Conociendo a la Prima
Sebastián no esta muy animado con la idea, sus padres van a salir por motivos de trabajo y él va a quedarse en la casa de unos tíos por unos días. La idea no le agrada mucho, estará lejos de sus amigos y conocidos, lo único positivo es que no tendrá que ir a clases.
Sus padres lo dejan con sus tíos, él conversa con ellos y les cuenta acerca del colegio y como le ha ido, “¡Pamela va estar feliz de verte por aquí!” le dice su tía. Sebastián se acuerda de su prima, Pamela a quien no ve desde hace años.
Cuando ambos eran solo unos niños chicos siempre andaban juntos y salían a jugar y compartían todo. Hacían una pareja bien especial aunque Pamela era dos años mayor que él. Sebastián aun la recuerda, de largo cabello tomado en trenzas, ojos cafés aunque debía usar lentes bien gruesos y bastante delgada, flaca en realidad con unas piernas que más bien parecían palillos, Sebastián aun conserva una foto de ella aunque de esto ya han pasado casi 7 años, ahora él tiene 14 y ella 16 pero jamás la volvió a ver de nuevo luego que sus padres se mudaran a otro lugar.
Él se esta instalando en la habitación que va a ocupar, justo al lado de la de su prima, esta sacando su ropa del bolso cuando siente una voz familiar, “¡¿en serio que esta aquí!?” oye con claridad, después siente unos pasos en la escalera, “¡hola como estas tanto tiempo!” le dice ella que casi le brinca encima, Pamela lo abraza de forma efusiva, Sebastián esta desconcertado, “no puede ser ella” piensa él, “¡pero habla acaso no estas feliz de verme!” le dice ella, Sebastián la mira y casi no la reconoce, le cuesta creer que ella.
En su habitación ambos conversan, Sebastián se excusa por su actitud, “es que no te había reconocido, en serio” le dice y le muestra una foto que tiene de ella cuando eran niños, “¡vaya en realidad era horrible a esa edad!” comenta Pamela, “¿pero como me veo ahora?” le pregunta ella poniéndose de pie y dándose una vuelta, “vaya que ha cambiado” se dice Sebastián a si mismo.
Pamela aun conserva su largo cabello castaño tomado en una sola trenza en lugar de dos, aun usa lentes pero mucho más pequeños que los de antes. De flaca ya no tiene nada, si antes además de flaca era plana ahora la historia es totalmente distinta. Su cuerpo es más rellenito, más proporcionado y con unas curvas impresionantes. Pamela venia llegando del colegio y aun esta con su uniforme, una blusa blanca que a pesar de su holgura recorta la silueta de sus pechos y una falda bien corta que luce unas piernas increíbles y un culo bien parado, Sebastián observa a su prima casi con la boca abierta, ella se ríe al ver su cara, “vez, he crecido y me ha crecido todo” le dice con soltura mientras se pone las manos sobre sus pechos.
“Me voy a cambiar de ropa y esta tarde salimos los dos” Sebastián le asiente con la cabeza, “¡que rico que estés por aquí!” le vuelve a decir ella que de improviso le da un beso en la boca, tal como lo hacia antes, dejando a su primo totalmente desconcertado.
Mientras Pamela se cambia de ropa Sebastián trata de convencerse que esta belleza es su prima, casi no lo puede creer, mira la foto y simplemente le parece increíble, pero en todo caso esta nueva Pamela ya lo tiene loco. Sebastián sale de su habitación y se dirige hacia el living pero pasa frente a la habitación de Pamela que esta con la puerta entreabierta, la tentación puede más y trata de espiarla, se esta acercando cuando la puerta se abre de improviso, “¡aha, te pille tratando de espiarme, debería darte vergüenza!” le dice Pamela, con el susto Sebastián tropezó y cayo de espaldas, ella se ríe al verlo así, después le tiende una mano y ambos salen al centro a recordar viejos tiempos.
Ambos se pasean por el centro comercial, Pamela habla y habla, le cuenta todo. Ella lo lleva bien tomado del brazo lo que provoca la envidia de muchos y el nerviosismo de Sebastián que se percata que todos los tipos con los que se cruzan los quedan mirando. Para Pamela esto no es problema, ya esta habituada a esto, sin embargo ahora con el escotado peto con tirantes y esos pantalones cortos bien ajustados ella se ve simplemente increíble, “la suerte de algunos” le dice un tipo de forma discreta a Sebastián cuya sonrisa no le cabe en el rostro.
Se pasearon toda la tarde, él invita a su prima a comer y después al cine, ambos planeaban seguir dando la hora hasta que la mama de Pamela la llamo para ordenarles que regresaran a la casa, “¡que no se te olvide que tú aun debes ir a clases!”, sin otra opción ellos regresan.
Por la noche ambos conversan en la habitación de Pamela, ella le cuenta que ha tenido varios novios e incluso le dice, sin tapujos, que perdió la virginidad a los 13 con un chico de 20, “¡fue increíble, me dio bien duro lo hicimos con todo!” le relata ella haciendo que su primo se sonroje visiblemente y se ponga más que nervioso, “¿y tu oye, a cuantas chicas ya te has tirado?”, Sebastián casi se atraganta con una galleta en al escucharla, apenas le sale el habla y ciertamente le avergüenza decir que es virgen, “a varias” responde él a duras penas, “¿pero cuenta como fue tu primera vez?”, Sebastián no haya que decirle o que inventar, pero en ese momento aparece la mama de Pamela para decirle que se vaya a dormir, “¡o de lo contrario mañana te levantas tarde y llegas atrasada!”, Sebastián respira aliviado, “mañana seguimos” le dice ella.
Al día siguiente él se despierta temprano, por la ventana de su habitación ve a Pamela salir corriendo detrás del bus, “ya va a llegar tarde de nuevo” comenta. Baja a la cocina donde su tía le tiene listo el desayuno, “¿espero que no te moleste quedarte solo en la casa?” le dice ella que debe trabajar junto a su marido, pero Sebastián no se hace problema alguno.
Tras desayunar hace su cama y ordena su habitación, después se instala en el living a ver televisión, pero no dan nada bueno y se aburre bastante rápido, entonces se acuerda que Pamela le dijo que tenia un computador en su habitación y que podía usarlo si quería. Tímidamente él abre la puerta de la pieza de su prima, a pesar de todo él no había ingresado antes.
Las paredes tapizadas con postres de famosos cantantes y estrellas de cine, incluso en el techo. Tal como él esperaba el desorden es evidente, la cama a medio hacer, ropa tirada por todos lados al igual que los cuadernos. Sebastián despeja el escritorio y enciende el computador, recoge algunos papeles y busca un basurero. Al mirar debajo de la cama encuentra un sostén de Pamela, él se sorprende por la talla, bastante grande a pesar de la edad, de inmediato se pone caliente con el solo imaginar esos bellos pechos. Curioso comienza a revisar los cajones en busca de algo más, encuentra la ropa interior de su prima, calzones todos ellos bien sexys, sobre todo los de color rojo. Al mirar nuevamente encuentra una caja escondida en el fondo del cajón, la sacude un poco y siente que algo se mueve, al abrirla se queda espantado, consoladores de todo tipo y tamaño, él esta incrédulo, “¿Pamela lesbiana?”, le cuesta creerlo, pero la sola idea de su prima usando estos para pajearse o follarse a otras chicas lo pone más caliente que nunca. Finalmente se hace una paja ahí mismo y se corre sobre uno de los sostenes de Pamela.
Ella llega más tarde de lo habitual ese día y bastante apurada. Saluda a Sebastián con un beso y después se va a su habitación, él esta muy nervioso temiendo que ella se de cuenta de algo. Pamela se cambia de ropa y luego habla con su mama y con él, “esta tarde no vamos a poder salir, debo ir a la casa de una amiga a hacer un trabajo urgente y no volveré hasta la noche, lo siento”, él se ve algo decepcionado, “si quieres te puedo ayudar”, “gracias, pero no”. Pamela se despide de su primo con un beso y luego se va dejándolo con los crespos hechos.
Cerca de las 8 de la tarde Pamela llama a su mama y le dice que un hermano de su amiga la ira a dejar más tarde, ella pregunta por Sebastián y su mama le dice que se quedo en la casa todo el día, Pamela se lamenta por haberlo dejado solo hoy, en todo caso le vuelve a decir que cerca de las once estará de regreso. La mama de Pamela luego le dice a Sebastián.
Sebastián esta en su habitación, son casi las once de la noche y sus tíos duermen. Él ve televisión cuando el ruido de un auto lo alerta, se asoma discretamente por la ventana y ve un auto frente a la casa. Suponiendo que se trata de Pamela baja al living a abrirle, mira por una ventana y en efecto es ella, pero aun sigue dentro del auto. Él esta algo extrañado y más aun cuando este, con sus luces apagadas, se pone en marcha y da la vuelta hacia un callejón aledaño a la casa. Sebastián se pone sus zapatillas y un poleron y sale en silencio a ver que ocurre.
Como puede se trepa al cerco para tratar de ver, el auto esta ahí, pero no consigue ver mucho. Luego cambia de lugar y entonces ve lo que realmente sucede en el auto, Pamela esta besándose y siendo manoseada por aquel sujeto. Sebastián se queda impactado, con una mezcla entre excitación y envidia. Desde su escondite él sigue observando.
A Pamela le suben su polera y sus pechos se asoman, Sebastián se impresiona por el tamaño de los mismos, grandes y firmes. Aquel sujeto, que debe tener unos 20 y tantos años, se los masajea con fuerza, a tirones le sube la polera y le aparta el sostén. Aquel tipo se le encima y le chupa y lame sus pezones, Pamela lo carga contra sus pechos para que se los devore con ganas. Sebastián se percata como le soba el culo a su prima, desesperadamente busca abrirle los jeans y le mete una mano entre las piernas.
Sebastián ya no da más y saca su miembro que esta más duro que nunca y ahí, escondido en medio de la noche, se empieza a hacer una paja mientras en un auto se follan a su prima.
Pamela yace acostada sobre el, ella le ha abierto los pantalones y Sebastián la observa deleitarse con su verga. Ella la tiene entre sus manos, la frota y la acaricia para después pasarle su lengua, Sebastián ya se imagina a su miembro pasándose entre los labios de Pamela. Ella demuestra lo mucho que sabe de esto, le pasa su lengua como si se tratara de un helado, el mientras le tiene metida su mano en el culo, se lo soba y con sus dedos le aparta el calzón para jugar con su ano, a Pamela le encanta.
Sebastián se acomoda un poco para ver mejor, lo hace justo a tiempo para ver el culo de su prima, le han bajado los jeans y se aprecian unas nalgas perfectas y como le meten mano entre ellas y también para ver a Pamela recibiendo aquel miembro entre sus carnosos labios. Ella se la empieza a chupar, su cabeza se mueve hacia arriba y hacia abajo recorriendo aquel pedazo de carne, Pamela se saborea y se nota que tiene mucha experiencia en ello. Sebastián esta incrédulo y muy caliente mientras observa a su prima hacer una tremenda mamada, la chupa con ganas y se traga todo ese miembro en su boca.
A Pamela la hacen cambiar de posición, se pone en cuatro dentro del auto con su culo bien expuesto. Le lamen el culo y su coño, se ve como le pasa la lengua y el rostro de Pamela delata lo mucho que disfruta de estas ardientes caricias, le meten los dedos por ambos agujeros a la vez, Pamela se retuerce y sus pechos se mueven delatando la fuerza de semejantes caricias. Sebastián no oye nada, pero se da cuenta que Pamela gime como loca.
Algo le dice ella y pronto su pareja se pone tras ella con su miembro totalmente erecto, Sebastián no pierde detalle de cómo su ardiente prima es duramente penetrada, la tiene sujeta de las caderas y el observa aquel miembro entrar y salir del coño de Pamela, ella se mueve y sus grandes pechos se agitan, ella se los acaricia y se toca su clítoris mientras la cogen. Sebastián se pajea con todo esta más caliente que nunca y lleno de envidia, como le encantaría estar ahí dándole a su prima.
En el auto aquel sujeto se sienta a un lado, Pamela se la aprovecha de chupar nuevamente para luego sacarse los jeans y montársele encima poniéndole sus pechos en la cara. Pamela se le monta salvajemente, ella hace que le chupen sus tetas y Sebastián observa como es penetrada hasta el fondo, incluso ve como le meten un dedo incesantemente en el culo, como le gustar ahí dándole por detrás, pero por ahora se conforma solo con pajearse.
El auto se mueve delatando como follan ahí dentro, Pamela se lo monta ansiosamente, Sebastián jamás había pensado que ella pudiera ser tan fogosa como ahora se muestra. Pamela esta de espaldas en un asiento con el tipo encima dándole bien duro, ella lo abraza para hacer que la penetre con más fuerza. Sebastián de pronto observa como le dan a pamela una serie de fuertes acometidas y después el sujeto de mueve sobre ella, luego la ve cubierta en semen. Sebastián se corre de forma abundante manchando su pijama, nunca se había corrido así. Pamela chupa aquella verga hasta sacarle la ultima gota de semen que ella saborea.
Viendo que Pamela se esta arreglando Sebastián se regresa a la casa de inmediato. Casi se cae al entrar y eso lo demora un poco. Sebastián llega a su habitación y se tira en la cama haciéndose el tonto y que estaba viendo tele, al cabo de un instante aparece ella.
“¿Aun despierto?” le pregunta ella que se sienta en su cama, “si, es que estaba viendo tele, ¿terminaste tu trabajo?”, “si, fue difícil pero terminamos”, “¿te vinieron a dejar?”, Pamela sonríe, “el hermano de una amiga, fue super amable” dice ella. “Estoy cansada, me voy a dormir mañana nos vemos”. Pamela se despide de él y se va a su habitación, Sebastián se queda pensativo pero pronto comienza a matarse a pajas por causa de su prima a quien recién empieza a conocer.
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3 comentarios en “Relato erótico: “Conociendo a Pamela “(POR KAISER)”

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