemos una posición sin muchas defensas y sin apoyo exterior no aguantaremos.

– Creo que llevas razón, ¿tu idea era acercarse al cuartel de la guardia civil de allí?

– Si claro y míralo por las dos partes, si no hay nadie o están fritos podremos coger algunas armas e incluso una radio, pero si están vivos pasaran nuestro aviso y nos pertrecharan por helicóptero, incluso se podrían llevar a los críos.

– Y si no podemos llegar ¿Qué hacemos? –Dijo Toni.

– También lo tengo pensado, llevaremos a dos personas con nosotros, Daniel trabajaba al lado de una tienda de electrónica en ese pueblo, según él sus vecinos no paraban de presumir de tener lo último de lo mejorcito allí, tu sabes forzar puertas así que entramos y eliges lo que necesitas para reparar tu radio, ó pillamos una mejor.

– Vale esa parte es factible ¿Quién es el otro y que propone?

– Sabes que en las afueras de Llo… hay un polígono industrial bastante grande, pues “El otro” es mujer y la conoces pues acabas de estar con ella, veras Mara se callejeo trabajando ese polígono un tiempo antes de venirse al club de aquí, me ha comentado que conoció un par de naves industriales donde se almacenaban los productos antes de distribuirlos, a sitios como los Días y al Correflur, estanterías larguísimas plagaditas de cajas de comida rápida, cajones de galletas, embutidos envasados al vacío, pastas y legumbres, briks de todo y latas de comida y bebida como para parar un tren.

– Si llevamos un camión no tendremos donde dejarlo a la vuelta, en tu parking no cabrá y si lo intento meter en la muralla me tirara la parte superior del portón, los infectados lo verán llegar e irán a por él, si pueden treparan y subirán a dicho camión, sinceramente no me apetece cargar con media tonelada de comida para que al final se la coman ellos por no poder aparcar.

– Ya lo he pensado Toni, llevaremos dos de los monovolúmenes que hay en el garaje, funcionan y están bien de motor y ruedas, salimos de aquí paramos a repostar y seguimos es fácil.

Discutieron un poco pero finalmente decidieron ir en un par de días, llevarían tres vehículos y serian en total seis personas, al llegar debían dejar a dos al menos vigilando mientras los demás cargaban, así la operación de carga seria más rápida y segura, por otra parte al llevar tres vehículos tenían posibilidades de traer una buena cantidad de cosas, aunque uno de ellos se averiase ó se perdiese de camino, los productos que encontrasen serian cargados en forma equitativa entre los tres coches.

– Resumiendo –Dijo Julián- que no llevaríamos todos los huevos en el mismo cesto, por si había que dejar uno y correr.

– Si eso quería decir.

– ¡Coño pues dilo en cristiano! aquí en el pueblo somos un poco bestias, pero recordamos los dichos populares y casi siempre llevan razón.

Siguieron afinando el plan, todos los que fueran pero especialmente los conductores, debían conocer las carreteras y senderos transitables hasta Llo…además de las calles del lugar para llegar rápido a destino, cargar y salir igualmente veloces, Toni estudiaría los planos de la zona que había en el cuartelillo pues al ser del servicio cartográfico del ejercito, eran extremadamente precisos, le hablo de Ceci y le pregunto si los farmacéuticos podrían hacerla unas pruebas, Julián quedo en discutirlo con ellos.

Finalmente casi a las cinco de la madrugada Toni decidió volver a casa, aun estaba oscuro y pensó que aquello le beneficiaria, subieron al tercer piso puesto que las ventanas del primero tenían barrotes y estaban cegadas, las del segundo se habían tapiado hasta dejar una estrecha tronera por la que disparar, por eso entraba y salía mediante una cuerda hasta el tercero directamente a la pequeña vaguada con su arroyito al fondo, la otra opción como ya sabemos era salir por el parking o por la puertecita pequeña al otro lado del bloque.

Se despidió de Julián y del tipo que hacia la guardia, lanzaron la cuerda y bajó por ella hasta el suelo, descolgándose el fusil lo empuño e inicio la vuelta a casa pero unos cien metros más adelante un chapoteo le llamó la atención, cautelosamente se asomo al pequeño terraplén y vio en el arroyo a un Infectado, evidentemente no era de allí pues desentonaba más que un pulpo en una tienda de hortalizas, era rellenito y vestía de ejecutivo excepto por la ausencia de chaqueta, la espalda de su camisa blanca le delataba claramente mientras intentaba subir la cuesta pronunciada del lado opuesto a Toni, esté a punto estuvo de meterle un tiro con su rifle con silenciador pero se lo pensó mejor, dándose cuenta que si le mataba allí ensuciaría de sangre el arroyo y si no lo sacaba se pudriría sobre sus reservas de agua, decidió que saliera él solito ahora que se podía mover así que cogió una piedra y se lo tiro a la camisa bastante fuerte.

El gordo se dio la vuelta mirándole, la pechera de su camisa blanca era toda un manchurrón de sangre coagulada, corría hacia Toni subiendo dificultosamente la pequeña cuesta de este lado, nuestro protagonista se giro andando para alejarle del arroyo sin apresurarse demasiado, cuando el gordo llego a la parte superior de la cuesta solo le separaban 50 metros de Toni.

Soltando un grito gutural el gordo se abalanzo corriendo contra el tío vestido de oscuro, se acercaba rápido ya le tenía le estaba cogiendo y estiro las manos para agarrarlo, deseaba morderle y masticar su cuello mientras el sabor cobrizo de la sangre caliente le llenaría la boca calmando su sed, justo entonces el tío de negro se giro y un fogonazo sin ruido broto de su cadera, el gordo sintió un golpetazo en la cara y un dolor tremendo en toda la cabeza seguido por una sensación de frescor en la nuca, luego simplemente cayó de bruces y sus ojos se apagaron.

Toni miro al gordo caído u menos de dos metros, estaba algo asombrado pues pensaba que le sacaba mas ventaja, desde luego no esperaba tanta velocidad de ataque por un tío así, gracias a dios llevaba el fusil empuñado al volverse, se dio cuenta de que el grito del gordo era respondido por otros más a su alrededor, así que extremó sus precauciones llegando lo antes posible a la arboleda, una vez metido entre los arboles le pareció ver sombras a su alrededor, se escuchaban también ruidos de arrastre y pasos cerca de donde estaba así que sigilosamente la cruzó, acercándose al borde de la misma que le permitiría ver su torreón.

En aquel momento una mujer de aspecto joven salió de la arboleda a unos 20 metros a su derecha, tenía pinta de pandillera y lucia un desgarrón en su cabeza a la altura de su desaparecida oreja, aquella visitante no le sonaba de nada estuvo tentado de ponerla un mote al igual que hacía con los habituales, pero ella no se dio cuenta de su presencia y siguió andando despacio, Toni la siguió con la vista y observó que la explanada delante de su hogar estaba siendo recorrida por varios infectados mas, se dirigían a la muralla y conto diez de ellos incluida la pandillera, permaneció un minuto agachado al lado de un árbol escuchando atentamente hasta que el susurro de pasos se alejo, saliendo de la arboleda otro hombre algo mas a la derecha que la chica pero en la misma dirección, es decir hacia el torreón y su muralla.

Se incorporo y encaro el cetme corto con silenciador empuñándolo firmemente, comprobó con el pulgar de la mano derecha que el selector de disparo estaba en tiro a tiro y levemente encorvado avanzo hacia su casa, los sentidos de Toni estaban alerta y su oído atento, la vista recorría toda la longitud del fusil desde el alza hasta la mira metálica, cuando estos elementos se alinearon con la cabeza del tipo que andaba delante presiono el gatillo una sola vez, se vio un fogonazo breve y aquel tío cayo sin un gemido, vario su rumbo algo a la izquierda y siguió avanzando hasta ver la cabeza de la chica, anduvo despacio tras ella y disparo cuando la tuvo a menos de diez metros, el tiro la entro por la nuca.

Se cargo a tres mas así, caminando tras ellos despacio y con el viento en contra tirándoles de cerca a la nuca, se pego a la muralla y la contorneo atento hasta encontrar la cuerda, subió y la retiró registrando el patio a continuación, entrando en la torre cerró la puerta y bajo a ver a Cecilia, esta seguía dormida y con expresión relajada en su celda así que la dejo allí tumbada y subió a llamar a Julián, diciéndole que ya estaba en casa y que efectivamente había gente nueva en el pueblo.

Se desnudó y para evitar que Ceci oliese a otras hembras, metió toda su ropa en la lavadora y la conecto tras revisar el combustible del grupo electrógeno, a continuación subió y se tomo una larga ducha en la se paso un buen rato enjabonándose, seguidamente puso el despertador a las 10 y se tumbo a dormir unas horas.

Durante aquellas horas escasas de sueño tuve pesadillas, soñaba con minas y trampas escuche la voz de mi maestro de escuela diciendo: Abrojos, Galias, Alesia, Cesar, Clavos. Finalmente el sonido del despertador me despertó sobresaltándome, quede sentado en la cama empapado de sudor contemplando el revoltillo de sabanas, había sido una pesadilla corta pero movidita.

Para despejarme tome una corta ducha y prepare el desayuno, baje a ver a mi Ceci que me esperaba ya desnuda cono cada mañana con la camisa colgada de los barrotes de su celda, me miro con ojos de cabreo por dejarla sola la noche anterior e incluso me gruño un poco al acercarme a la puerta, mi sistema para calmarla era hablarla, lo había estado desarrollando durante unos días y funcionaba bien, la miraba con expresión de “soy bueno y no he hecho nada malo” y comenzaba a explicarla cosas, la dije que había ido a ver a un amigo pero que ella al estar mala no podía venir y bla, bla, bla.

La pregunté si quería pasear y ella se giro de espaldas a la puerta dándome a entender que si y que la atase, entré y se transformó en fiera de repente girándose y agarrándome con sus manos de los hombros, empujándome de espaldas a la pared su cara descendió velozmente hacia mi cuello, rugía de furia mientras yo metía una mano entre los cuerpos de ambos para mantener una distancia, pero sus dientes estaban a centímetros de mi cuello cuando se detuvo quedándose muy quieta, permanecimos así unos segundos, yo sabía que debería estar retorciéndome en el suelo con la sangre saliendo a chorros de mi cuello, por un boquete desgarrado con la forma de los dientes de mi chica infectada, podía golpearla y exponerme a que acabase lo que había empezado ó… gire un poco la cabeza y la mire, mis ojos se cruzaron con los suyos viendo como la rabia se apagaba en ellos, me soltó y se fue al rincón donde se quedo hecha una rosca esperando sin duda un castigo por su conducta.

Me senté a su lado sin tocarla, ¿Por qué no me había mordido? Me tenía a huevo, la mire y vi que sollozaba, la pregunté:

– ¿Ceci quiere a Toni?

Ella cabeceo afrmativamente sin dejar de sollozar, por su cara corrían unos lagrimones que partían el alma, debía castigarla pero en ese momento recordé lo que dijeron en la radio acerca de las recaídas, debía de haber sufrido una de ellas y se había sabido contener a tiempo, no podía castigarla por hacer lo correcto así que la acaricie la cabeza, ella me miró y la tendí la mano para que se levantara quedándose de pie ante mí, la mire desde ahí abajo subiendo mi vista hasta sus ojos desde mi posición sentado en el jergón y la dije:

– Toni quiere mucho a Ceci.

– Toni si, qui…ere.

Se me abrazo a la cabeza, sus lagrimas me mojaron el pelo, sus tetas me tapaban la vista, me incorpore como pude y la abrace usando la camisa para limpiarla la cara antes de darla en beso en la mejilla, después salimos a pasear sin ataduras aunque yo llevaba la bola en el bolsillo por si acaso.

Durante el paseo Ceci se comporto como siempre, alegremente corría y se rozaba contra mi buscando que jugáramos al sol, contemplaba su bonita figura ir y venir tan sensualmente inocente y llena de vida que frecuentemente olvidaba su condición de infectada, además con el riesgo de las recaídas debía poner más atención al acercarme a ella, pero su cariño me vencía. Al rato de pasear hizo sus necesidades y la limpie demorándome algo al limpiarla su culito, entonces fue cuando oímos ruido de disparos en dirección al bloque de Julián, entramos en el torreón y subí a la azotea para usar el walki.

– Tiroloco para capo, ¿me recibes? Cambio.

– Adelante Tiroloco, capo a la escucha, ahora estamos algo liados pero adelante dime, cambio.

– ¿Qué es ese tiroteo? Cambio.

– Son los nuevos que nos están probando, cambio.

– Si necesitáis ayuda dímelo, hare algo de ruido y algunos vendrán, cambio.

– No, déjalo los tenemos controlados, gracias de todos modos, Capo corta.

Dejó el walki en la mesa, a veces se le olvidaba que los demás también sabían defenderse, bajó a desayunar con Ceci, después la puso el block para colorear y las pinturas para que hiciera algo mientras el limpiaba sus armas de anoche y reponía la munición gastada, ella le miraba pero el ya la había hecho entender que no debía tocar las armas si no se las daba Toni en la mano, aunque la costo un par de golpes de baqueta en los dedos hasta que lo entendió.

Antes de ducharla entre en la habitación de las literas y mire en las taquillas de la difunta agente Macías, buscaba un vestido ligero o algo así para ver como la quedaría puesto, ya que sabía que en breve iríamos al bloque de Julián a que los farmacéuticos la hicieran un análisis, ese era uno de los puntos que afinamos anoche Julián y yo, ella bajaría conmigo en el todo terreno dormida y quedaría al cuidado de dichos farmacéuticos, la sedarían y permanecería dormida hasta mi vuelta, entre tanto la harían una serie completa de pruebas y análisis en una habitación cerrada, el se había comprometido a convencerlos para que no pusieran pegas.

Encontré un precioso vestido veraniego de manga corta, blanco con cuello redondo y botones en el escote que la taparía hasta las rodillas, seguidamente me agache buscando al pie de la taquilla las cajas de zapatos a ver que encontraba, aparte varios pares de zapatos y botas hasta que vi una última caja blanca de cartón al fondo, la saque y en su tapa ponía “zapatos paseo” en cuidada letra femenina, estuve a punto de dejarla pero pesaba demasiado para ser eso, así que saque la goma que tenia y la abrí, dentro había una caja de madera marrón veteada y con un asa de cuero negro, media 20 X 15 y unos 10 Cm de alto, tenia puesto un candado de combinación con tres ruedecitas numeradas y una flechita en relieve.

Mientras pensaba si sería correcto abrirla o no, cogí la caja vacía de cartón y la mire por todas partes, buscando tres números escritos pero ahí solo figuraba la talla de los zapatos 35, probé con 035, 305y con 350 nada, así que seguí buscando hasta encontrar un papelito metido en una de las uniones del cartón de la tapa, 023 supuse que sería su fecha de cumpleaños o los años de algún amigo especial ó algo así, probé y “bingo” candado abierto, abrí la caja y miré dentro.

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Continuara…

¿Qué habrá en la caja? Ah picarones ya sé por dónde vais, si queréis podéis darme una idea del contenido, el siguiente capítulo seguramente empezara muy bien.

Después nos iremos de viaje a Llo… lo siento no quiero poner el nombre de la localidad, aunque usare mis recuerdos de un sitio similar conocido por mí, como pista por si me lee alguno de ese pueblo diré que hay un bar al lado del cuartelillo, cuyo dueño es clavadito a Peter Griffin, el personaje de la serie de dibujos animados para adultos “padre de familia” un saludo.

¡Sed Felices!

Para contactar con el autor:
javiet201010@gmail.com

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