Conociendo a Pamela
 

Mientras su prima se da una ducha él pone en el horno una pizza para los dos. “Esta estuvo cerca demasiado cerca” piensa él, “deberé ser más cuidadoso”.

En el living pone la mesa cuando aparee ella, con su cabello envuelto en una toalla y usando una delgada polera de tirantes y pantalones cortos. “Saca unas cervezas del refrigerador quieres”, “¿y si los tíos se enojan?”, “¡ay si no se van a enojar!” le dice ella, al final Pamela saca las cerveza y los dos se instalan a comer.
“No hallaba la hora de salir de clases estaba realmente hastiada, necesitaba relajarme un poco” dice ella que come y bebe como condenada, Sebastián esta asombrado. Los tíos de Sebastián llegaran tarde así que ambos aprovechan de salir a dar una vuelta y en la noche se instalan a ver tele juntos. Pamela saca unas cervezas otra vez y en el living se instalan cómodamente.
Sebastián se siente algo nervioso al tener a su prima tan cerca, ella se apoya en él y por el escote de la polera Sebastián observa sus pechos, su prima se le pega más aun. “Deja sentarme aquí” le dice ella y antes que Sebastián reaccione ella se le sienta encima, “¿que te pasa, ya se te olvido cuando veíamos tele así?”, Sebastián esta algo incomodo con el culo de su prima encima de su verga, ella le toma los brazos y lo hace abrazarla por la cintura, “¡eso es así estamos mucho mejor!”.
Pamela actúa con toda calma mientras él esta que hierve, ella se mueve un poco y la verga de su primo esta que explota. Ella se recuesta hacia él y Pamela le habla acerca de la película, ella se ríe y se mueve bastante, Sebastián hace lo que puede para disimular su erección pero no es suficiente, solo espera que su prima no se de cuenta.
A eso de las doce se van a dormir, Sebastián esta entrando en su habitación decidido a hacerse una paja cuando Pamela le habla, “¿oye te molesta si dormimos juntos esta noche?”, Sebastián solo atina a decirle que si, más por reflejo innato que por otra cosa. Sebastián esta acostado cuando ella se mete a su cama, “aun me acuerdo cuando nos tocaba dormir juntos en la casa de los abuelos” dice ella “lo pasábamos tan bien en ese lugar”, Sebastián también lo recuerda con la salvedad que Pamela no era la misma de ahora.
Ella se duerme como una roca, pero esta inquieta en la cama, Sebastián aun esta despierto y ella se pega a su lado. De pronto apoya una de sus manos muy cerca de su verga. Después apoya su cabeza en su pecho y luego pone su pierna derecha encima de él, en ese momento Pamela se queda finalmente quieta. Sebastián le quita su mano que ya estaba casi encima de su miembro y respira algo más aliviado.
Mientras ella esta dormida Sebastián decide aprovechar la ocasión y discretamente le soba su culo, siente sus nalgas firmes y su piel suave, también se las arregla para palparle los pechos, se impresiona por la firmeza y el tamaño de los mismos. En ese instante Pamela se mueve, él se queda quieto y teme ser descubierto. Ella se da media vuelta y le da la espalda, después se queda quieta otra vez. Sebastián al cabo de un rato se le acerca, el tenerla tan cerca lo hace correr el riesgo y se pega a ella discretamente comienza a puntearla, a rozar su culo, su miembro se pone más duro que nunca. A cada instante se lo hace con más fuerza mientras ella duerme, al final se termina corriendo casi encima de Pamela, como puede Sebastián trata de limpiar todo para impedir que su prima se de cuenta.
Por la mañana Sebastián despierta y Pamela no esta, no ve nada raro así que respira con alivio, “menos mal no me descubrió”, se dice a si mismo. De inmediato se levanta y se va al baño a hacerse una paja, después de dormir con ella realmente necesita hacerse una con más calma.
Sebastián esta en la casa cuando su prima aparece de improviso más temprano de lo habitual, por poco lo sorprende en su habitación. “Esta noche habrá una fiesta en el colegio y quiero que vengas conmigo” le dice ella. Sebastián lo duda un momento, él no va a fiestas y más encima no sabe bailar, algo que le avergüenza mucho, “¡no te hagas problemas, yo te voy a enseñar y me vas a acompañar aunque tenga que llevarte a la fuerza!” le advierte ella.
Ya en la noche Sebastián se arregla un poco, Pamela le dijo como debía ir vestido. “¿Estas listo?” le pregunta ella que aparece usando una diminuta mini falda y un peto con un escote más que revelador, su cabello lo lleva tomado en un simple moño, “¿Cómo me veo?” dice ella, Sebastián la observa de arriba abajo como si se la fuera a comer con la mirada, “pues, muy hermosa” le responde él.
 

La fiesta es en el gimnasio del colegio, la música es ensordecedora y las luces brillan en todos lados, Pamela esta en su ambiente. De inmediato se ve rodeada de chicos pero ella los rechaza, lleva de la mano a Sebastián donde están sus amigas, en un instante él se ve rodeado de algunas de las chicas más guapas del colegio, se ve tímido en esta situación y más aun cuando ellas empiezan a bromear con él, “Pamela nos ha hablado mucho de ti” le dice una de ellas.

Pamela se divierte, conversa y bebe bastante, Sebastián le sigue el camino y también se toma unas copas que rápidamente se le suben a la cabeza, “no bebas tanto, no tienes costumbre de esto” le advierte su prima, al verlo algo afectado por el alcohol.
“Ven aquí vamos a bailar”, ella lo lleva a la pista de baile donde Sebastián se siente, y en realidad se ve, más torpe que nunca. Su prima mueve su cuerpo al ritmo de la música y trata de enseñarle, pero Sebastián es bastante tieso para ello. Pamela agita sus caderas al ritmo de la música, Sebastián observa sus pechos moverse bajo su peto y ella se pega a él restregando su culo de forma descarada. Pamela sigue bailando de forma cada vez más desinhibida, Sebastián va tomando confianza y la toma de las caderas, él sube sus manos pero antes de llegar más arriba ella se aleja, “ven vamos a sentarnos un rato” le dice dejándolo con los crespos hechos.
Sebastián nuevamente se toma unas copas y pronto el alcohol se le sube a la cabeza, “será mejor que te quedes aquí no te ves nada bien” le dice su prima, ella lo acompaña un instante y le aconseja que no beba más, “¡te dije que se te iba a subir a la cabeza!” le dice ella riéndose al ver a su primo algo ebrio, “lo siento, no salgo de fiesta muy a menudo” le responde él, Pamela lo acompaña un instante, Sebastián le asegura que esta bien y en todo caso no planea ir a ninguna parte en estas condiciones.
Pamela sale a bailar con unas amigas, se divierte de lo lindo en la pista de baile, ella mueve su cuerpo sin importarle con quien baila. Sebastián se mueve un poco para observarla, con su mini falda de mezclilla y su peto luciendo su esplendida figura luce irresistible sumado a los provocadores movimientos de su cuerpo Pamela deja hirviendo a cualquiera. Sebastián la pierde de vista un instante y decide buscarla, como puede se pone de pie, bastante mareado y la observa en la pista de baile agitando su cuerpo salvajemente al ritmo de la música, pero ella no esta sola ahora, hay unos sujetos a su alrededor, mayores que ella por lo demás. Pamela sigue bailando con ellos casi encima, a ella no le molesta y se les insinúa reiteradamente, Sebastián trata de no perder detalle de lo que ocurre.
Él se las arregla para tener una mejor vista, Pamela lo esta pasando bastante bien, uno de los sujetos le soba el culo por encima de su mini falda, ella no le dice y se deja hacer, los otros dos se le acercan y Pamela se ve rodeada por los tres los cuales de inmediato le empiezan a meter mano mientras ella sigue bailando, a la situación no le molesta en absoluto.
 
Sebastián tiene problemas para acercarse por el tumulto de gente y las luces que se prenden y apagan desde todas direcciones, la música es ensordecedora y pronto la pierde de vista de nuevo.

Mareado como esta él consigue pasar por un pasillo donde hay varias parejas en lo suyo. “¡Viste a esa zorra se lo va a montar con los tres!” le escucha a una chica que va pasando, de inmediato estima adonde pudo haber ido Pamela y se mete por un pasillo que da hacia una bodega cuya puerta esta a medio cerrar. Dentro esta Pamela.

Casi se cae por la puerta al abrirla, el alcohol se le fue bien a la cabeza, pero a pesar de todo ellos no lo ven ya que tienen sus manos llenas con su prima. Pamela esta intercambiando besos y lamidas con los tres, ella lo hace con uno y otro mientras no dejan de meterle mano. Le soban su culo y sus pechos parece que se los van a estrujar. Sebastián observa a uno de ellos meterle la mano por detrás subiéndole su minifalda y sobandole el culo descaradamente sin que ella se oponga o se resista, al contrario da todas las facilidades para ello.
A pesar del mareo se las arregla para acercarse un poco más, Sebastián se esconde tras unos muebles y de ahí sigue observando como se follan a su prima ante sus ojos, de nuevo.
Entre los tres le subieron su peto y ella luce sus grandes pechos al descubierto, uno de los chicos se los chupa y se los lame ansiosamente mientras los otros dos le devoran su culo y su sexo, ella los carga contra su cuerpo disfrutando de cada caricia y lamida que le dan. Su primo ya esta verga en mano, ebrio aun, disfrutando del espectáculo.
“¿Por qué no nos muestras que puedes hacer con esos carnosos labios?” le dice uno de ellos a Pamela que de inmediato se pone a trabajar. Ella se sienta sobre unas colchonetas apiladas y pronto tiene frente a su hermoso rostro tres vergas completamente erectas a su disposición. Sebastián observa una picara sonrisa en su rostro. Con sus manos ella sujeta dos vergas y comienza a hacerles una paja, lentamente, delicadamente buscando darles el máximo placer posible. Pamela se acerca a la otra y se la pasa por su rostro, le da un beso con sus carnosos labios y juguetea con su lengua, el tipo trata de metérsela a la fuerza pero ella no lo deja, “se hará a mi manera” le responde.
Una a una aquellas vergas comenzaron a pasar por su boca, Pamela les demuestra lo bien que sabe hacer una mamada, a Sebastián ya le gustaría estar en el lugar de cualquiera de ellos con tal de sentir los carnosos labios de su prima envolviendo su verga. En ese instante Pamela tiene una bien metida en su boca, ella la chupa y la recorre con su lengua como si se tratara de un helado que se derrite en sus ardientes labios, luego otra toma su lugar y ella repite aquella caricia que con los años aprendió a hacer tan bien, “¡envidio al suertudo que fue el primero en poner su verga aquí!” dice el chico al cual Pamela se la esta mamando, Sebastián mueve la cabeza encontrándole completamente la razón.
Uno de ellos se sienta en las colchonetas y Pamela de inmediato se le monta encima, Sebastián observa aquel miembro desaparecer en su sexo y como de inmediato sus pechos comenzaron a agitarse salvajemente. Los otros dos la besan y le lamen sus senos mientras ella esta bien empalada, Pamela le hace un gesto a uno de ellos y de inmediato se la empieza a chupar mientras el otro pasa su miembro entre sus pechos. Pamela le da todo un espectáculo a su primo que no se pierde detalle alguno.
 
A Pamela le dan con todo y ella ciertamente lo disfruta una enormidad. Sebastián se sorprende y se excita aun más de lo que ya esta cuando de pronto ve como otro de los que se folla a su prima comienza a meter su verga por su coño, justo donde Pamela ya tiene otra. “¡Que bien los quiero a los dos en mi coño!” les dice ella en medio de sus gemidos. Al sentir ambos miembros recorriendo su sexo Pamela se retuerce y sus quejidos solo son ahogados cuando el otro chico se la mete en la boca y ella se la empieza a mamar.
Luego de un rato ella cambia de lugar, con rudeza toma al chico que se la estaba mamando y lo tira sobre las colchonetas para después montarse sobre él, Sebastián esta hipnotizado al ver sus impresionantes pechos agitarse ante las embestidas que ella recibe. Pamela degusta ambas vergas chupándolas incansablemente una y otra vez hasta que uno de ellos empieza a juguetear con su culo, se ve como sus dedos desaparecen entre las perfectas nalgas de Pamela y en su rostro se refleja el placer que ello le causa.

“¡Que esperas, follame por el culo, te quiero aquí!” le dice ella separando sus nalgas y mostrando su agujero. Aquel tipo toma su verga que esta bien gruesa y dura y empieza presionar sobre el culo de Pamela, Sebastián se muere de ganas por estar ahí dándole a su ardiente prima. “¡Ay, ay la tienes bien dura!” exclama ella a medida que se lo van metiendo, luego de un par de acometidas ella la recibe por completo y entre los tres le dan hasta dejarla exhausta.

Pamela gime totalmente fuera de control, sin importarle en lo más mínimo si alguien la escucha o no. Desde su escondite Sebastián observa como aquellas vergas entran y salen de Pamela ya sea de carnosa boca, de su coño o de su culo que es follado sin contemplación. Su prima se lo monta con los tres a la vez y busca satisfacerse no solo ella, también a sus tres amantes los cuales se turnan para darle por el culo.
Con un hilo de voz Pamela les pide que se corran en su culo y uno a uno ellos le obedecen sin dudarlo llenadole su culo de semen. Sebastián se corre también y ahora comienza a ver como salir de ahí sin ser visto. Los sujetos le proponen a Pamela seguir la fiesta en otro lugar pero ella se rehúsa, “solo disfruten de los recuerdos ahora” les dice ella.
Sebastián a duras penas trata de regresar a la mesa donde estaban pero Pamela lo encuentra a mitad de camino. “¿Y tu que rayos haces aquí, estas ebrio lo recuerdas?”, “eh yo lo siento, buscaba el baño”, “como sea nos vamos será mejor que descanses por que mañana tendrás una resaca horrenda”, “al parecer sabes bastante de esto” le dice Sebastián a su prima, Pamela sonríe, “¡ni te imaginas como me divierto cuando salgo de fiesta y eso que ahora me voy temprano pero en otras ocasiones…!”.
Cerca de las 3 de la mañana llega a la casa, en silencio se va a su habitación, se empieza a sacar la ropa cuando Pamela entra, “oye encontré una nota sobre la mesa, tus viejos llamaron, quieren que te regreses mañana en la tarde”, Pamela luce algo apenada, y Sebastián también.
131

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *