Estado de shock, es lo mas parecido al estado en que me encontré los días siguientes al momento en que se descubrió todo, y como no, el día siguiente a mi cumpleaños, le estaba cogiendo asco a esa fecha, se descubrió, si, que Eleonor me iba a chantajear, para que dejara a Ana, con el ático, que Ana se había “prostituido” por grandes cantidades de dinero ofrecido por Eleonor, solo para demostrarme que Ana no me amaba, y que Lili no era la hermana de Eleonor, si no una amiga de su hermana fallecida, caída en desgracia por las drogas, todo eso sumado a que yo lo sabia desde casi el principio, desde que mi madre me advirtió, y por puro instinto la creí aun sin aceptar lo que me decía, puse cámaras y micros, lo vi todo, enterarme de que Eleonor le compró a Ana el derecho a follar conmigo desde el 1º día, de su treta con Lili para generarme una dependencia a mi que me obligara a ocuparme de ellas, de tomar a su abogada para poder esta bien informado de todos sus pasos, cada día, viviendo bajo el mismo techo de 3 mentirosas, manipuladoras y egoístas mujeres.

Las “Hermanas” colombianas me importaban una mierda, la verdad, salvo sexo no me aportaban nada, pero Ana……..Ana era otro tema, realmente la amaba, y solo por ella me mantuve en silencio, tenia las sartenes por el mango o todas las cartas en la mano, y aun así aguardé, manteniendo una fachada tan falsa e hipócrita como las suyas, en el fondo de mi corazón esperaba un final diferente, que Ana se derrumbara, que me lo contara, que fuera sincera y me pidiera perdón, pero cada día que pasaba la mentira se hacia mas fuerte, y a mi me dolía mas, hasta el punto en el que cuando nos fuimos al piso de NY, planeé revelarlo todo, contárselo a Ana y ver la reacción, tenia tanto miedo a perderla que estaba dispuesto a descubrir su mentira solo para que supiera que la perdonaría, que me daban igual sus infidelidades, que la quería hasta el punto de ser el calzonazos que la seguiría hasta el fin del mundo. Pero la rabia y el orgullo me había puesto un limite, el sonido de mi corazón al quebrarse viendo la 1º sesión de sexo con uno de los hombres maduros que Eleonor se traía a casa, y que no era la 1º vez que lo hacia, forzó una marca en mi mente por la que ella debía pasar, tenia que ser sincera y contármelo por propia voluntad, solo así podría volver a amarla sin reservas, pero no lo hizo, pese a mis intentos mas tenues u otros mas obvios, cuando regresó de Granada y tardé unos segundos en salir del coche en el aparcamiento, lloraba, al igual que cuando se lo pedí en la piscina horas antes de la llegada de la abogada, y me quedé fuera llorando al ver su tozudez. Guardaba silencio y con el paso del tiempo se me hizo fácil no quererla, como el final de una pila en una linterna encendida, parpadeaba hasta que se apagó, con todo perdido sabiendo que Eleonor me iba a enseñar su traición en unos instantes, se negó a decírmelo, prefería vivir en su mentira unos segundos mas que ser feliz conmigo con la verdad, y si esa era su decisión, yo no podría hacer nada, nada salvo intentar dejar de amarla.

No recuerdo bien del todo esos días, se que esa noche la pasé discutiendo, o mas bien siendo increpado por Ana, que mas que mostrarse avergonzada, era un volcán de rabia e ira, trataba de darle la vuelta a la situación, de mil maneras, buscando algún argumento lógico, o no, por el que yo estaba equivocado, al principio buscaba mi perdón, al final, cuando mi pasotismo la enfadó, me echaba la culpa de todo a mi, que la obligaba a ser mi novia y aceptar que follara con otras, y que no lo había soportado, visto ahora, quizá tuviera razón, no lo se, Lara, Alicia, Eleonor, Lili, todas las mujeres que iban detrás de mi…… y ella lo tenia que sobrellevar, pero cuando un hombre se fijó en ella, el profesor de la universidad, monté en cólera…….. si, es posible que hubiera sido injusto con ella y que no fueran las bases de una relación normal y saludable, pero tenia 19 años, y era el amor de mi vida, un millar de sensaciones me nublaban, no era del todo consciente de sus sentimientos, y puede que por el hecho de que me los ocultara, hubiéramos acabado así, de todas formas cuando la veía llorando y gritándome por la habitación, solo pensaba que era un berrinche, palabras vomitadas por la ira y la impotencia. Llegó a amenazarme, con no alejarse, con seguir cerca de mi y hacerme la vida imposible, manipularía, mentiría, no me dejaría vivir en paz, “si no res mío no serás de nadie” aseveró con frialdad, usaría a mi familia y a la suya, le daba igual todo, gritaba que me amaba tanto que no me dejaría nunca.

No se si me quería o era solo por arrebatarle algo que creía suyo, pero tuve que ponerme duro, sin alzar la voz ni ponerla una mano encima, mi tono se puso rudo y firme, la hice ver que no podía hacer otra cosa que hacerme caso, alejarse de mi, tenia videos de ella aceptando dinero por follar, aparte de ser un delito, nada me impedía, si me provocaba, subir los videos a Internet, y enseñárselo a todos sus amigos, amigas, la universidad, su familia….¿que opinarían sus parientes gitanos de aquello?, eso la derrumbó, soltó toda su rabia en un sollozo sin fin, comprendió que si quería, si me daba motivos, la destrozaría la vida, era una brillante estudiante, muy inteligente y con una gran carrera en lo que le diera la gana, pero un escándalo como ese la hundiría, mi interpretación fue colosal, se creyó que seria capaz de eso, y hasta puede que si Zeus aparecía, lo hiciera, pero no Raúl, no le haría eso, solo la dejaría pensar que si, desde ese momento Ana cambió su amor por odio, poco a poco, hasta que la apatía la envolvió.

Hay un dicho que circula a raíz de una serie, en el cual se dice “Las mujeres nunca se equivocan, incluso cuando se equivocan, llega un momento de la discusión en la que sorprendentemente vuelven a tener razón.”, mas o menos es lo que pasó esos días, si Ana era un volcán, Eleonor no os podéis hacer una idea, un agujero negro que absorbía todo a su alrededor, su mirada oscura parecía arrebatar la energía del universo, mientras Lili era como una planta, siempre en 2º plano sin abrir la boca, al 3º día me largué de esa casa, me estaba consumiendo y hasta me veía yo como el culpable de todo, quizá lo era, pero sentía que estaban logrando minarme la moral, y mi férreo carácter no lo permitió.

-YO: cuanto tiempo necesitáis para sacar vuestras cosas de mi casa.

-ELEONOR: ¿ya tiene prisa por echáramos a la calle?

-YO: si, pobrecilla, lo mismo os veo durmiendo en un cajero con unos cartones…- tenia al menos otras 2 casas en Madrid y 7 por el mundo, mas una cantidad de dinero que calculé, ente 500 y 700 millones de €, sin contar propiedades, su ex marido era muy hábil con los negocios y yo la di todo eso.

-ELEONOR: no se como puede hacernos esto, yo creía que nos quería……

-YO: yo solo quiero a Ana…..solo la quería a ella, siempre te lo dije, a ti solo te tenía aprecio, además follas bien.- mi tono era de sarcasmo hiriente.

-ELEONRO: desgraciado.- soltó una bofetada que me alcanzó de lleno en la cara.

-YO: si has terminado, quiero saber cuando os vais, me voy a ir unos días y no os quiero en mi casa al regresar.- las palabras “mi casa” le sacaban humo por las orejas.

-ELEONOR: en 1 semana se llevaran todo, y no tendré que volver a verte nunca, de tu niña no se nada, no me habla.

-YO: bien, pues ojalá no volvamos a vernos, por tu bien, ya hablaré yo con Ana, y recuerda nuestro trato – me miró con desesperación.

-ELEONOR: no te entiendo, te ofrecí el mundo…..- solo obtuvo una sonrisa y silencio.

Estoy seguro de que cometí un error monumental, sin Ana de por medio solo tenia que irme con Eleonor, y vivir quemando su dinero el resto de mi vida, y aun me sobraría para 3 vidas mas, el sueño de todos en realidad, vivir como un rey sin dar palo al agua, o ni siquiera eso, si detestaba a Eleonor no tenia que ir con ella, podría chantajearla de por vida, pero no me habían educado así, para lo bueno y para lo malo, tenia un estilo de vida, un carácter, un honor y un orgullo inamovibles, ”estúpidos ideales”, pensaba a menudo, mi padre tenia la culpa de eso, el y su educación clásica y férrea sobre la integridad y ser un buen hombre. Ahora no solo rechazaba una vida de lujo, si no que perdía a Ana por exactamente lo mismo, ¿los millones o el amor verdadero?, me las había apañado para que ahora perdiera a ambos por mi estúpido orgullo, y aun sabiendo que me arrepentiría, lo hice ¿y eso se supone que era ganar?

Por lo que se Eleonor y Lili se fueron un día sin despedirse, yo me fui al piso de la abogada unas semanas, me alojó encantada de tenerme entre sus piernas cada noche, pero tampoco recuerdo mucho de aquello, era una marioneta entre sus manos. Regresé al conocer la partida de Eleonor, vi las maletas y las cosas de Ana en la puerta del piso, siendo recogidas por uno de sus tíos de Granada, reconocí el coche abajo, aquel que con tanta ansia había estado esperando en la mudanza en mitad de la calle, ahora solo era la confirmación de nuestra ruptura, al verme su tío soltó las maletas y fue directo a por mi, me agarró de la pechera y me estampó contra uno de los armarios, si hubiera querido, creo que podría haberlo reducido, le sacaba media cabeza y al menos 15 kilos, pero solo me mantuve quieto, Ana apareció corriendo por las escaleras.

-ANA: no por favor, tío, déjale.

-TIO: este mierda te ha hecho daño, si estuviéramos en Granada la ley gitana de tu padre me daría derecho a hundir mi navaja en su vientre.- su acento cerrado era evidente, tenia parte gitana, y la verdad, sus ojos me asustaron, parecía dispuesto a hacerlo.

-ANA: pero no estamos allí, por favor, suéltalo.- no se muy bien si quería protegerme a mi de el, o a el de mi, si seguía azuzándome contra el armario no me quedaría quieto mientras me apuñalan, pero logró que me soltara, cogiera las maletas y saliera del piso amenazándome, por lo visto, si paso por Granada me puedo dar por muerto.

-YO: siento la molestia, creí que ya no habría nadie.

-ANA: por poco, me voy ya, mi abuela me ha dicho que puedo volver a casa, he logrado plaza en la universidad de Granada, por lo visto no hay tantas peticiones como aquí jejeje.

-YO: me alegro por ti, espero que se te de bien el cambio.

-ANA: yo también, no puedo permanecer en Madrid, no con mi familia sabiendo lo nuestro y ahora esto, es lo mejor para todos, ya me despedí de todos, Lara se queda en el piso de estudiantes.

-YO: ¿que es lo que tu familia sabe exactamente?

-ANA: que rompemos, sin mas, por que no me he aclimatado bien aquí, y pese a que he tratado de no echarte la culpa de nada por nuestra ruptura, ya ves que no se lo han tomado muy bien, no saben nada mas, y creo que no quieren saber mas.

-YO: y así será –sin decir nada mi amenaza quedó clara, “así será…..si cumples tu parte”- entonces esto es el adiós.- la abracé con puro sentimiento, sintiendo su cuerpo, sus senos y su olor a coco por última vez, ella me correspondió.

-ANA: no tendría por que serlo…..- susurró en un último intento.

-YO: lo es, mi pequeña, lo es.- nos dimos un último beso, su boca y la mía se juntaron con una ternura horrible, antaño esos carnosos y tentadores labios ahora me sabían a dolor y despedida.

-ANA: adiós amor.- sollozó antes de agacharse a coger su bolso, una mochila y se alejó por la puerta.

-YO: adiós peque…..- mascullé entre dientes al ver su figura desvanecerse por el pasillo por mis lágrimas.

Fue la ultima vez que la vi en persona, mantuvimos el contacto, al principio frío y por 3º personas, nuestras familias que ya no eran tan cercanas, dejaron de venir en Navidades y salvo momentos importantes nada nos unía, luego algo mas directo con las redes sociales, Ana siguió sus estudios, se sacó un doctorado en ciencias medicas, con algunas parejas eventuales, al par de años se fue de Erasmus por Europa, volvió con un novio Danés, por lo que presumía iba para genio de la medicina, pero que dejó sus estudios, su país y su familia para venirse a España con ella, y por lo que se, aun siguen juntos, desde luego, si fuera Danés o de otro planeta, y me encontrara a una mujer como Ana y lo bien que hacia el amor, también hubiera abandonado todo para ir tras ella, ¿Por qué, si pensaba así, la dejé irse?. Obligué a Eleonor a borrar todo lo que tenia en contra de Ana, como parte del pacto, y yo hice lo mismo, aunque obviamente ella no lo sabe, jamas le dije a nadie nada, ni a mi familia, que me arroparon lo que pudieron.

Huía de mi madre, que durante un tiempo me culpó o mas bien se vanaglorió como solo una madre sabe hacerlo después de que el tiempo la de la razón, “ya te lo dije, esto no era buena idea”, después de la fase en que se echaba flores a si misma, llegó el interrogatorio, me conocía lo suficiente como para saber que si me fui con Ana por encima hasta de ella, fue por un fuerte amor, y que si cortaba con ella, era por algo igual de importante, como es lógico no se tragó lo de la aclimatación, aunque de cara a los demás lo aceptaba, sobretodo de cara a la familia de Ana, pero sabia que algo había de fondo, no me molesté en tratar de mentirla, era inútil, así que solo la dije la verdad. “La quería, la quiero y la querré siempre, pero me he sentido traicionado, hasta el punto en que no puedo perdonarla.”, una verdad a medias era mejor que una mentira elaborada, como os dije, mi padre me enseñó eso de mi madre hacia mucho, si ella me conocía, yo igual a ella. Llegado a ese punto, mi madre ya sabia que no sacaría mas de mi, sabia que había pasado algo gordo, y sus teorías fueron evolucionando hasta que al final se convenció ella sola de que yo había empujado a Ana a engañarme, por duro que parezca oírselo decir a tu madre, tenia sentido, Ana de cara a todos era un sol de mujer, dulzura y cariño, mientras que a mi ya me había visto con muchas chicas y tenia cierta fama ganada a pulso, era fácil pensar que yo era un mujeriego y las mujeres siempre tienden a 1º pensar mal del hombre que de la mujer, así que yo, de algún modo, lo había provocado todo. La dejé pensar eso, incluso siendo recriminado con su mirada y sus palabras, a mis ojos era mejor que pensara eso, a saber la horrible verdad.

Pase una semana solo en la casa, no me importa reconocerlo, llorando de rabia, de dolor y de amor, me descubría sentado en el sofá con el móvil en la mano y el numero de Ana marcado, pasaba tiempo ausente, tan pronto era de mañana, como al alzar la vista era noche cerrada, dejé de hacer ejercicio y de salir de casa, la compra seguía puntual llegando cada 2 días, y Luz, la criada de Eleonor, fue sustituida por otra, Luz se fue con su señora y a mi me puso a una Rumana, rubia de ojos claros, de unos 30 años, no sabia hablar mucho el español y su nombre me sonaba impronunciable, así que al final acordamos que se llamaba “Dani”, una abreviatura de su nombre. No me molesté mas en ella, yo era un fantasma que vagaba por la casa, negando lo ocurrido, aquello no podía ser real, no podía estar pasando, incluso falté un par de días al trabajo, aludiendo un resfriado, pero en realidad estaba descompuesto por dentro, sentía un dolor agudo en la boca del estomago que subía hasta el pecho, apenas comía nada, y las pocas veces era cuando pasaba por casa de mi madre, obligado por ella, descuidé mi imagen, la barba era poblada y el pelo de mi pecho creció un poco. Al enterarse de la ruptura, sin mas detalles, Teo, Manu, Alicia o Lara acudieron a distraerme, Lara fue con intenciones claras de aprovechar la salida de Ana para ocupar su lugar en mi lecho, aun sentía algo por mi, pero al ver mi estado se le pasaron de golpe. Mi madre, preocupada, llamó a Irene, mi 1º novia, por alguna razón seguían manteniendo una buena relación entre ellas al margen de mi, fue agradable volver a verla, y fue de las pocas que entendió por lo que estaba pasando, incluso Teo o Alicia, que habían cortado una larga relación hacia poco, no terminaban de comprenderme, aquello había sido amistoso y de mutuo acuerdo, lo mío fue un corte de raíz obligado por mi parte. Hasta Eli me llamó consternada, ni sabia como se enteró, pero nada me consolaba, o me hacia reaccionar, pasaba los días recordando a Ana, si, el sexo había sido genial, la 1º vez en Navidades, desvirgarla, la larga espera a su regreso, volver a tomarla, el fin de semana en el hotel de la sierra, el vestido negro, los corpiños elásticos, follárme su culo, ver como cada día mejoraba en el sexo, la inclusión de Lara, Eleonor, los aceites, sus labios, su larga melena y el olor a coco, si, todo aquello me pasaba por la cabeza, pero eran aquellos momentos dulces los que me hacían temblar de emoción, las primeras veces que dormimos juntos haciéndome el dormido mientras ella, inocente, se metía mi polla entre los muslos para buscar mi calor, los paseos por el parque, sus abrazos largos al encontrarnos después de mucho tiempo, su forma de agarrarse a mi brazo cuando tenia frío, como me comprendía casi sin mirarla, como llegó a conocerme mejor que yo mismo, y yo a ella. Todo para nada, ahora apenas eran recuerdos a los que me aferraba, todo eso me enfadaba, tenia ataques de ira, destrocé un sofá a puñetazos y patadas, hasta que me hice daño en una pierna.

Pasados unos días volvía a negar la situación, pero ahora realmente calculaba y pensaba, si llamaba a Ana podría volver con ella, estaba seguro, si le ofrecía volver y seguir donde lo dejamos, o puede que si Eleonor aun estuviera enamorada de mi le pudiera negociar unas condiciones para volver a sus brazos, pero todo eran elucubraciones en mi mente, nada reales o plausibles, lo había tirado todo por la borda, cuando comprendí el fracaso de mis acciones, que bien o mal intencionadas, me habían llevado a ese punto, simplemente me desvanecí, como un azucarillo en el café, caí en una depresión tan estúpida como real, nunca entendí a los que se deprimían, mi carácter, pese a malos tiempos, siempre era en contra de esa afección tan inútil, pero allí estaba, sentado delante de una TV apagada viendo mi reflejo, el de un persona deprimida y sola, era yo, comprendiendo que había perdido al amor de mi vida por mi vanidad. Mi padre insistió en que acudiera a un psicólogo, pero no me hacia falta, sabía perfectamente que me pasaba, había leído suficiente como para saber que estaba pasando por las fases de de una situación sin control, negación – ira – negociación – depresión, solo me quedaba el ultimo paso, la aceptación, y no necesitaba a un charlatán que me cobrara 200€ la hora para saberlo.

1 mes desde que Ana se marchó, me di una ducha fría que reactivó mi cuerpo, me planté delante del espejo con la maquinilla de afeitar y me di un buen repaso a la barba, era larga y espesa, con restos de comida y sarpullidos que siempre me salen cuando me la dejo larga, herencia de mi querido padre, el after safe me hizo soltar un grito de escozor, me dejé el pelo del pecho, me gustó como quedaba, sin ser tupido me parecía atractivo. Me puse algo de ropa de deporte que me quedaba justa, había ganado volumen por la vida sedentaria que llevaba, y salí a correr, odio correr, incluso cuando lo hacia a diario llevado por la dopamina del cerebro, el simple hecho de dar vueltas corriendo sin un objetivo mas allá que el de correr, siempre me pareció estúpido, pero era mejor que quedarme en casa lamentándome de mi mierda de vida, lo hice sin cronometro, sin aparato de música, ni pulsómetro, ni mirando una ruta en el PC, no me marqué metas, ni puse un tope estudiado, simplemente, corrí, 1º mi calle, la manzana, acudí a un parque cercano, lo atravesé, llegué al Manzanares, lo crucé, seguí corriendo hasta llegar a la casa de campo, no se como, debería de estar echando los pulmones por la boca de la inactividad, pero me sentía muy pesado y solo seguir corriendo parecía hacerme ligero, cada vez que mi cuerpo se resentía me forzaba un poco mas, sentía que si paraba me volvería a encerrar, la oscuridad me seguía y si paraba me alcanzaría, tenia que soltarlo todo y seguir corriendo. Lo hice mas de 14 kilómetros, hasta llegar a las afueras de Madrid, temía acabar como el pobre Forrest Gump y dar vueltas por España con una legión de seguidores subnormales sin anda mejor que hacer, pero no, llegando a la zona militar de la carretera de Extremadura, mi cuerpo dijo basta, caí cobre una barandilla en un paso elevado de peatones y vomité varias veces, me ardía el pecho y mi estomago parecía de lava, me senté en el suelo tratando de no perder la consciencia, volví a vomitar, todo eran restos de pizza, hamburguesas y comida basura, todo de un color anaranjado de los ganchitos de queso en que se había basado mi dieta esos días, y me quedé así, tirado en el suelo al lado de un charco asqueroso de los restos de mi estomago, mirándolo atónito como si eso no fuera mío. Alcé la vista al ver como un coche militar se paraba a mi lado, y salían un par de hombres uniformados, al verme me atendieron amablemente, no lograba soltar palabra alguna, así que me metieron en el coche y me llevaron al interior de la casa del aire, ubicada por esa zona, me llevarían a la enfermería y me dejarían allí, lo imagino por que no lo recuerdo, me dormí, creo que me dieron algo, pasaron un par de horas hasta que me desperté en una camilla de la enfermería, estaba totalmente solo, oía de fondo algo de ruido y palabras entre susurros, al moverme tiré de un cable y una maquina empezó a pitar, el sonido era irritante, pero enseguida acudió una enfermera a apagarlo y ponerme la mano en el pecho.

-ENFERMERA: tranquilícese, no se mueva, aun esta muy débil.

-YO: ¿donde estoy?

-ENFERMERA: esta en la enfermería de la base de entrenamientos del ejército del aire, dígame, ¿como se llama?

YO: Raúl xxxxx xxxx

-ENFERMERA: y dígame a que día estamos.- dudé, realmente no lo sabia, llevaba semanas sin mirar el calendario, sin darme tiempo a responder me abrió los párpados y me enfocó con una luz.

-YO: mediados de septiembre, no lo se exactamente, ¿que me ha pasado?

-ENFERMERA: los del puesto de guardia de la entrada te vieron en el suelo, vomitando y desorientado, te han traído aquí, has sufrido una deshidratación grave, te hemos puesto un suero y algo para estabilizarte, tenias el corazón a punto de reventar.- me recosté ahora mas tranquilo.

-YO: dios, lo siento, estaba……- tenia la boca seca y no me salían las palabras.

-ENFERMERA: ¿corriendo?

-YO: huyendo más bien.

-ENFERMERA: ¿de que? si puede saberse

-YO: de mis propias decisiones….. –soltó una carcajada.

-ENFERMERA: eres demasiado joven como para tener decisiones de las que huir así.- por fin pude enfocar los ojos, vi a una enfermera rechoncha, morena y con un par de tetas que resaltaban debajo de la bata, con gafas y la cara redonda, ocultaba su mirada en unas gafas de contacto, no debería de pasar de los 28 años.

-YO: pues así es, ¿tienes algo de agua? Estoy seco.- cogió un vaso una jarra de una mesa al lado de la camilla, bebí tanto que hasta ella me quitó el vaso de la mano.

-ENFERMENRA: tranquilo, no te pases, no es bueno para tu estomago, ¿como te encuentras?- puso el dorso de una mano en mi frente, y luego me cogió de la muñeca mirando su reloj de pulsera.

-YO: bien, algo mareado y el estomago me ruge de hambre, pero mucho mejor, gracias.

-ENFERMERA: bien, eso es buena señal Raúl – sonrió mirándome a los ojos, eran de un avellana muy tenue- y si no es indiscreción, ¿que hace que un joven como tu salga corriendo para terminar aquí, hasta le punto de desvanecerte?

-YO: lo único que hace correr a un hombre, el mal de amores.- volvió a soltar una carcajada.

-ENFERMERA: no creo que ese problema te dure mucho – me acarició la pierna por encima de las sabanas antes de retirarse diciéndome que me quedara tumbado una hora mas, y quitándome un frasco de suero vacío.

Fue entonces cundo me di cuenta, levanté las sabanas y estaba con un bata de la enfermería, SOLO con la bata, sonreí al darme cuenta de que aquellas palabras de fondo y la carcajada de la enfermera tenían un nexo, ya me había visto desnudo y mi polla era demasiado reclamo, aquella enfermera se había mostrado demasiado gentil para ser un desconocido que ha ido a molestar a su trabajo, sonreí levemente, de nuevo me encontraba en la camilla de un hospital, y de nuevo una enfermera me había visto la polla y se mordía el labio cada vez que pasaba por mi lado para preguntarme como estaba, los giros que da la vida me habían devuelto a una situación familiar, desde la que poder renacer cual ave fénix, de golpe lo vi todo claro, como podía haber sido tan necio, no iba a dejar que mi vida se fuera al garete solo por que Ana me hubiera traicionado, fue ella la que decidió, me conocía lo suficiente como para saber que esto pasaría, así que en el fondo no me quería, o no lo suficiente, no merecía mas tiempo de luto.

-ENFERMERA: bueno, ¿como vas Raúl?- su contoneo era inusual, poco profesional.

-YO: mucho mejor, gracias a ti preciosa, perdona mi falta de modales, no se como te llamas……- sonrió de forma agradable.

-ENFERMENRA: soy Alba, encantada.- extendió su mano la cual apreté con dulzura, pero sin soltarla, dándome un enjuague a menta para el mal sabor de boca.

-YO: eres mi salvadora, Alba, muchas gracias.- se sonrojó mientras hacia gárgaras con la garganta.

-ALBA: no es nada, pero has de tener cuidado, no puedes salir a correr así, sin agua y ese moretón en la pierna- lo tenia desde que partí una tabla del sofá a patadas, irrelevante ahora, ella tampoco hacia ademan de apartar la mano.

-YO: si tengo que hacerlo cada día para que me traigan a tus manos, lo haré encantado.- su risa sonó sencilla y alegre, sentía el frescor a menta en mi boca al echarlo de nuevo en el vaso y secarme con una servilleta.

-ALBA: jajaja no seas bobo, te ha podio pasar algo.

-YO: pero no me ha pasado nada, además, así te he conocido, y te he dado algo de trabajo, ¿esto esta siempre tan animando?- miré alrededor, había otras 7 camas, todas vacías, y salvo alguna sombra tras las puertas del fondo, no había rastro de nadie más.

-ALBA: pues la verdad es que si, gracias a dios solo trato resacas y peleas de bar, y eso los fines de semana, entre semana esta así, estamos solos….- esa afirmación sin ser pedida, era clara, quería que lo supiera, y que me hubiera dado un enjuague era mas claro aun, no quería besarse con sabor a acetona en su acompañante.

-YO: pues una pena como se malgasta tu talento, eres una gran medico, yo ya estoy como un toro, mira.- salté de la camilla y me puse en pie con la bata cubriéndome desde el pecho hasta las rodillas, y mi polla haciéndose notar entre los dobleces.

-ALBA: jajjaj anda ten cuidado no te hagas daño.

-YO: me siento vivo, podría irme a correr hasta casa, ¿donde esta mi ropa?- sin ningún rubor bajé los brazos y dejé caer la bata al suelo, quedando desnudo ante ella, intentó taparse con una carpeta que tenia en la mano- no seas boba, alguien me ha tenido que quitar la ropa, ya me has visto desnudo, y eres mi medico.

-ALBA: bueno…ya…pero esto es otra cosa, tápate por dios que te vas a coger un resfriado, y de correr nada hasta que este segura……- me acerqué a ella y la abracé con fuerza de la cintura, la pegué a mi cuerpo de forma que apartó la carpeta, sus senos se elevaron por mi pecho y su mirada se alzó para admirar mi cara – ¿que…que haces?

-YO: ¿a ti que te parece?, si no me dejas salir a correr, en vez de un resfriado, te voy a coger a ti.- bajé mis labios para besarla, no apartó la cara ni por un segundo y al sentir mi boca abrió la suya con gusto, sentir su lengua en la mía me hizo vibrar, soltó la carpeta que cayó al suelo junto a sus gafas y me acaricio el pecho y los brazos.

-ALBA: esto no esta bien, no debería….- se calló al ver como mis manos desabrochaban su bata blanca y masajeaban sus senos por encima de una blusa gris, eran realmente grandes, al alzarlos y apretarlos sus labios se mordieron con fuerza.

-YO: te voy a hacer mía, aquí y ahora.- la besé con furia, a lo que respondió con pasión, cerrando los ojos y acompasando su cuello con cada embestida en sus labios.

Fui bajando hasta meter mis manos por debajo de la blusa, se abrieron paso hasta su sujetador y acariciaron con suavidad, oyendo sus jadeos, mi polla estaba como una piedra, casi 1 mes sin follar, en secreto temía por lo que iba a ocurrir, me palpitaba en su falda, era larga hasta por debajo de la rodilla, al acariciar su vientre sentía la presión de la tela en su ombligo, sin duda la prenda era una o dos tallas mas pequeñas que las que tenia que usar, le sobraban algunos quilos pero no era relevante para mi, era mi pistoletazo de salida. Se arrodilló besándome el cuello, el pecho y acariciando mi vientre marcado de músculos que vieron mejores tiempos, se quitó la bata blanca de medica y agarró mi polla entre las manos, no se sorprendió, sin duda ya la había sentido entre las manos, pero ahora estaba tiesa apuntándola, casi nerviosa le dio un 1º lametón al glande, tiró de la piel de mi polla hacia atrás para descubrirlo entero y ahora si chupar la punta, con mas maestría de la que esperaba, fue engullendo mi rabo con ritmo, sus manos permanecían quietas, soportando el peso, dando pequeños lengüetazos al tronco y jugando con mi glande golpeándose la mejilla, sonaba contundente, como un martillo contra un yunque, luego volvía a chupar.

-YO: que bien la chupas Alba.

-ALBA: lo mismo dice mi marido.- siguió chupando como si nada.

-YO: ¿estas casada?

-ALBA: claro, mi marido es militar de esta base- lamió mi glande mirándome a la cara.- ¿quieres que pare?- continuó chupándomela, la noticia me pilló en frío, si se enteraba su marido me podían pegar un tiro allí mismo, y mi conciencia no estaba tranquila, pero ya estaba harto de ser un niño bueno, eso me había costado demasiado, y la verdad, me la estaban comiendo de cine.

-YO: continua- sonrió golosa, se hartó de comer polla cuanto quiso, pero sin masturbación, ni siquiera 1 mes después de follar a la abogada por última vez, me sacó un gemido.

La puse en pie, y la volví a besar, la cogí de la blusa y se la saqué por la cabeza, atacando sus senos con la boca, eran enormes, incluso sujetados por la copa de su ropa intima, rebosaban, se las saqué sin desabrocharle el sujetador quedándole por debajo de ellos, y chupé sus enormes pezones rosados con lujuria, mientras mis manos levantaban su falda hasta alcanzar sus bragas, tiré de ellas hasta dejárselas por los tobillos, la agarré del culo y la levanté para sentarla en la camilla, me eché sobre ella trabajándole la tetas mientras ella me aferraba la cabeza contra sus senos, una mano fue a su coño, peludo , caliente y choreando, metí mis dedos en su vagina sin piedad, al sentirlo se estremeció, tiró de mi pelo, pero sonreía viciosa, la masturbé frotando su clítoris, haciendo que su cadera siguiera el ritmo de mi mano, gemía levemente mientras seguía comiendo de sus tetas, no daba para tanta carne, cuando 3 dedos la follaban, sentí que ya no aguantaba mas, jugué con mi glande en su coño, notando como ella temblaba ante la idea de que mi verga enorme apuntando a su cueva la ensartara. Sentir la punta abriéndose paso, la forzó a taparse la boca, y menos mal que lo hizo, noté como la iba abriendo las paredes vaginales y ella gritaba ahogada entre los dedos, casi sin poder contenerse, su mano apoyada en mi espalda clavó las uñas con fuerza, mordí ese brazo por que me hacia daño, de inmediato llevó la mano a mi pecho para pararme y luego se tapó la boca con ambas manos, se retorcía mirándome a los ojos con impresión. Yo reía al ver que solo le había metido media polla, pero me fue suficiente, agarrando de su cintura comencé a follarla de forma lenta y suave, sintiendo su calor y la presión en mi miembro cada vez se hacia menor y el ritmo aumentaba, los gritos ahogados pasaron a ser besos lascivos y palabras calientes, gemía de placer al sentirme dentro y cada vez entraba mas, sus anchas caderas fueron abriéndose hasta tenerme casi entero dentro de ella por completo, a un ritmo frenético que la tenia en silencio, conteniendo la respiración sujetándose con ambas manos a mi cuello mientras la follaba de forma calmada, a mi Ana o Eleonor eso le parecería un insulto, pero a esa mujer le estaba derritiendo, se puso roja como un tomate y aguantó el aire en sus pulmones hasta que los soltó con un bufido enorme, se corrió como creo que nunca había sentido, su rostro se dibujaba confuso y tenso, pero se arqueó de espaldas dejando que la oleada de sensaciones la llenara, descansé un poco, ella lo agradeció.

-ALBA: ¡¡¡madre mía!!! ¡¡¡Que bien follas!!! El imbécil de mi marido nunca me ha hecho correrme follándome- jadeaba como hablándose a si misma, jadeando sobre la camilla.

-YO: no te asustes, aun tengo más para ti, tengo la vasectomía hecha, así que cuando te llene el coño de mi semen, disfrútalo con gusto.- me besó casi sin haber prestado atención, con lengua y de forma voraz.

La saqué de ella, la di la vuelta y la dejé echada sobre la camilla con el culo ofrecido, levanté la falda de nuevo y la penetré el coño desde atrás, soltó un alarido leve, cogió la almohada y se tapó la cara con ella, la agarré de la cintura y la follé a mas velocidad que antes, sacándola varios orgasmos, se retorcía como una anguila al sentir su interior chorreando de sus emanaciones, mientras yo seguía bombeando hasta que 20 minutos después me corrí con una cantidad enorme de semen, el frenesí final la sacó 2 orgasmos seguidos mas que la hicieron gritar dándola igual quien oyera, sentía los latigazos de mi rabo llenándola, la saqué de ella y seguí corriéndome en su culo y su espalda, ella cayó a mis pies y logró chupar y meterse en la boca las ultimas gotas de mi semen, lamiendo mi ya flácida polla hasta dejarla seca, estaba como hipnotizada, con los ojos cerrados y acariciando la parte interna de mis piernas.

-YO: ¿que haría tu marido si te viera así?

-ALBA: nos mataría, seguro, pero me da igual.

-YO: ¿a que hora sales?

-ALBA: puedo irme cuando quiera, solo estaba aquí por ti, duermo en los barracones pero mi marido esta fuera desde hace meses y no vendrá en mas de un mes.- ahora comprendía su necesidad y lo sola que se debía de sentir.

-YO: ¿que te apetece si te invito a cenar?, tengo hambre, así me llevas a casa y allí terminamos esto.- estaba famélico realmente.

Asintió encantada, la ayudé a ponerse en pie y metiéndola mano por mil sitios nos dimos una ducha rápida y nos vestimos, cogió su coche y la llevé a un restaurante chino que conocía, cenamos y hablamos, nos conocimos un poco, pero ella no podía apartar de sus pensamientos mi polla, la acariciaba con un pie por debajo de la mesa, jugaba con cualquier elemento de la mesa o comía con una sensualidad hilarante, descubrí que el cerdo agridulce se puede comer de forma sexi. Fuimos dando un paseo hasta mi casa, que raro sonaba “mi casa”, al ver el edificio Alba reía, subiendo en el ascensor se atrevió a hablar.

-ALBA: ¿vives aquí?

-YO: claro, ¿donde te voy a llevar si no?- no entendía su incredulidad.

-ALBA: pero esto es carísimo.- su mirada me indignó, pero ciertamente mi forma de hablar y comportarme no eran las de un niño rico, no casaba con el lugar – ¿vives con ….?

-YO: ahora vivo solo, he tenido una ruptura dolorosa hace un tiempo.- al llegar arriba la dejé pasar por cortesía, abrí la puerta y encendí las luces, ver su cara fue un poema, admiraba asombrada, como si fuera una cría en una noria, al ver la piscina corrió hacia la terraza, se giró indicándomela- si, ya se que tenemos piscina, vivo aquí, ¿recuerdas?

-ALBA: pero……… ¿eres rico o algo así?

-YO: que va, solo he tenido algo de suerte con……una herencia.- se me escapó una carcajada al decirlo, ella ni lo notó, salió disparada a mis brazos, a besarme con pasión.

Me estaba desnudando y antes de darme cuenta la tenia comiéndome la polla, la miré extrañado, que facilidad para calentarla, hasta que mi mente quiso darse cuenta, un ático en el centro de Madrid de 2 pisos con piscina en la terraza………..era un “abrepiernas” yo podría ser el gordo de antaño que solo con la casa ya me follaría a la mitad de las mujeres que entraran allí, y no me había dado cuenta, puede sonar machista o retrogrado, pero comprendí que cualquier mujer que viera ese piso se abriría de piernas tan rápido como la velocidad del sonido, y si es conmigo desnudo, a la de la luz.

Se desnudó también, esta vez por completo, y me hizo una gran cubana con sus grandes tetas, cuando se cansó se puso en pie y agarrando de mi rabo como una correa me llevó a la piscina, aquel lugar tenia algo mágico, nos quedamos en la orilla conmigo masajeando sus ubres con tenacidad, con la polla tiesa de nuevo, se lanzó al agua, y yo la seguí, ya en el agua se pegó a mi cuerpo, sintiendo mi miembro aplastarse contra su vientre, y sus pechos húmedos fueron a mis labios, los chupé y mordí hasta sacarla un gemido de placer, sus manos acariciaban mi torso y mi vientre en busca de mi rabo, que alcanzó sin dificultades y masturbó levemente mientras echaba la cabeza hacia atrás, gimiendo al sentir mis dientes en sus rosados y erectos pezones, al dejarlo llevó sus labios a mi boca, besando con energía, casi me arranca un mechón de pelo de tan fuerte que tiraba, de un salto se acopló a mi cintura rodeándome con las piernas, la sujeté de las nalgas mientras daba vueltas por la piscina, danzábamos al son de una música imaginaria, besándonos con lengua, jugando a ver quien llegaba mas lejos.

-ALBA: siempre he querido que me follaran en una piscina.

-YO: pues estas de suerte.- agarró de mi cara para volver a besarme, se elevó usando mi cuerpo como ancla y con una mano dirigió mi polla a su coño, fue bajando lentamente hasta sentir como la volvía a abrir, esta vez fue mas rápido.

Fue bajando lentamente, aguantando el esfuerzo con una cara rígida y bañada en placer, le abrí bien las nalgas para que sintiera cada milímetro penetrándola, cuando casi llegando abajo di un golpe de cintura fuerte que hizo meterla toda dentro, se retorció como una gata salvaje, se abrió de piernas y arañó mi espalda allí donde tenia apoyadas sus manos, pero me volvió a besar y rodearme con sus extremidades.

-ALBA: eres un bestia, que pedazo de polla tienes, no se quien era pero si te dejó escapar es una imbécil.- sus palabras, queriendo ser de animo, me llenaron la mente de recuerdos, en esa misma piscina me había follado a Ana tantas veces que había perdido la cuenta.

De forma brusca la llevé a una de las paredes y apoyándola contra ella, inicié el vaivén típico, con furia en los ojos, ella acompañaba cada embestida elevando su cuerpo hasta casi sacar la cintura del agua, al bajar sus pechos quedaban sumergidos, al salir empapados con ríos de agua surcándolos los lamía, fue aumentando el ritmo hasta que su enormes tetas cedían a la inercia y botaban ante mi, hacían un sonido muy peculiar al golpearse contra el torso y el agua a la vez, pero ella ya no se movía, los pocos giros de cadera que había empezado se acabaron cuando mi continuidad la mató, se puso roja otra vez y rompió a gritar con un orgasmo brutal, se echó para atrás tanto que casi se tumbó en el borde de la piscina, yo besaba su vientre y acariciaba su clítoris, aun bajo el agua, sin parar de perforar una y otra vez, sentía recobrar el sentido de mi vida con cada bufido de Alba, cada salpicadura que la bañaba su cuerpo me hacia retomar el control, para cuando se volvió a correr yo ya era dueño de nuevo de mi destino, agarré sus tetas y aumenté el ritmo hasta correrme mas de 30 minutos después, ella gritaba y se movía inquieta al sentir cada orgasmo, se corrió hasta sentir un chorro que noté golpeando en el vientre, su cara de incredulidad me llevó a pensar que también era la 1º vez que alguien la hacia correrse así, y al sentir mi semen goteando en el interior del útero, golpeó a su vez mi pecho con fuerza.

-ALBA: dios santo, ¿es que tu no tienes fin?

-YO: no lo sabes tú bien………. todavía…….

La sujeté por la cintura, y aun rodeándome con los pies, la saqué del agua, con una fuerza enorme que la sobrepasó, la dejé en el suelo cuando se hartó de besarme, se dio la vuelta y se pegó de cara a la puerta de cristal corredera entreabierta.

-ALBA: se que me dolerá, pero……… ¿que te parece follarte mi culo?- se abría de nalgas contoneándose.

-YO: ¿que me parece?- me fui a por ella empotrándola contra el cristal, sus tetas mojadas hacían marcas en el vidrio.- que te voy ha hacer pedir piedad- la sobé por donde quise sin dejar de empujarla contra el cristal.

Cuando ya la tenia dura de nuevo ella se giró sorprendida ante mi recuperación, pero la empotré contra el cristal de nuevo, apunté a su ano con mis dedos y fui jugando con el hasta penetrarla con varios dedos, sin duda no era su 1º vez, pero eso no cambió que al sentir mis dedos se estremeciera de gozo. Al verla lista y sacando la cadera puse mi polla en su ano, parecía desorbitado que entrara, pero de un estoque el glande entró, ella coceó con fuerza y se mordió el puño, la tomé del pelo y tiré de el, forzando su ano poco a poco, sollozaba al verse impotente ante tamaño desafío, pero aguantó como una jabata hasta tener medio rabo dentro, se acariciaba el clítoris con lujuria, pero al dar el golpe de cintura final dio un salto y un grito a la vez, apoyada contra el férreo cristal blindado se fue deslizando hasta volver a posar los pies en el suelo y sentir toda mi verga abriéndola, fui gentil y la dejé así unos minutos, hasta que ella se movió, la presión era brutal, era como tenerla rodeada de 200 gomas elásticas, al sacarla se venció hacia mi, la tuve que sujetar para poder sacar media polla y sin piedad volver a meterla, tosió entre risas.

-ALBA: ¡¡OH DIOS…..QUE GUSTO……FOLLAME CABRON………….. ÁBREME EL CULO COMO MI MARIDO NO SE ATREVE!! – arañaba el cristal con las uñas.

No tardé en empezar a follarla a gran velocidad, sus movimientos acompasaban los míos hasta que el ruido de mi pelvis golpeando en sus nalgas parecía mezclarse, el final de uno con el comienzo del otro, ella gimoteaba cosas lascivas, muchas relacionadas de la comparativa con su marido, mientras no sabia si acariciarse el clítoris o abrirse las nalgas, tan fuerte golpeaba que se puso de puntillas para recibir mejor mis acometidas, sujetándola de las caderas fui desatándome hasta oírla balbucear, tenia la boca abierta y soltaba aire por puro instinto, un hilo de baba la caía desde la boca hasta los senos, y solo repetía “auhhh……… sigue………. auhhhh”, eran como los sollozos de un bebé antes de romper a llorar, y con los golpes de mi cintura era como oír hablar a una oveja, balaba mas que hablar. Con el paso de los minutos se puso roja entera, no solo la cara, aguantó la respiración y con unas embestidas brutales la saqué lo que era seguro su 1º orgasmo anal, estalló con voces estrepitosas golpeando con la palma la pesada puerta de cristal, taconeando en el suelo aun de puntillas, usaba la puerta como apoyo para tratar de zafarse de mi, se lo impedí, la agarré de las tetas y tiré de ella hasta dejarla de pie en mitad de la terraza, en mitad de la nada, conmigo percutiendo sin descanso en su trasero, levantaba una pierna buscando algo de comodidad pero gimiendo de gusto, hasta que alzó ambas piernas, teniéndola agarrada de la tetas presionando su espalda contra mi pecho y con mi cintura de palanca fue sencillo segur follándome su culo con ella colgada del aire, dando patadas al vació, cuando volvió a suelo se echó hacia delante al romper en el 2º orgasmo anal, sollozaba aun cuando la sujeté de los brazos y tiré de ellos hacia atrás, como asas, con ella inclinada hacia delante saqué a la bestia, estaba desatado, la tenia medio esposada con las manos atrás usando sus brazos de riendas y follándome su culo, rojo de los golpes de mi vientre, la azoté con fuerza en las nalgas para que sintiera mi poder, pero no hacia falta, estaba con la cara congestionada, la boca abierta y llenando el suelo de saliva, mientras gimoteaba, al 3º orgasmo anal se desvaneció en mi brazos, la mantuve en pie aferrándome del vientre y del cuello, pegándola a mi pecho, me miraba abstraída girando la cabeza, mientras sus tetas y sus mejillas rebotaban aun al ritmo de mis penetraciones.

-ALBA: por favor…..para……….por….por favor…..no soporto mas…..córrete….lléname en culo de tu leche.- eran ruegos, mas que peticiones.

Tuvo suerte de mi falta de sexo, en otras ocasiones sus 20 minutos mas no me los hubieran quitado, pero ahora sentía mi polla ponerse tersa y mis huevos empequeñecerse, aun así la bestia se cobró su víctima, con un grito continuo sintió mi semen llenándola el culo, con sacudidas que podrían haberla hecho salir disparada si no la tengo sujeta, la besé en los labios casi inertes al sentir mi polla flaquear. No podía soltarla, se iría al suelo, así que la cogí en brazos, apenas hizo un esfuerzo para aferrarse a mi cuello, la llevé dentro y la acosté en la habitación del piso de abajo, me di una ducha leve y me tumbé a su lado, abrazando y anclándome a sus tetas. Dormí, dormí como nunca, como hacia mucho que no dormía, del tirón y sin preocupaciones ni sobresaltos en mitad de la noche sudando pensando en Ana y ver la cama vacía, como hacia casi 1 mes que no dormía.

Me despertó Alba moviéndose, se levantó torpe al día siguiente, la vi entrar en el baño y asearse, al volver se tumbó sobre la cama y se abrazó a mi pecho, la apreté contra mí hasta que su cara surgió de la maraña de pelo para besarme.

-ALBA: tengo que volver al trabajo, si no podrían sospechar y decirle algo a mi marido.

-YO: pues vete, no queremos que se entere.- espeté burlón.

-ALBA: ¿nos….nos volveremos a ver?- fue una suplica, no una pregunta.

-YO: coge tú móvil y apunta mi número, llámame siempre que quieras verme, y yo haré lo mismo, nunca viene mal tener cerca de una medico.- le brillaron los ojos al darme otro beso, esta vez más caliente y vibrante.

La solté un azote cuando se iba a vestir, tenia un empalme mañanero enorme, así que la tiré a la cama, dejándola de espaldas a ella, la abrí de piernas, bajé mi cabeza y me comí su coño peludo con brío, luego y me la follé así mismo, metiéndola de golpe, tan sencillo como un cuchillo caliente en mantequilla, a los 10 minutos se sujetó las tetas para que dejaran de golpearla la barbilla, a los 20 minutos se corrió otra vez, dejé de follarla y la puse a 4 patas hundiendo mi cara entre sus nalgas, chupando o lamiendo su coño y su ano, el cual penetré con un dedo, la volví a follar por el coño un rato provocando varios orgasmos y para cuando se iba a correr otra vez la penetré el culo, rasgó las sabanas con las uñas al sentir mi verga partiéndola, desaté a la bestia hasta que un cuarto de hora después me corrí en su culo sin dejar de azotarla una nalga dejando mi mano marcada.

-YO: para que me recuerdes mientras tu marido te mal folla.- caí rendido a su lado, sudando, agitado y con una sonrisa enorme en el rostro.

-ALBA: dímelo y le dejo, dime que seré tuya así para siempre y le llamo ahora mismo.- la cogí el teléfono de las manos y la agarré del pelo con fuerza, que patética me pareció.

-YO: esto no va así, yo no soy de nadie, ya no, ahora soy libre, si quieres venir a follar perfecto pero no serás la única, serás una de tantas, no tendrás trato especial, estoy harto de preocuparme por todos, de ser el imbécil al que acuden y de resolver los problemas de los demás, si quieres dejar a tu marido hazlo, o no lo hagas, a mi me la suda, pero ten claro que tan pronto puedo querer follarte como me canse de ti y no me vuelvas a ver.- asintió.

-ALBA: lo…………. lo siento, no pretendida……

-YO: ahora lárgate, si quieres follar llámame, pero no te daré más que sexo, tenlo presente y no vuelvas a mencionar el tema delante de mí, o se acabó.

Salí convencido de mis palabras de esa habitación, me despedí de Alba besándola desnudo en la puerta de casa donde Dani, la sirvienta rumana que Eleonor me había puesto al llevarse a Luz, estaba esperando para entrar, al verme desnudo se dio la vuelta, pero la cogí de la mano y la hice pasar, la llevé a la cocina y sin llegar a mirarme directamente la hablé.

-YO: hola Dani, se que no hemos empezado con buen pie, bien, veras, he pasado un momento jodido, pero ahora estoy bien, y tienes que saber varias cosas.

-DANI: yo no querer, no saber.- la pobre nunca sabia conjugar bien los verbos y el nerviosismo de verme desnudo ante ella dificultaba sus expresiones, pero entendía bien si hablabas despacio.

-YO: 1º me vas a ver desnudo a diario, de echo es posible que me veas mas tiempo desnudo que vestido, y hasta follando, así que acostúmbrate.- guardo silencio- venga, mírame- se giró lentamente, para no hablar bien el idioma aveces parecía muy despierta, me miró de refilón, sus ojos fueron directos a mi polla, se tapó la boca con los ojos como platos.

-DANI: enorme……ohhhh.

-YO: si, eso me dicen, bien, 2º paso, vamos a follar, mas tarde o mas temprano tu y yo follaremos……..

-DANI: yo no….casada….- me señalo su anillo- …..no poder.

-YO: y la que se acaba de ir tiene un marido militar – abrió los ojos confundida- pasará, así que cuando quieras, me avisas, si por algún milagro no quieres, no pasa nada, tranquila tengo coños de sobra, no te perjudicara en nada, solo te advierto que casi ninguna mujer me ha visto la polla y no ha terminado atravesada por ella.

-DANI: estar bien.- pareció conforme, mi tono era firme pero amable y sincero.

-YO: 3º, voy a estar follando a diario, con muchas y diferentes chicas, tu ten la boca cerrada de todo lo que aquí pasa, solo sonríe, se gentil y dales lo que te pidan, bebidas, comida o lo que sea, si alguna se pasa contigo, me lo dices y la mando a la puta calle.

-DANI: ¿a mi mandar puta calle?- se asuntó.

-YO: no…- suspiré de exasperación – a ellas, tu eres mi ama de llaves, así que si alguien te molesta me lo dices y la mando a paseo, a ellas, ellos o quien sea. – asintió con felicidad incrédula.

-DANI: de acuerdo, ¿si?

-YO: bien, por último, si no vas a ser capaz de soportarlo, dilo ahora, y me busco a otra.

-DANI: no, no, señora de piso paga bien.- el tono, pese a sus dificultades, fue demasiado obvio, Eleonor la había puesto allí, y si pagaba bien no seria solo por limpiar y cocinar.

-YO: yo soy el dueño del piso, ella solo te paga, y si me jodes te echo, pero si te portas bien seré bueno contigo.- torció el gesto algo confusa.

-DANI: ¿si yo follar tu, bueno conmigo?- me sorprendió el gesto, mas como para aclararlo que ofendida.

-YO: jajaja no, yo seré bueno si tú no me enfadas, follar o no depende de ti, a mí me da igual, eres guapa y tienes un buen polvo, pero solo cuando tu quieras, yo solo te advierto que es solo sexo, no busques mas. ¿Todo claro?

-DANI: si – sonrío feliz y se giró a colocar unas bolsas, no sin repasar mi polla otra vez.

Dani era tan guapa que parecía mentirá que estuviera de chacha y no del brazo de algún futbolista o ricachón, rubia natural, ojos claros azules y un cuerpo bastante apetecible, muy tapada no disimulaba un trasero de 1º, delgada y fina como una modelo de cintura, supongo que a una mujer así en su país la llovería ofertas, así que me puse algo de ropa y la ayudé a limpiar mientras charlábamos, me di cuenta de lo desordenado y guarro que estaba todo, ¿como podía haber vivido así? Dani y yo tardamos al menos 2 horas en dejar el salón y el cuarto de abajo limpios y arreglados, en ese tiempo mi afabilidad perdida, y recuperada, la encandiló. Descubrí que la habían traído a los 13 años a España, unos familiares lejanos, la habían puesto a robar por las calles hasta los 18, cuando ya podían juzgarla, entonces, viendo su belleza, la “vendieron” a un proxeneta que controlaba a las rumanas e hizo la calle hasta los 27 años, lloró un poco al contarme la 1º vez, era virgen y por ello pagaron una gran suma de dinero, por lo visto 3 hombres de negocios alemanes follaron con ella hasta que se hartaron, en la misma noche la desvirgaron, la estrenaron el ano, la hicieron chupar pollas y todo lo que se les ocurrió, cuando cogió cierta edad y ya no atraía tanto, tuvo un aborto de un cliente, la quisieron mandar de vuelta a Rumania, pero una redada de la policía la sacó de aquel mundo, y un cliente embobado de ella la ayudó a conseguir papeles como chacha de su casa, por lo visto a la mujer del susodicho no le pareció tan buena idea, aun así lograron mantenerla en la agencia de limpieza y había ido rebotando de un trabajo a otro hasta llegar a mi casa. Se había casado con un español, y tenía un crío de apenas 1 año, me enseño fotos en el móvil y todo.

Se sintió feliz o aliviada, no se decir, de contarme toda su historia y ver que la escuchaba, a mi me encanta oír la vida de los demás, es increíble lo fascinante que puede ser la vida de una persona que en principio no tiene nada que aportar, al terminar nos salimos a la terraza a tomar unos refrescos y hablar con ella sobre su sueldo y las condiciones en que había quedado la casa. Eleonor la pagaba y le daba un extra para comprar comida para la casa, eso no era lo que la dije, yo podía pagarme mis cosas, pero ya que pagaba, le dije a Dani que se quedara con ese extra para ella y su crío, sonrío y me abrazó con fuerza, era casi duplicar su sueldo, y de nuevo me preguntó que si tenia que follar conmigo para que se lo diera, y de nuevo sonó como aclaración y no con pesar, siendo puta mas de 9 años no creo que fuera un problema para ella, tentando de decirla que si, la aseguré que no, solo cuando ella quisiera, solo la pedía discreción, lealtad, que en la nevera no faltaran muchas cosas y que si alguna vez necesitaba ayuda en la casa, se quedara alguna hora mas, soy bueno, no tonto, aun así accedió encantada, eran unas peticiones mínimas, tal era su felicidad que me confirmó lo que me olí antes, Eleonor la daba otro extra por informarla de mi a través de SMS, sonreí al ser consciente, Eleonor aun querría jugármela o tenerme en el radar, pero ahora tenia ganada a su única baza, el extra que le daba por informar era una minucia comparado con el que le daba para el piso y que yo le acababa de regalar, y ahora ambos eran para ella, así que hicimos el pacto de que la informaría, si , lo que yo la dijera, por ahora que siguieran contándola lo mal y hundido que estaba, como me señaló que ya le había escrito. Luego la pregunté como una mujer de 30 años y viviendo en España desde los 13, hablaba tan mal el español, su respuesta fue contundente.

-DANI: mi familia solo ensañar frases que necesitar, siempre hablar en rumano, solo enseñar “Soy menor, suélteme”, ”chupar 15€, completo 30€”, ”si, cariño, que bien me follas” y ”por el culo son 50€”.- nadie se había molestado en enseñarla nada, solo su marido, pero tampoco le molestaba aquello, me dejó sin palabras, cosa nada fácil.

La dije que si quería un baño en la piscina, para mi desgracia no accedió, el calor aun reinante en esa época le había hecho abrirse un poco la camisa que llevaba y un buen par de tetas asomaban apretadas por el delantal, con una falda larga hasta los gemelos, verla mojada o semi desnuda me hubiera alegrado la mañana, pero aun no me tenia tanta confianza, me quité las bermudas y la camiseta sucia ante sus ojos, que admiraron mi cuerpo y mi rabo colgando, me metí en el agua y me quedé allí flotando.

Pensado en las palabras que le había dicho a Alba en un arrebato de ira, si, pero reales, durante casi 2 años había mantenido una relación con Ana, y luego con Lara y Eleonor y Lili, o Carolina o como mierda se llamara, me había ocupado de ellas, había sido bueno, me había metido en líos y me usaban como tierra firme en sus turbulentas vidas, estaba cansado y agotado del peso que eso suponía, apenas me había follado 2 veces a Alba ¿y ya iba a dejar a su marido por mi?, supongo que yo solo seria la excusa final para convencerse, no creo que fuera feliz del todo, pero ahora me daba cuenta, eso, no es problema mío, si no suyo, no, no se volvería a repetir la historia, yo ya estaba exhausto de salir perdiendo por asumir los problemas de los demás, tenia 21 años, un enorme piso y un polla gigante, se acabó ir de responsable y de buen chico, ahora tocaba disfrutar, me iba a follar a todas las que quisiera, cuando quisiera y como quisiera, estuvieran casadas, con novio, solteras o en medio de una misa, ahora tocaba mirar por mi y mi moral se derrumbaba.

Salí del agua como el viento, casi atropello a Dani por el salón, fui a la habitación de abajo donde hasta hace nada compartía con Ana una vida ficticia, y entré, la oscuridad llenaba todo, solo la luz del sol que entraba por la puerta y se reflejaba en el espejo del mueble dejaba ver dentro las figuras de la cama o el armario, avancé con frialdad hacia el mueble, quedaría genial haber andado en cámara lenta con pasos firmes y música de batería de fondo, pero la realidad es que me di en el meñique del pie derecho en una de mis zapatillas, solté un grito de dolor momentáneo, y cojeé hasta el mueble, levanté el pie y apreté el dedo con fuerza, pero había llegado a mi destino. Si iba vivir la vida, necesitaba mujeres, y sabia donde buscar, abrí un cajón, y ante mi salieron decenas, casi un centenar, de papelitos, con números de teléfono, notas y nombres, todos los que había estado guardando, mas como respeto que como útiles en un futuro, pero ahora los tenia delante, y al mirarme vi mi rostro reflejado, con la luz del sol rebotando del espejo en mi mirada, dejándome ver una sonrisa malévola.

CONTINUARA……….

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