CUANDO SE DIVORCIAN

 

DESCANSO EN LA MONTAÑA  ( I )

Es increíble la vista que tiene esta cabaña, estaba parado fuera de ella y podía disfrutar de un panorama sorprendente donde el cielo azul celeste estaba claro y el sol resplandecía, estábamos a principios de Octubre y corrían vientos helados por el cambio de clima, podía ver que a lo lejos en la montañas lejanas que había un cielo cerrado y oscuro, se veía un arcoíris espectacular y colorido además que estábamos rodeados de pinos de gran altura y pocos metros después del claro empezaba la subida de una montaña de unos 200 metros de alto

Solamente había 2 cabañas separadas como a 250 metros de cada una en el espacio sin pinos de medio kilometró de largo y del otro lado se encontraba un lago inmenso que invitaba a reflexionar y donde se podía ver un pequeño embarcadero en la orilla, solamente en helicóptero era la única forma de llegar aquí. Mis tíos habían elegido este lugar para alejarse del bullicio de la gran ciudad y era el lugar ideal aunque a mis primas no les gustaba para nada ya que ellas estaban acostumbradas a la vida de la ciudad con el famoso internet y todas sus redes sociales. Ni cadenas de televisión ni de cable simplemente teníamos el Compact Disc (CD player) para ver algunas películas que habían elegido mis tíos, además la cabaña contaba con un compresor para proveernos de luz

 En la otra cabaña aún no había llegado el socio de mi tío con su familia, pero llegarían en la tarde o mañana temprano de acuerdo a sus comentarios

-Miguel ven para que acomodes tu ropa, dijo mi tía

Subí al segundo piso y entré a la habitación que me habían asignado y comencé a colocar la ropa en su lugar, estaba entretenido que no me di cuenta que mi tía se encontraba atrás de mí, me agarro las nalgas por encima del pantalón dándome un pellizco y diciendo

-estás como quieres

Di un jalón hacia adelante por reflejo

-“epa” salió de mis labios

Mi tía salió riendo de mi habitación, al terminar me recosté en la cama pensando en la distribución de la cabaña, tenía tres habitaciones arriba y dos baños, pegado a las escaleras estaba la habitación de mis tíos con su baño, después estaba la de mis primas y al último la mía y entre las habitaciones teníamos el baño con dos entradas, una para cada cuarto

En el piso de abajo estaba la sala con unos sillones muy reconfortantes y un televisor de plasma de 52 pulgadas, la chimenea muy cómoda y caliente, la cocina muy moderna, afuera había una mecedora para dos personas que colgaba del techo y dos sillas muy placenteras junto a una mesita de una madera especial para tomar café por la tarde, estaba un tejaban cubriendo el porche por las lluvias tan intensas que de repente llegaban a caer

A mi tío Ramón le acompañaba su esposa Mercedes, contaban con 45 y 40 años respectivamente, se mantenían en forma en un club donde estaban inscritos he iban continuamente a hacer ejercicio, eran muy atractivos los dos. Él era una persona exitosa con buen cuerpo y muy inteligente además le sobraba el dinero y le gustaba gastarlo con su familia, medía 1.70 metros. Mi tía era de un tamaño de 1.65 de estatura, lo que hacía que se viera más joven, tenía el cuerpo pequeño, pero bien distribuido, con unas piernas fuertes y bien formadas, un trasero atractivo y duro, sus abdominales parecían de piedra por lo bien trabajados en el gym y unos ricos pechos bonitos y graciosos, su pelo largo, lacio y negro que le caía hasta la cintura, bastante guapa mi tía y además era una madre de casa ejemplar que se desvivía por sus dos hijas que parecían niñas y por mí. De repente la veía y me parecía muy coqueta conmigo ¿será pura alucinación?…

Mi prima la mayor se llamaba Minerva (Mine) tenía 17 años, de 1.67 de estatura, era blanca con el pelo negro corto y lacio a la altura de los hombros lo cual la hacía parecer a Natalie Portman, su cuerpo empezaba a desarrollarse ya que tenía unos pechos chiquitos y sus caderas normales, era muy despierta para su edad, piernas largas y flacas y unos pies bellos que me gustaban cuando se ponía sandalias y además en 3 días cumpliría sus 18 años, luego estaba la más chica Mónica (Moni) de 16 años con una estatura de 1.60 metros, ella parecía más niña aún, pero era igual de guapa a su mamá y su hermana, con el cabello a la mitad de su espalda, eran dos pequeñas traviesas que les compraban todo lo que quisieran pero debían de ganárselo con trabajo en la casa y en la escuela, en la cual eran de las mejores estudiantes con buenas calificaciones y competían contra mí para ver quién era mejor en su grado escolar.

Y yo, el típico adolescente de 16 años que vivía con mis tíos, ya que era huérfano de padres porque sufrieron un accidente fatal cuando yo tenía 5 años y solamente mi tío era mi único apoyo en el país, tenía otra tía con dos hijas y un hijo, pero vivían en México y por lo cual casi no tenía contacto, aunque solo hablábamos por Skype.

Yo medía 1.75 metros, no era guapo, pero me defendía, cabello quebrado negro y tupido y un cuerpo regular de deportista de clavados y era muy buen estudiante que mi tío me había regalado un coche por mis magnificas calificaciones del grado escolar que había terminado, los consideraba mis padres y a ellas mis hermanas. Me gustaba jugar basquetbol contra ellas, había una canasta en la entrada del garaje y me sobrepasaba jugando con Mine porque tenía un trasero muy redondo y me gustaba tallarme, también ella se recargaba en mi pelvis para distraerme y a la vez para calentarme porque lo hacía con esa intención. Me decía “niño” para burlarse de mi pero no me podía ganar. También jugaba contra Moni, pero le daba más chanza para ganar, aunque también se frotaba, pero no le tomaba importancia ya que me hacía muy niña, aunque ella no pensaba lo mismo. Quisiera comentar mi afición a contemplar les pies descalzos, pero nunca había existido una excitación el verlos, según creía yo.

En la tarde nos decidimos por ver una película y nos sentamos en los sillones de la sala de la casa, mis tíos en un sillón para dos personas tapados con una cobija y nosotros tres en otro sillón más grande y cubiertos también por una cobija, íbamos a ver una película del 2004 con Denzel Washington (John Creasy), Dakota Fanning (Pita) y Mark Anthony (Papá de Pita) como estelares, la trama era de un ex agente de la CIA, alcohólico, que protege a “Pita” de un secuestro por parte de unos malos policías coludidos con el hampa en la ciudad de México y que al final la rescata, muy buena película.

Total que mientras veíamos la película mis tíos se estaban durmiendo, yo estaba a un lado de Mine, de repente le agarraba la pierna asustándola o ella me las agarraba a mí, varias veces lo hicimos hasta que una vez que lo hice mi mano quedo en la parte superior de sus piernas, acariciando su piernita flaca pero de una piel suavecita, ambas traían un camisón que le llegaba a media pierna pero Moni se dio cuenta que no quitaba mí mano ya que se notaban mis manos por abajo la cobija, lo que hizo fue acostarse sobre nosotros subiendo las piernas arriba de Mine y las mías, haciendo que bajara mi mano de las pierna de Mine, se movió para acomodarse dándose cuenta al poner sus pies sobre de mí de lo excitado que me encontraba, en eso Mine le baja los pies y subía sus manos para ponerlas en mi entrepierna, ahora ella sentía la verga excitada sobre mi pantalón o yo ponía la mano en su entrepierna para sentir lo calientito de ella, era un constante jugar entre ellas y yo hasta que acabo la película.

Nos levantamos a tomar un vaso de leche y unos plátanos como cena y subimos a lavarnos la boca, entro al baño Moni, después yo, pero también entro Mine y empezó a colocarse entre yo y el lavabo, sintiendo mi verga parada en sus nalgas, le empujaba para que no se pudiera lavar la boca riéndonos los dos, dejamos por la paz nuestro “cachondeo” y nos fuimos a acostar, era todo lo que hacíamos jugando. Todos estaban durmiendo, yo me quedé leyendo una novela de ciencia ficción, escuché un ruido que se me hizo extraño y salí a ver, pero no descubrí nada, era alguna de mis primas en el baño, regresé a la cama y me dispuse a dormir ya que eran las 2 de la mañana.

Al otro día bajamos a desayunar, mi tío vestido muy formal y nosotros en pants porque hacia frio pero dentro de la casa había calefacción, fue preparado por mi tía Mercedes y ayudada por Mine, por cierto que mi tía se veía espectacular con sweater blanco y su vestido del mismo color con flores a media pierna, que por cierto se veían bien torneadas y además sus delicados pies calzando unas zapatillas blancas bajitas, en eso estábamos cuando se escuchó el rotor del helicóptero que empezaba a descender, al parar, mis tíos salieron a recibirlos y nosotros nos quedamos en el porche de la casa, los vimos descender, bajo el Señor Mario seguido por su esposa Karina, muy esbelta de pelo rubio hasta la mitad de la espalda, su hija Berenice de 16 años, una niña muy linda y Roberto de 10 años.

Los saludamos con las manos y se fueron a su cabaña a dejar las maletas, después vinieron todos a para saludarnos, yo las bese en un cachete a Karina y a Berenice (Bere), las “güeras” (apodo para las rubias) les decía de cariño y de manos salude a mi amiguito Roberto y a Don Mario, compartimos el desayuno con ellos.

Después nos comentaron que había surgido un problema urgente en su empresa, que tenían que resolver y regresar, que tardarían 2 días en resolverlo o a lo mejor más, después se tuvieron que ir sin perder más tiempo de regreso a la gran ciudad. Mientras no estuvieran ellos dormirían todos en nuestra cabaña. Yo quede como responsable de cuidarlos mientras regresaban, mi tía y Karina se pusieron a conversar en la sala y jugar a las cartas mientras nosotros salíamos a jugar al volibol pero sin red, Mine y yo contra Bere, Moni y Roberto , estuvimos jugando hasta que se cansaron y ya no quisieron seguir jugando, Moni subió a ponerse unos shorts para ir al embarcadero porque la temperatura había subido y estaba más cálido, salió corriendo de la cabaña y se fueron a su cabaña y de ahí directamente al embarcadero, que por cierto se veían muy bien porque habían sacado sombreros de ala ancha para protegerse del sol y Roberto una gorra. Mine y yo buscamos la sombra que daba el porche, nos sentamos en la mecedora y tomando agua de limón que había dejado mi tía en la mesita, empezamos a platicar de la escuela y de las novedades en nuestra vida.

Estuvimos platicando hasta la hora de comer y después de disfrutar una ensalada de verdura y pollo a la plancha, casi todos quisieron ir a tomar una siesta. Yo veía muy rara a mi tía y decidimos quedarnos a ver una película romántica en la sala, fui a la cocina a traer un café para mí ya que mi tía no quiso, en eso vi cuando se quitó las zapatillas y me detuve para admirar sus pies desnudos, chiquitos y muy estéticamente delgados, fui por mi café y regrese, mi tía me pidió un trago nada más, se lo ofrecí y después le dio solo un trago, me encamine al sillón para tres personas puse la taza en la mesita de estar y ella estaba sobándose los pies, unos pies estilizados y delgados, le dije de repente

– suba los pies para darle un masaje, sentándome a su derecha

-bueno, si me apetece un masaje ya que los siento cansados y me molestan un poco

Sonrió muy coqueta y se dio media vuelta hacia mí, se recostó y subió sus piernas hacia las mías dejándome sin aliento porque alcance a verle sus pantis de color azul bajito aunque fue muy rápidamente, después los apoyo en mis piernas, pude contemplar sus hermosas y aterciopeladas piernas, las tenía a mi disposición completamente para mí pero cubiertas muy poco con su vestido blanco pero no importaba, ella voltio hacia la televisión y yo miraba sus piernas suavecitas y fuertes, moldeadas, pero ahora le tocaba sus excitantes pies, delgados, suavecitos y huesudos … pensé el gusto que se daba mi tío, era la primera vez que se las tocaba, comencé con su pie izquierdo, con la mano derecha tomando la parte del tobillo y la mano izquierda la planta de su pie, me movía muy lentamente y aprovechaba para sobar cada uno de los pequeños huesos de su pie, aunque me entretuve de manera especial debajo de sus dedos y encontré su zona erógena porque la escuche gemir, había leído al respecto en una revista de hombres, seguí masajeándolo y repitió sus gemidos muy quedito, relajo más sus pies, le repetí en el pie derecho por un buen rato más. Estaba con verga súper excitado, no se daba cuenta de lo parado que tenía mi fierro.

Mi tía se levanta del sillón bajando sus piernas y me dio un beso en la mejilla de agradecimiento, pero me lo dio casi en los labios, note caliente sus labios

-gracias eres un todo un experto, me dijo

Y me dio un abrazo muy tiernamente por un buen rato hasta que se separó de mí, volvió a acostarse en la misma posición que estaba y seguí masajeando ahora sus pantorrillas sin que me lo pidiera,

-que aprovechado que eres, me dijo sonriendo

-sip, y quisiera darle un masaje completo si me dejara

-ah muy bravo jajaja se rio

-a las pruebas me remito

-igual que le haces a Mine ¿verdad?

– ¿cómo? ¿a Mine nunca le he dado un masaje? le conteste

 -pero yo te he visto que le arrimas tu “cosa” ¿no? haciendo como si se agarrara su pelvis

Sentí pena por mí y no le conteste

-pero no estoy enojada y después te digo cuando me das el masaje

-enterado

Me quede pensando cuando nos había visto pero eran muchas las veces que habíamos jugado y de repente me acorde que ni vi la película por estar bien concentrado con los pies de mi tía.

Subió a tomar un baño a su habitación y se puso unos leggins negros, una sudadera blanca y tenis deportivos, bajo para preparar la cena, ya estábamos completos en eso llegaron Karina y sus hijos. Cenamos salmón con verduras y mi tía nos invitó una copa de vino a Mine y a mí, pero aclarándonos que nada más una copa para nosotros ya que éramos menores de edad, se sirvió ella y a Karina también, Moni y Bere también pidieron, pero no les dieron y se hicieron las enojadas, Roberto nada más las veía riéndose.

Después de cenar se tomaron varias copas mi tía y Karina, los niños y yo salimos al porche a platicar, en la mañana mi tío me pidió de favor que me durmiera en el sillón para que Berenice y Roberto pudieran dormir más tranquilos. Todos nos fuimos a dormir, pero antes baje de mi cuarto unas colchas y una almohada para preparar mi “cama”.

Estaba muy tranquilo cuando en la media noche me percate que mi tía bajaba las escaleras, pensé “bajo a tomar agua para la resaca” pero me equivoque, traía un bata larga, se dirigía hacia mí que estaba acostado leyendo mi novela, me miro y apago la lámpara de la sala rodeando el sillón en el que estaba y acercándose me dijo muy despacito

– se me antojo el masaje, pero lo dejamos para otro día ¿no? Por mientras quiero darte un regalo por tus calificaciones de la escuela, hincándose empezó a bajar mi pants

-pero tía que… que… que estás haciendo, le dije asustado

-déjame hacer…

Me quede callado y la deje hacer, deje la novela en el piso

Estaba a la altura de mi cintura, me empezó desabrochar la cinta del pants, después lo bajo junto al bóxer hasta las rodillas y me toco suavemente la verga que estaba casi saliendo de espasmo y en automático se empezó a poner al máximo cuando sentí sus manos que la acariciaban

-quiero mamártela, esta preciosa tu verga y se me antojo más desde la tarde en que me masajeaste los pies, alcanza a ver tu excitación, no sé qué le pasa a tu tío, pero ya no me toca como antes y yo estoy que me derrito…

No dije nada, pero me sorprendió que mi tío no le estuviera dando lo que debería, pero no me importan sus problemas, yo estaba feliz de complacer a mi tía

Lo agarraba fuertemente hasta tenerlo al máximo con el glande todo pelado y brillante, lo masajeo con las dos manos y me encantaba, tenía un pene normal de 18 centímetros, aunque algunas decían que estaba grande, acerco su boca y se comió solo mi cabeza, lo besaba exprimiéndolo suavecito el glande, absorbiendo mi pre venida después siguió mi fierro por los lados ya que estaba un poco gorda, de arriba abajo y me la sostenía con los dedos de la cabeza, hasta mis huevos los sentí humedecidos por su caliente saliva, siguió chupando mi fierro, nada más llegaba a la mitad de mi verga porque que se “atragantaba” y se la sacaba para metérsela otra vez, siguió con sus caricias, cuando miro hacia sus piernas abajo del sillón encontré su mano moviéndose en su entrepierna por arriba de su corta bata, no alcanzaba a ver su vagina pero me la imaginaba, de repente se levantó y quitándose la bata, quedando desnuda, sin pantis y sin brassier, poniendo mi verga tiesa hacia arriba, se colocó con una pierna a mi costado y la otra en el piso, empezó a sentarse en mi verga, despacio disfrutándola y gimiendo con ella, jugando con ella en sus labios vaginales hinchados y mojados, empezó a metérsela

-Ohhh, que rico…

Fue bajando, sintiendo cada centímetro hasta quedar sentada metiéndosela toda, se recostó sobre mí y me beso en los labios, sentí sus pezones sobre mí, era impresionante sentir su calor y lujuria de su cuerpo en mi

-como había deseado este momento Miguel…

-yo también tía y que sabrosa estas…

-me tienes bien enganchada, aghhhh… aghhhh…  te siento muy especial dentro de mí, está más gorda que la de tu tío, para tu edad estas muy sabroso

-tu estas bien suculenta, tu cuevita es una maravilla ohhhh… Bocatti di cardenali…

Me mantuve quieto un rato mientras ella se amoldaba a mi verga, empezó con movimientos pélvicos muy despacio todavía estaba acostada sobre mí y mis manos agarrando sus nalgas, que delicioso sentía, mi tía estaba de lujo, de repente levanto su pecho con sus manos subiendo sus nalgas se la saco, se ensarto de nuevo, subía y bajaba a placer, estire las manos para agarrar sus pechos desnudos, estaban duros y bien formados, guau… eran hermosos, cabían en mis manos, primero solo los toque con mis manos y después estaba masajeándolos con fuerza, me encontraba excitado con su cuerpo, pude contemplar la forma en que tenía su vello púbico, un pequeño mechón de pelos adornaba su parte superior de su vagina, de repente me paraba y le besaba sus senos, ella aprovechaba el movimiento para darme un beso apasionado, se movía frenéticamente y alcance a escuchar un quejido fuerte pero puso las manos en la boca tapando los sonidos y sus piernas empezaron a temblar, se recostó en mí y sus pechos en los míos, me daba muchos besos, casi no podía moverme porque no me dejaba

-mi amor… mi amor que sabrosa esta tu verga, no pensé que la tuvieras tan gorda y tan grande, empezó a venirse, aghhhhh…

-tia, como estas de caliente

-aghhhhh… aghhhhh… ohhhhhh… se estaba viniendo rico

-bueno tía, déjeme moverme para disfrutarla, está usted muy buena y apetecible

Empecé a moverme gozándola en todo su esplendoroso cuerpo, empecé con un frenesí diabólico agarrando sus nalgas, empezó a gemir cuando sin querer toque por error su culito, gimió mas al tocarlo y ya no quise mover mi mano de allí, seguí con mi mete y saca y empezó otra vez a temblar tapándose de nuevo la boca gimiendo hasta quedar desfallecida, sentí mi verga que se ponía muy dura y logre una venida grandiosa dentro de su ella que se desbordándose por los lados, quite mi dedo de su culito, quedamos los dos tirados por un rato hasta que se salió mi verga de su interior flácida y cansada, había estado estupendo, el mejor “palo” de mi vida… en ese momento me llamo la atención un movimiento en la escalera y alcance a ver unos pies que iban subiendo, no sé quién era, le pregunte por Karina y me dijo

-está “muerta” por el vino y no se despertará ¿Por qué me preguntas?

-nada más para saber…

Tuvo la preocupación de ponerla “bien peda” (borracha) antes de bajar conmigo y me sonreí, pero ahora era cuestión de investigar quién nos había visto.

Tuvo dos orgasmos grandiosos por lo que me puse a pensar porque mi tío no la satisfacía, me tuvo un rato pensando hasta que la miré que casi se queda dormida en mis brazos, la desperté moviéndola un poco

-debe de subir y no quedarse a dormir aquí, le dije

-está bien, dijo y sonriendo con su pícara sonrisa “tú eres el encargado” dijo, poniéndose la bata y subiendo muy sensual por la escalera y desapareciendo en ella…

Haciéndome sonreír también, me dejo complacido y extenuado. La seguía tratando con respeto a pesar de que lo que había sucedido momentos antes.

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